Tras haber concluido el estudio de prefactibilidad para avanzar en un tratado de libre comercio (TLC) con China, desde el PIT-CNT empezaron a analizar el supuesto futuro acuerdo. Danilo Dárdano, coordinador del departamento de Desarrollo Productivo de la central sindical y dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (UNTMRA), dijo a la diaria que el posible TLC con el país asiático significaría dejar de lado la producción nacional, en especial la industria manufacturera, el sector metalúrgico, el plástico, el textil, la vestimenta y el sector siderúrgico.

“Es [un problema] más profundo porque en Uruguay viene existiendo desde hace varios años una desindustrialización que el TLC profundizaría. Si no logramos bajar los impactos habrá un cierre generalizado en esos sectores, porque es imposible competir con China, a nivel de escala, de salarios, de tecnología. De eso cualquiera se da cuenta”, indicó.

Dárdano estimó que los grandes industriales pasarían a ser importadores. “Los pequeños empresarios, que viven del mercado interno, están condenados”, afirmó. A pesar de que en la actualidad no hay un tratado firmado pero sí existe competencia de los productos uruguayos con los del país asiático, el integrante de la UNTMRA comentó que “sin TLC es casi imposible competir; imaginemos lo que puede pasar si hay un arancel cero”.

“Hace años que los productos chinos vienen inundando el mundo; ahora, lo poco que hay, si se bajan los aranceles a cero... estamos en el horno. Ni hablemos si en el TLC se llega a incluir que las empresas chinas puedan participar en las compras públicas como si fueran nacionales”, agregó.

La propuesta del dirigente de la UNTMRA es que no se firme un TLC sino que se refuerce el Mercosur y que se desarrolle una política de inserción regional complementaria. “Si fabricamos un auto, a lo mejor en Brasil se puede hacer el motor, en Argentina se arma la carrocería, y en Uruguay podemos hacer las cubiertas”, ejemplificó.

Sobre la política regional que haría posible emprender un proyecto de este estilo, dijo que confían en que un gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva “pueda tironear alguna postura en este sentido, que seamos complementarios en el Mercosur y en América Latina”. En octubre se celebran las elecciones en Brasil, y según encuestas difundidas a principios de julio el expresidente alcanzó 15 puntos de ventaja y actualmente tiene 46% de las intenciones de voto frente a 31% de Jair Bolsonaro.

A pesar de que la central sindical aún no se pronunció formalmente sobre el TLC con China, Dárdano, como integrante de UNTMRA, sostuvo que de firmarse “nos va a liquidar”.

En relación con las acciones a tomar anunció que los industriales van a difundir información y en las próximas semanas planificarán un sistema de propuestas y movilizaciones. “Movilizar no es sólo parar, queremos concientizar a los trabajadores y al pueblo en general”. En ese sentido, Dárdano aseguró que piensan solicitar reuniones con los ministerios involucrados, como Industria, Relaciones Exteriores y Economía.

La posible firma de un TLC resurgió después de que el miércoles pasado el presidente, Luis Lacalle Pou, anunciara la formación de un equipo que lo estudiará, a partir de setiembre.

“Los acuerdos suponen prosperidad, oportunidades y trabajo. Nuestro desvelo, desde el inicio del gobierno, es tratar de comerciar los productos, la materia prima, lo industrializado y la tecnología de nuestro país. Y en un análisis exhaustivo –no antojadizo– de la posible existencia de un TLC con China, hemos llegado a esa conclusión. Por eso, en los próximos días nuestros equipos, en contacto con los equipos del gobierno chino, formalmente iniciarán las conversaciones para el TLC”, indicó.