Trabajadores y empresarios están a la espera por estos días de la lista de mesas de negociación del sector privado que convocará el Poder Ejecutivo para adelantar los correctivos por inflación, tal como este lo anunció en conferencia de prensa el 18 de abril: en esa instancia, las autoridades del gobierno anunciaron que convocarán a unas 88 mesas de negociación que no habían previsto ajustes por inflación para este año. Según un relevamiento del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, hay 81 mesas, que abarcan a aproximadamente 270.000 trabajadores, que tienen previstos correctivos recién para junio de 2023, y cinco mesas más que tienen correctivo el 31 de diciembre de este año, lo que da un total de 86.
Asimismo, el Instituto Cuesta Duarte relevó 19 mesas sin correctivo previsto, que comprenden los sectores más afectados por la pandemia, y que finalizan la ronda puente el 30 de junio de este año. En esta nómina están incluidos grupos como hoteles, campamentos, freeshops, restaurantes, remises, taxis, compañías aéreas extranjeras, cines y agencias de viaje, que vieron sus actividades paralizadas o muy disminuidas durante la emergencia sanitaria. Estas mesas abarcan a unos 45.000 trabajadores. El correctivo se calcula restando la inflación prevista por el Poder Ejecutivo en los lineamientos a la inflación registrada al momento de la negociación.
Entre las 86 mesas que adelantarían el correctivo hay grupos de sectores variados como dulce, panificadoras industriales, confiterías, curtiembres, talleres mecánicos, librerías, repuestos automotores, cadenas de comida, transporte de bebidas, transporte terrestre de carga, servicios de acompañantes, inmobiliarias, limpieza, estaciones de servicio, estudios contables, entidades gremiales, entidades sociales, rurales e importadores de almacén. Estos grupos arrastran una pérdida salarial, en su mayoría, de 4,2%; algunos no arrastran pérdida y otros (como prestadoras de servicio de ventas y transporte terrestre de personas) llegan a cifras de entre 9% y 10%.
También hay 72 mesas, que comprenden a unos 280.000 trabajadores, que tienen correctivo previsto para el 30 de junio de este año, como bebidas, industria frigorífica, vestimenta, aserraderos, químicos, metal, tiendas, supermercados, comercio minorista de alimentación, servicio doméstico, hortifruticultura y forestación. En este caso también la pérdida es, en la mayoría de los casos, de 4,2%.
Expectativas de la negociación
El presidente de la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys) –que representa a unas 25 mesas de las que deberían negociar correctivos por adelantado–, Fabio Riverón, dijo a la diaria que la federación todavía no recibió el listado oficial del Poder Ejecutivo, el cual esperan recibir a comienzos de la semana que viene. Señaló que recién entonces se conocerá si el Ejecutivo incluirá los grupos que tenían correctivos previstos para enero –como propuso el PIT-CNT al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, en la última reunión que mantuvieron– o se limitará a aquellos que los prevén para junio del año que viene.
Riverón explicó que “la mayoría” de las mesas de comercio y servicios son sectores “minoritarios” en cantidad de trabajadores, excepto por el sector limpieza, “que podría estar dentro de los parámetros para ser convocado”. En cambio, otros sectores masivos como supermercados, tiendas y seguridad tienen un correctivo previsto para mediados de este año.
Sobre las expectativas de la negociación con la Cámara de Comercio y Servicios, Riverón afirmó que “fue muy clara su postura en el ámbito del Consejo Superior y también en los medios, diciendo que en realidad estaban en contra”, y consideró que “hubo un error en la evaluación, porque el principal argumento es que se convoca a renegociar cosas que están firmadas, y nosotros discrepamos porque no es todo el convenio lo que nos están pidiendo que evaluemos, sino la situación particular que está teniendo la inflación”.
En ese sentido, el dirigente sindical planteó que podría haber un “problema” si la Cámara de Comercio “asume en primera instancia la negociación por todos los subgrupos o terminan siendo las cámaras sectoriales”, que, en cambio, “muy factiblemente terminen acordando, porque terminan haciendo una evaluación mucho más cercana a su poder de negocio”, consideró. “La Cámara de Comercio, como el resto de las cámaras, termina dando una opinión más política, en realidad, que cercana a la situación económica”, sostuvo Riverón.
Consultado por la diaria, Juan Mailhos, asesor laboral de la cámara, adelantó que “es probable que este viernes a última hora pueda haber alguna novedad” en cuanto a la convocatoria del Ejecutivo. Según indicó, el “relevamiento casero” que hizo la gremial empresarial también arrojó que podrían adelantarse los correctivos de “unos veintitantos grupos, entre comercio y servicios”.
Mailhos apuntó que la cámara va a convocar a las gremiales de los grupos que se convoquen “y ellas tomarán sus decisiones” en la negociación. “Es el bolsillo de los empresarios, no el nuestro, el que está en juego en estos momentos. Ese es el ejercicio que vamos a hacer”, indicó. No obstante, aclaró que dado que “la cámara es la organización más representativa, en muchos casos negocia”, y “en otros casos asisten las gremiales”. Según señaló, la cámara ya comenzó un “proceso de reflexión interna” con las gremiales que, según su relevamiento, pueden estar convocadas. “Acá la palabra final la tienen las empresas, las gremiales vinculadas a la cámara, y haremos lo que les convenga en esta especial situación a cada uno de los sectores”, acotó.
El sector transporte terrestre de carga podría negociar un correctivo este año si el Ejecutivo así lo define. Consultado por la diaria, el secretario de organización del Sindicato Único del Transporte de Carga y Ramas Afines, Marcelo Luzardo, dijo que por el momento no han mantenido conversaciones con la cámara que negocia en los Consejos de Salarios –la Intergremial de Transporte Profesional de Carga Terrestre–, pero aseguró que el sindicato está “abierto” a dialogar para “buscar la vuelta” para “esta chance del correctivo”.
Luzardo resaltó que el sector arrastra una pérdida de 4,5% pese a que “no ha caído en lo más mínimo”, por el contrario, dijo que “sigue creciendo”, y consideró que es “justo” que tenga un correctivo. “Es un salario muy bajo; el camionero tiene un salario de 1.200 y pico de pesos [por día], lo cual creemos que para la responsabilidad de la tarea es muy bajo”, enfatizó Luzardo, que también relacionó los accidentes de ruta con “la cantidad de horas que hacen los trabajadores arriba del camión”. “Es criminal que trabajen la cantidad de horas que trabajan y con tan pocas horas de sueño”, apuntó.
Consultado sobre qué expectativas tiene de la negociación, Luzardo afirmó que no puede anticipar una respuesta, pero recordó que “el consejo pasado no hubo ningún avance, ni en lo económico ni en lo estructural del trabajo. Tuvimos que ir a decreto porque la patronal se tranca en eso”, subrayó.