Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
La agenda está cargada de problemas acuciantes relacionados con la covid-19, y hay que prepararse para los que muy probablemente llegarán pronto (entre ellos, los asociados con contagios en las zonas más pobres de Montevideo, que ya comienzan). Y también –en la medida de lo posible– es preciso ir esbozando algunas hipótesis y previsiones para numerosas tareas de reconstrucción y reactivación, que serán indispensables tras el actual período de emergencia sanitaria.
Pese a todo lo antedicho, el presidente Luis Lacalle Pou envió ayer al Parlamento su muy anunciado y varias veces postergado proyecto de ley de urgente consideración (LUC), con 501 artículos que no fueron pensados para resolver las cuestiones antes mencionadas, y que no hacen referencia directa a ninguna de ellas. Abarcan desde la habilitación, registro y control de carnicerías (y la ya famosa cuestión de la confección de embutidos en ellas) hasta el cambio de nombre de la Policía de Tránsito, pasando por la modificación del régimen de adopciones y disposiciones sobre el procedimiento para rechazar una herencia.
El Parlamento deberá trabajar de forma intensa para considerar mínimamente la gran diversidad de iniciativas contenidas en ese proyecto. Cumplidos los breves plazos establecidos en la Constitución (que, hay que repetirlo, no se previeron para tratar tantos asuntos a la vez), todos los artículos que no se hayan rechazado expresamente quedarán aprobados. Esos plazos comienzan a correr desde hoy, pero la primera reunión del Senado para abordar el proyecto se convocó para el martes 28. En los próximos 100 días, cualquier medida relacionada con la emergencia sanitaria que requiera una ley le restará tiempo al tratamiento del proyecto de LUC.
Mientras tanto, el hospital Maciel se prepara para comenzar a recibir a pacientes con covid-19; el comisionado parlamentario penitenciario llama la atención sobre varias deficiencias que pueden ser muy relevantes ante contagios de esa enfermedad; el Instituto de Economía de la Universidad de la República da a conocer sus recomendaciones para mejorar los subsidios por desempleo mientras dure la emergencia; los trabajadores no dependientes y de la economía social formulan sus necesidades de asistencia y solicitan una reunión con Lacalle Pou; el Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay también demanda apoyo, en especial para el muy golpeado sector gastronómico; y la Intendencia de Montevideo lanza un programa de subsidios para evitar los desalojos en pensiones. Da para pensar cuáles son los asuntos de más urgente consideración.
Por último, y aunque no sea urgente, cabe comentar que lloverían las críticas si alguna organización izquierdista hubiera dicho que son “lo mismo” el partido Cabildo Abierto y el Centro Militar, institución notoria por su apego a la Guerra Fría y su defensa contumaz de todo lo que tuvo que ver con la última dictadura. Pero lo dijo el presidente del Centro Militar, Carlos Silva Valiente.
Hasta el lunes.