Finalizada la administración de Luis Lacalle Pou, la política salarial y de empleo fueron dos de los temas que más estuvieron sobre la mesa durante todo el período. Al balance de la política macroeconómica se suman los indicadores que afectan el nivel de vida de los trabajadores. Tras el fuerte deterioro de los puestos de trabajo y el salario real durante los dos primeros años de gobierno, coincidente con el marco de la emergencia sanitaria, el gobierno mejoró los indicadores durante la segunda mitad de su mandato y pudo presentar ante la ciudadanía mejoras respecto de 2019.

Salario real e ingresos

Al comienzo del período, el salario real sufrió un retroceso sostenido durante varios meses y alcanzó su punto más bajo en junio de 2022. A partir de entonces, comenzó a subir gradualmente y en enero de 2023 el índice alcanzó los niveles que tenía en marzo de 2020. Sin embargo, fue recién en julio de 2023 que el salario real se mantuvo de forma sostenida por encima de los niveles prepandemia. El gobierno cuantificó el aumento del salario real en 2,7% entre diciembre de 2019 y diciembre de 2024, avance que fue presentado como un logro en el último informe presentado por la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche.

No obstante, la actual administración fue objeto de críticas, ya que el resultado del índice del salario real no tiene en cuenta la pérdida de ingresos de los trabajadores durante los 33 meses consecutivos en los que el salario real se mantuvo a niveles inferiores a los de marzo de 2020. De acuerdo con el Informe de Salarios al cierre de 2023 del Instituto Cuesta Duarte, un trabajador que en 2019 percibía un salario de 40.000 pesos acumuló, durante el período de baja del salario real, una pérdida equivalente a 44.600 pesos.

Asimismo, un estudio publicado en la diaria en noviembre de 2024 señaló que los hogares del decil superior de ingresos tuvieron una variación anual promedio de 1,9% real entre 2019 y 2020, mientras que los hogares del decil inferior sufrieron una caída de -1% en los ingresos. Eso se traduce en una redistribución del ingreso favorable a los estratos superiores. Del segundo al octavo decil, las variaciones fluctuaron entre 0,1% y 0,4% de aumento promedio anual.

Por otra parte, el salario mínimo nacional (SMN) pasó de 16.300 pesos en enero de 2020, último fijado por la administración de Tabaré Vázquez, a 23.604 pesos a partir de enero de 2025, fijado por el gobierno saliente. Si se tiene en cuenta que la inflación acumulada punta a punta fue de 40,8%, el SMN tuvo un aumento real de 2,8% en cinco años.

Desempleo, empleo e informalidad

Una de las cifras que sacó a relucir en las últimas semanas el gobierno saliente fue la incorporación de 111.000 nuevos puestos de trabajo respecto de 2019. Según los últimos datos de enero de la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE), se alcanzaron 1.749.500 puestos de trabajo. En esta evolución quinquenal debe considerarse la pérdida de 60.000 puestos de trabajo durante 2020.

Esto significó que la tasa de empleo pasara de 57,5% de la población en edad de trabajar en enero de 2020 a 59,4% en enero de 2025. Asimismo, el desempleo pasó 8,5% a 8,1% en igual período, cuyo punto más alto se dio en setiembre de 2020 con 11,1% y el más bajo en noviembre de 2021, cuando alcanzó 7%.

Por otra parte, la tasa de no registro a la seguridad social pasó de 24,9% a 21,3% en los últimos cinco años, y de acuerdo con el último informe del Observatorio de la Seguridad Social, la cantidad de afiliados al sistema común del Banco de Previsión Social (BPS) en diciembre de 2025 alcanzó el récord de 1.570.821, 2,2% más respecto del año anterior y casi 8% más respecto del cierre de 2019, cuando 1.455.481 trabajadores cotizaban al BPS.

Pobreza

Según el último informe del INE, la pobreza medida por ingresos se situó en 9,1% al cierre del primer semestre de 2024, lo que significó un aumento respecto de 2019, cuando la pobreza se ubicó en 8,8% de la población al final de ese año.

Durante el primer año de la emergencia sanitaria, la población en situación de pobreza tuvo un aumento abrupto al alcanzar 11,6% en 2020, y unas 100.000 personas cayeron bajo la línea de la pobreza hasta llegar a un total de 408.000 uruguayos en esa situación. Por otra parte, el porcentaje de niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza pasó de 16,2% en 2019 a 20,2% al cierre de 2020 y, si se tiene en cuenta solamente a los menores de seis años de edad, la pobreza pasó de 17% a 21,3% en igual período.

No obstante, a mediados de febrero el INE lanzó una nueva metodología de medición de pobreza multidimensional que establece un indicador basado en carencias de servicios básicos, condiciones habitacionales, empleo y educación, entre otros factores. Bajo esta medición, el 18,9% de la población se encuentra en situación de pobreza, con grandes brechas entre el interior y la capital. Mientras que en Montevideo la pobreza multidimensional es de 15,1%, en el interior alcanza al 21,4% de la población.

.