Ante el déficit hídrico que se registra, que algunos se animan a decir que es “inédito”, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) monitorea la situación para ver si es viable importar frutas y verduras. Por el momento, no está definido -en términos generales- importar, aunque sí, por ejemplo, ya se aplicó esta medida para las zanahorias y hay ocho productores que solicitaron los respectivos permisos sanitarios, informó Telemundo.
En diálogo con la diaria, el director de la Granja, Nicolás Chiesa, señaló que hay “una plaza bien abastecida” de todos los productos de la granja. “Hoy, salvo alguna escasez puntual de zanahoria, no hay necesidad de que sea necesario importar. Lo vamos a ir monitoreando durante todo el año para ver la oferta de producto nacional”, expresó.
Para eso, en los últimos días ha habido reuniones con gremiales de productores, delegados del Ministerio de Economía y Finanzas y otras reparticiones del MGAP para hacer un balance sobre cuál es la oferta. “Queremos que la producción nacional dure lo mejor que se pueda, para no decir ‘se terminó la producción nacional’ y que tengamos que salir a importar grandes cantidades, que puede ser más difícil de conseguir. Lo que no queremos es que tengamos necesidad de importar del hemisferio norte, que está más caro y es más complicada la logística”, graficó el jerarca, en referencia a la situación de la zanahoria.
Según Chiesa, hoy se registra una oferta “de guarda”, es decir, el ingreso de insumos importados para acompañar la oferta nacional y estirar la zafra, porque la región también está “muy complicada” con este tipo de productos. Argentina y Brasil son países que también se encuentran afectados por el clima, aunque esto varía según las regiones, dado que en algunos puntos del país norteño, por ejemplo, hubo exceso de lluvias.
El año pasado, en general, hubo una sobreproducción de todo, salvo de cebolla y boniato, y en algún período puntual de tomate, expresó Chiesa, quien añadió que este año la manzana, la pera, el zapallo, el calabacín y el boniato van a estar un tanto “mermados” por la falta de lluvia. “Vamos a seguir monitoreando de cerca”, insistió.
En ese marco, afirmó que el objetivo es tener una plaza bien abastecida dando prioridad a la producción nacional para que los productores puedan colocar todos sus productos en el mercado. Además, dijo que tienen en cuenta que todo lo que se consigue por fuera del país “está más caro”. A modo de ejemplo, señaló que esta semana se importó zanahoria a 1.500 pesos la bolsa, mientras que la nacional está a 1.000 pesos. “Cuando se depende de lo importado nunca van a bajar los precios”, aclaró, y afirmó que intentan que la sequía no afecte al alza los precios de las frutas y verduras al consumidor final.
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Por su parte, el integrante de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), Mario Buzzalino, consideró en diálogo con la diaria que “indudablemente” el panorama por el déficit hídrico “está re complicado”. Tanto es así, que dijo que “nunca” vio una sequía de esta entidad, sobre todo, “por lo dilatado en el tiempo”. En ese sentido, sostuvo que desde el punto de vista productivo, estrictamente por la sequía, hasta el momento no hay faltante de ninguno de los rubros en el mercado. Es más, aventuró, como consecuencia de la Semana de Carnaval, los precios en algunos rubros están “súper deprimidos” después de haber alcanzado “algunos picos”, y citó el ejemplo del tomate: “Hace una semana valía 1.200 pesos la plancha -entre diez y 12 kilos-, y hoy valía 350 pesos”.
De todas formas, expresó que sí puede haber dificultades, además de con la zanahoria, con la papa, porque hubo una disminución de la producción debido a las dificultades en la cosecha. “Todos tenemos riego, pero lo que hoy ya no tenemos es agua. Eso nos ha pegado prácticamente a todos”, estableció.
Sobre la propuesta del MGAP de darle al productor la oportunidad de importar, Buzzalino dijo que para eso se “requiere capital, logística y la posibilidad de colocar el producto que se importe”. Entonces, sostuvo, “no es que cualquier productor puede importar, sino que ya son grupos muy organizados, algunos ya con trayectorias de importador”.
En esa misma línea, indicó que lo que quedó claro en la última reunión de la Comisión Administradora del Mercado Interno, donde las gremiales tienen un espacio para opinar e interactuar con el MGAP, es que la importación “nunca generó una baja en el precio al consumidor; es más, en algunos casos es la garantía de que el precio se va a mantener”.
Por eso, según Buzzalino, se trata de un sistema “un poquito perverso”, porque “pierden los productores porque no pueden cosechar y también el consumidor, que tiene que seguir pagando caro, y hay algunos operadores en el medio que son los que se llevan [la buena ganancia]”, en alusión a los importadores que, a su vez, por ejemplo, tienen solucionada su venta en la Unidad Agroalimentaria Metropolitana.
En cambio, cuando se importa, no, “porque es un negocio importante, de mucho volumen y que queda en manos de pocos”. En suma, dijo que están “totalmente de acuerdo” en que cuando haya un faltante de un rubro o se dispare el precio haya importación, porque “tenemos que pensar en el consumidor”. “Es nuestro aliado estratégico; los productores sin los consumidores, sobre todo en el sector de la granja, no existiríamos. Estamos todos en la misma bolsa”, concluyó.
En la UAM “Se va notando un poquito más los efectos de la sequía”
En la UAM, que esta semana cumple su segundo aniversario desde que están instalados en el barrio Los Bulevares, no hay faltante de ninguna fruta o verdura, dijo a la diaria el encargado de Información Comercial del centro logístico, Diego Romero. Sí, sostuvo, hay algún producto que se ha visto afectado, como los ya mencionados. La apuesta de importar productos sirve más para “complemento”, consideró, y recordó que gracias a la incorporación “muy grande” de tecnología, hace tres años prácticamente no se tenía que importar zanahoria.
De todos modos, dijo que a nivel general “ahora se está notando un poquito más los efectos de la sequía”. “Hasta hace poco no estaba tan reflejado, estamos en un valor por encima de la media y lo esperable”, expresó, y adelantó que el 2023 seguramente sea un año de importaciones “un poco más alta” de lo normal -que sería un 5%, dejando de lado las frutas tropicales y/o exóticas-. Asimismo, advirtió que luego del tiempo de conservación de la manzana, la pera, el zapallo o el boniato, los valores de esos producto “vayan subiendo de forma paulatina sobre mitad del año en adelante, cuando empiece a escasear”. “Ahí sí, capaz habría que complementar con productos importados, que hay que ver cómo está la región”, apuntó