En su discurso en el acto por el 1° de mayo, el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, dio su visión en temas de salario y empleo y también se refirió a otros aspectos relacionados con la matriz productiva, las exportaciones, la inversión extranjera y la inversión gubernamental en investigación y desarrollo.

Matriz productiva y exportaciones

“Con esa sensibilidad de que cuando hay un crecimiento de la matriz productiva dependiente algo se reparte, ese modelo entró en crisis y en meseta desde 2015 a 2020, ante la caída de los precios internacionales de las materias primas”, dijo el presidente de la central sindical, a lo que agregó: “Nuestra matriz productiva es cada vez más primaria, también es cada vez más transnacional”.

Consultados por esta afirmación, desde el PIT-CNT señalaron que Abdala se basó en los datos de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) respecto de las exportaciones de bienes. Es decir que se refirió no al conjunto de la producción de bienes sino a las exportaciones uruguayas. De acuerdo con el estudio elaborado por la Dirección de Estudios Económicos de la CIU, la composición de las exportaciones evolucionó de un 20% de productos primarios (materia prima con escaso valor agregado) en 2001 a un 26% en 2021. Los productos manufacturados exportados se redujeron, en ese mismo período, de 78% a 69%. Los combustibles y energía, por su parte, subieron del 2% al 5%.

En línea con lo anterior, el estudio “Perfil económico-productivo: desafíos para la transformación social-ecológica” de Sebastián Torres para la Fundación Friedrich Ebert Stiftung (FES) de Uruguay, que analiza la evolución de las exportaciones según contenido tecnológico, también en base a los datos de la CIU, consigna que los productos primarios evolucionaron de 35% en 2001 hasta un 60% en 2017.

Mientras algunas de las áreas, como manufacturas basadas en recursos naturales, de tecnología media y de alta tecnología, se mantuvieron estables a lo largo del período analizado, la evolución de los productos primarios creció a costa de una disminución de la representación de las manufacturas de tecnología baja, que pasaron de 27% a sólo 9% en ese período.

Extranjerización de la economía

Entre otras consideraciones, Abdala también señaló: “En 1970 la inversión extranjera directa acumulaba un 40% del PIB. En 2020 la inversión directa y su cuantía superan el total del PIB de nuestro país”. Esto surge, según las fuentes consultadas, del trabajo recopilado en el libro Uruguay for export: capital extranjero y declive del empresariado nacional, de los investigadores Rodrigo Alonso, Juan Geymonat y Gabriel Oyhantçabal.

De acuerdo al estudio, el stock de inversión extranjera directa (IED) se situaba en el entorno de un 40% del producto interno bruto (PIB) en la década del 70, y aumentó exponencialmente por encima de 120% para mediados de la década de los 80. Este alto nivel se mantuvo casi todo el período por encima del 100% del PIB, hasta llegar al entorno del 140% actual.

“El stock es una masa de riqueza expresada en dólares pero que refleja fábricas, máquinas, terrenos, tierras, bonos de deuda uruguaya, bienes, etcétera, todo eso en manos de extranjeros. Eso es el stock acumulado que crece año a año”, señaló a este medio uno de sus autores, el economista Rodrigo Alonso.

“Luego, el PIB son los bienes y servicios que se producen anualmente en nuestra economía. El primer stock en los 70 representaba un 40% de todo lo que producía Uruguay en esos años. Hoy el valor de ese stock de riqueza en manos de extranjeros es más de lo que producimos en un año”, remarcó. “Eso es un indicador de extranjerización de nuestra economía”, señaló Alonso, en línea con la argumentación de Abdala.

Otros economistas consultados señalaron que medir el nivel de capital extranjero acumulado en una economía es una de las formas válidas para medir la extranjerización: midiendo el stock de inversiones extranjeras, es decir, el flujo acumulado en el tiempo en inversiones de capital y el ingresado bajo la forma financiera (deuda), y comparándolo con el PIB anual.

Investigación, desarrollo y científicos

En otro pasaje del discurso, Abdala señaló que “nuestro país invierte en I+D (investigación y desarrollo) algo así como un 0,5% de PIB. Países como Francia, Noruega e Irlanda aportan más de un 3% del PIB a todo el complejo de innovación”. De acuerdo con los últimos datos disponibles del Banco Central, Uruguay dedicaba en 2020 un 0,45% del PIB en I+D.

Sin embargo, respecto de esta misma base de datos, Francia dedicó en 2021 solamente 2,22%, Noruega un 1,94% e Irlanda un 1,13%, todos por debajo del 3% señalado por Abdala. Desde el PIT-CNT señalaron que se debió a un error en la lectura de apuntes, y que el orador se debió referir a Finlandia, Islandia y Noruega. En el caso de los primeros dos países dedican 2,99% y 2,81%, respectivamente.

“Si por cada millón de habitantes en nuestro país tenemos 500 científicos, en los países desarrollados tienen 7.000”, agregó Abdala en su discurso. Sin embargo, de acuerdo a los datos del Banco Mundial citados por el PIT-CNT, Uruguay cuenta actualmente con un promedio de 808 científicos por cada millón.

En 2018, de acuerdo a los datos del Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, esa cifra fue de 693,4 científicos por millón.

En línea con lo afirmado por Abdala, países como Corea del Sur, Suecia, Finlandia, Dinamarca y Noruega superaron en 2021 la cifra de científicos señalada. Sin embargo, el promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y que nuclea a la mayoría de los países desarrollados, apenas supera los 4.000 científicos por millón de acuerdo a los datos de 2020.