Mikhailo Peschanenko, ucraniano de 23 años de edad, falleció en la mañana de este miércoles mientras trabajaba en la construcción de la segunda planta de celulosa de UPM en el centro del país. Tras su muerte, el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) convocó para este jueves un paro nacional parcial de 9.00 a 13.00.

Según informó el sindicato mediante un comunicado, el obrero ucraniano, en planilla de la empresa Litana, realizaba trabajos de montaje a unos 50 metros del piso, cuando intentó “pasar de un extremo a otro” y cayó al vacío, “falleciendo en el lugar”. Peschanenko tenía puesto el arnés de seguridad, “pero sin enganchar”. Las actividades de UPM en Pueblo Centenario (Durazno) se interrumpirán, este jueves, por 24 horas.

En diálogo con la diaria, Héctor Abad, secretario de Salud y Seguridad del Sunca, dijo que la medida es en protesta por “la cantidad de siniestros que ha habido en esta obra”, a pesar de que “todos los días” hay inspectores del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), así como también un cuerpo “impresionante” de salud y seguridad de UPM. “Realmente vemos que en esta obra no se está cumpliendo el resguardo de la salud y la seguridad de los trabajadores. Sistemáticamente viene habiendo accidentes”, señaló.

La de Peschanenko es la tercera muerte de un trabajador de la construcción en lo que va del año en las obras de UPM. En marzo, Matías Méndez, de 25 años, volcó y murió aplastado por el peso de un vehículo de carga. En agosto, Walter Morel, de 52 años, perdió estabilidad mientras realizaba tareas en altura de extendido y tensado, quedó colgando del arnés de seguridad y su cabeza golpeó contra una linga que manipulaba. Falleció dos semanas después en el Hospital de Tacuarembó.

Además, hubo otras tres muertes en 2022 vinculadas al trabajo en torno a la construcción de la segunda planta de UPM. En marzo, pocos días después del accidente fatal de Méndez, Jorge Martínez, de 56 años, trabajador de transporte de pasajeros, murió mientras reparaba un vehículo que trasladaba obreros a las obras de UPM. En julio, Oleg Llin, de 35 años y nacionalidad rusa, saltó a 80 metros de altura. Ese mismo día, Eduardo Ezcurra, de 61 años, inspector del MTSS, murió de un infarto mientras investigaba las circunstancias de la muerte de Llin.

“Condolencias a la familia y amigos”

La empresa finlandesa emitió un comunicado lamentando “el fallecimiento de un trabajador de una empresa contratista en el sitio de construcción de la nueva planta en el departamento de Durazno”. Los servicios de emergencia, sostiene el texto, “acudieron de forma inmediata a la zona del siniestro, donde lamentablemente se constató el fallecimiento” del obrero ucraniano, “que contaba con todo el equipamiento de seguridad”.

UPM expresó sus “condolencias a la familia y amigos de la persona fallecida” y resolvió la suspensión de las actividades en las obras de la segunda planta durante la jornada del miércoles. Manifestó además que la empresa trabajará junto a las autoridades responsables “para identificar las causas del hecho”.

“Los siniestros de trabajo están aumentando”

El Sunca convoca a debatir sobre una ley nacional de salud y seguridad en el trabajo, y también sobre la creación de una fiscalía especializada en siniestros laborales. Al respecto, Abad comentó que si bien la aprobación de la Ley de Responsabilidad Penal Empresarial en 2014 fue un avance significativo, “no alcanza”. Semanas atrás, el MTSS presentó números sobre accidentes laborales. En total, en 2021 se registraron 38.900 accidentes de trabajo, de los cuales 31.130 fueron amparados por el Banco de Seguros del Estado. Se trata de la accidentalidad más baja desde 2014, sin considerar los datos de 2020, condicionados por el primer año de pandemia.

A contramano de esas cifras del MTSS, Abad afirmó que “los siniestros de trabajo están aumentando”. “Claramente, el ministro de Trabajo [Pablo Mieres] no estaba bien informado. Ha habido muchos más accidentes que esos números que dio, nosotros lo notamos en el comportamiento que estamos viendo en las obras y en el laburo en general”.

Acerca de la creación de una fiscalía especializada en accidentes de trabajo, Abad aseguró que sin el apoyo del Sunca a la familia del trabajador fallecido, las causas de los siniestros laborales “no se investigan”. “Creemos que tiene que haber una fiscalía que actúe por oficio sobre los siniestros, no solamente fatales, sino también los no fatales, o cuando se repiten en el mismo lugar de trabajo. En todo el país los fiscales deberían tener instrucciones para investigar los siniestros”.