Las negociaciones para firmar un convenio colectivo entre los sindicatos de las empresas salineras y la Cámara Salinera del Uruguay se dieron por finalizadas, luego de que no se lograra un acuerdo.

Por ese motivo, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) hizo una propuesta a trabajadores y empresarios, pero ambas partes la rechazaron. Con la decisión, se confirma que en ese sector no habrá un convenio colectivo en el marco de la negociación colectiva de los Consejos de Salarios.

En principio, al inicio de la ronda salarial, los trabajadores presentaron una plataforma que fue rechazada por los empresarios. En ella demandaban un 3,5% de aumento en 2026 y el mismo porcentaje de incremento para 2027, la recuperación de dos años de antigüedad para los trabajadores de Barraca Deambrosi SA –que fueron cedidos en una reestructura– y el pago del 100% de los feriados laborables para los empleados de Urusal y Torrevieja –en Barraca Deambrosi no los trabajan pero sí los cobran–. Los trabajadores también reclamaban una cláusula no salarial para la atención en salud mental.

Luego de que la primera propuesta fuera rechazada por los empresarios, los trabajadores presentaron una segunda propuesta, que planteaba posicionarse en la primera franja de las pautas salariales del gobierno con mayor aumento, y no en la segunda –que alcanzaría a todos los empleados del sector–, y también proponía una partida fija en el período, que reflejaría un 2% de aumento, al final del convenio.

Además, se insistió en la recuperación de los dos años de antigüedad para los empleados de Deambrosi y el 50% de los feriados laborables pagos para los trabajadores de Urusal y Torrevieja. Esto también fue rechazado por la cámara salinera.

Al estancarse las negociaciones, el MTSS realizó una propuesta para acercar a las partes que tenía que ver con que empresarios y trabajadores aceptaran las pautas del gobierno, pero considerando los temas del sector.

En la iniciativa del gobierno se propuso la posibilidad de recuperar un año de antigüedad para los trabajadores de Barraca Deambrosi –a partir de 2026–, el pago de cuatro feriados laborables para los empleados de las empresas Urusal y Torrevieja, así como instalar la discusión de la reducción de la jornada laboral y redactar una cláusula de prevención de conflictos permanente.

Con relación a la parte salarial, el gobierno aplicará a los trabajadores comprendidos en la franja 2 de ajustes salariales un ajuste del 2,5% en julio de 2025, del 3,3% en enero de 2026, del 1,9% en julio de 2026 del mismo año y del 3,2% en enero de 2027. Pero en el primer ajuste, que es del 2,5%, se descontará un correctivo del 0,91% que proviene del período anterior. Trabajadores y empresarios rechazaron en el acta firmada los demás puntos, pero en cuanto a los ajustes los trabajadores votaron en contra, mientras el gobierno y los empresarios lo hicieron a favor.

Wilson Maeso, delegado de los trabajadores del sindicato de Barraca Deambrosi e integrante de la Federación de Obreros y Empleados Molineros y Afines, dijo a la diaria que los representantes de los trabajadores firmaron el pasado lunes un acta de desacuerdo con la propuesta presentada por el gobierno.

Por tal motivo, aclaró que, aunque no se alcanzó un acuerdo con la cámara y se rechazó la propuesta del gobierno, igual se mantienen los beneficios y derechos alcanzados en acuerdos anteriores. “Eso será así hasta que se logre un nuevo convenio colectivo”, afirmó.

Respecto de la propuesta de los empresarios, dijo que estaban dispuestos a trabajar en la cláusula sobre salud mental, pero que hasta ahora “no presentaron planes ni planteos concretos”. Agregó que posiblemente en alguna de las empresas se pueda trabajar de forma bipartita, pero que dicha posibilidad aún no está confirmada. Acerca de las bases de la propuesta, consideró que “no había corrección salarial ni crecimiento para los trabajadores”.

Explicó también que al firmar dicha acta “caen la cláusula de salud mental y la cláusula de prevención de conflictos. A menos que exista un convenio firmado, esas cláusulas se vencen, por lo tanto, los trabajadores podemos continuar manifestándonos y tomando medidas”.

El dirigente resaltó que los representantes de la cámara firmaron también el acta en rechazo a la propuesta del gobierno, y aclararon que por parte de las empresas “no tienen que darles nada a los trabajadores, y que cumpliendo con los ajustes salariales propuestos por el gobierno es suficiente. Para quienes integran la cámara, no hay compromisos con los empleados. Ahí se dio por finalizado el ámbito de negociación y fue así que apareció el gobierno con su propuesta”.