Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.

En Estados Unidos, una demanda del Departamento de Justicia cuestiona las prácticas de la empresa Google para consolidar su posición dominante en perjuicio de la competencia. En Francia, las medidas del gobierno contra grupos radicales que invocan el islam abren debates profundos sobre los límites de la convivencia democrática y el uso de las redes sociales para difundir mensajes de odio. Son cuestiones propias de este siglo, cruciales para el futuro, y señalan por contraste la escasa envergadura de algunos temas dominantes en la agenda uruguaya.

El modo en que el Poder Ejecutivo difundió y comentó el lunes los resultados de una docena de auditorías sobre la gestión de organismos públicos en 2018 y 2019 fue objeto de críticas por parte de legisladores y ex jerarcas del Frente Amplio (FA), y también desde la organización de ex presos políticos Crysol. Entre otras cosas, se señaló que hubo una adjetivación indebida con la intención de causar impacto político, a partir de recomendaciones técnicas cuyo objetivo es mejorar la gestión. En otros casos, se apuntó que las actuales autoridades reivindicaron la realización de auditorías dispuestas por el gobierno anterior, e incluso que algunas objeciones no corresponden porque se refieren a decisiones en cumplimiento de normas vigentes.

La sesión del Senado realizada ayer, en la que los ex presidentes José Mujica y Julio María Sanguinetti presentaron sendas renuncias a sus bancas, tuvo un fuerte contenido emotivo, pero al mismo tiempo reforzó la sensación de que el sistema partidario tiene por delante la tarea de renovar su mirada sobre los procesos sociales. Sanguinetti y Mujica son destacados sobrevivientes de un tiempo que termina, y es natural que en sus discursos de despedida hayan predominado las referencias al pasado, acompañadas por algunas reflexiones sobre problemas contemporáneos que quizá ya no comprenden del todo.

De todos modos, es valioso que ambos hayan reivindicado la importancia de los partidos y el diálogo entre adversarios, aunque Sanguinetti no se privó de hablar sobre las “patologías” de liberales y marxistas, y Mujica se ubicó en una perspectiva individual casi sin referencias al FA. Como él dijo y se puede aplicar a ambos: “genio y figura hasta la sepultura”. Legisladores de todos los partidos abundaron en elogios a los dos veteranos dirigentes, pese a que ambos siempre generaron fuertes rechazos entre quienes no los votaban.

Mientras tanto, los datos sobre la emergencia sanitaria nos recordaron ayer un problema contemporáneo que Uruguay comparte con el resto del mundo, y ante el cual nada nos garantiza algún tipo de excepcionalidad. Hubo cifras sin precedentes en el registro diario de casos nuevos y en el total de personas que cursan la enfermedad, con falta de certeza sobre el origen de algunos contagios.

La situación está todavía dentro de lo controlable, el país mantiene capacidades cruciales para afrontar la pandemia, y está muy claro qué debemos hacer y qué debemos evitar, individual y colectivamente, para contribuir a que las cosas sigan así. No hay derecho a olvidarlo.

Hasta mañana.