Parte de la cúpula del PIT-CNT, con la presencia de su presidente Marcelo Abdala, dio una conferencia de prensa este viernes para referirse a la decisión de la empresa japonesa Yazaki de retirarse de Uruguay tras 18 años de actividad en el mercado de autopartes. En la convocatoria estuvo presente también el presidente de la Confederación de Sindicatos Industriales (CSI), Danilo Dárdano.

Durante su intervención, Abdala expresó que “realmente son momentos de enorme tristeza, que nos convocan a toda la sociedad uruguaya, a los actores del mundo del trabajo, a las autoridades públicas salientes y entrantes, a reflexionar cómo cambiar las reglas de juego”, en referencia a las empresas, y que en este caso tiene que ver “una firma de origen japonés, con presencia en decenas de países del mundo”.

“Esta firma procedió de una manera encubierta, de una manera absolutamente desleal con las trabajadoras y los trabajadores y con el país. Nosotros no involucramos solamente a Yazaki, sino también a la firma Toyota, que es la que le compra. Es un problema más general y no solamente de Yazaki”, dijo en un tramo de su intervención.

Agregó que la firma “ha resuelto sin más, sin permitir que los trabajadores buscaran alternativa, sin preaviso ni ámbito de negociación previa, que están previstos en el convenio colectivo de rama de actividad que comprende a Yazaki, dejar en la calle a esta altura a 1.500 trabajadores. Realmente es un exabrupto contra los trabajadores, que no se merecían esta resolución, contra las autoridades y contra el país”.

“Desde el movimiento obrero nos interpelamos, nos interrogamos y planteamos al conjunto de la sociedad uruguaya y de las autoridades: ¿en qué reglas de juego y bajo qué parámetros y conductas es que debe moverse en general nuestro país, en particular el capital transnacional? Porque la sociedad invierte cuando hay una inversión o una localización de este tipo”, dijo Abdala, acompañado también por el presidente del sindicato de Yazaki en Colonia, Carlos Martínez.

Para el dirigente, “el comercio automotriz es un comercio absolutamente reglado. No solamente por las empresas transnacionales que dominan el negocio, sino por las propias políticas públicas que establecen los estados”, y agregó que “cuando se deja liberalizado los flujos comerciales en la región del sector automotriz, en definitiva, lo que se beneficia es las decisiones de localización o deslocalización que adoptan las transnacionales en función de un interés absolutamente vinculado de manera unilateral a la rentabilidad”.

Recordó además que en el sector había un convenio colectivo de cuatro años de duración, y que “no es el estilo de negociación que generalmente lleva en particular la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (UNTMRA)”, que usualmente firma convenios por dos años. Resaltó que el último conflicto con Yazaki fue porque “la UNTMRA no considera que la normativa que defiende derechos sea una normativa transable. Hay una normativa que establece de qué manera las madres trabajadoras pueden ejercer el derecho a amamantar. Dirigida, en este caso, a personal de Brasil, la empresa quería prohibir a las mujeres que tuvieran derecho de amamantar y procurar la alimentación de sus hijos. Esto la UNTMRA no lo permitió”.

Concluyó diciendo que “los datos disponibles indican que el cierre de esta empresa no responde a una falta de garantías para la producción en Uruguay, sino a un intento de maximizar beneficios por parte del grupo empresarial, concentrando la producción en otro país, en particular Paraguay, si es el caso, buscando de este modo una mayor escala de producción y menores costos a lo que ellos llaman costos laborales, que es nuestra vida directamente”.

Abdala adelantó que a través de la Industrial Global Union, una asociación de sindicatos industriales, se está en contacto con los gremios de los países donde están instaladas Toyota y Yazaki. Además, el próximo lunes 3 a las 9.30 la UNTMRA se concentrará frente al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. La central sindical pretende tener una reunión con los responsables de Yazaki en Uruguay.

Cuestionamientos al gobierno

Por la decisión de la empresa, Abdala adjudicó responsabilidad también al gobierno y apuntó contra el director nacional de Trabajo, Federico Daverede, quien en una nota de prensa en Montevideo Portal expresó que “el sindicato tiró de la piola, y la piola se cortó”.

“Dichos que, algunos siempre defensores de las patronales, son lamentablemente falsedades. Nosotros les llamamos patrañas, en particular, a las declaraciones del director nacional de Trabajo, que en vez de preocuparse en su responsabilidad de estar vinculado al trabajo, por la suerte de 1.500 trabajadores, empieza a responsabilizar de manera falsa a la organización sindical de una decisión que tomó una empresa transnacional”, afirmó Abdala.

“Lamentamos profundamente que haya lecturas absolutamente cegadas, que en vez de preocuparse por la situación de qué va a pasar con la vida de casi 1.500 trabajadores, en un sector en donde trabaja gente joven, donde además hay un volumen mayor de presencia femenina, empiezan a hacer cálculos sobre si en esta decisión tiene que ver la presunta conflictividad laboral, que en este caso no existió, tanto en la rama autopartista como en la propia empresa Yazaki”, aseguró.