Dos jerarcas policiales del Ministerio del Interior fueron citados a Fiscalía como indagados por el caso del exjefe del Servicio de Seguridad Presidencial Alejandro Astesiano y no quisieron declarar.
Antes de ser detenido, estando al tanto de la investigación y de su inminente detención, Astesiano borró la información de su celular. La Policía Científica sólo pudo recuperar menos de 2% de la información que tenía. En esa ínfima porción de la información que se recuperó, se dio con pedido de “favores” por parte de Astesiano a las jerarquías policiales involucradas.
La fiscal consignó que, de los dos policías involucrados que ya fueron identificados, uno tiene un cargo “jerárquico” y otro un cargo “muy jerárquico”. Se busca identificar quién es la persona a la que Astesiano se refiere como “el 1 de la Dirección Nacional de Identificación Civil”.
Según informó El Observador, Héctor Ferreira, subdirector de la Policía Nacional, es uno de los indagados. El mismo medio consignó que Ferreira se presentó en Fiscalía junto a la otra jerarquía policial indagada, pero ambos se negaron a declarar. El País adelantó que en la respuesta que enviará este lunes el Ministerio del Interior a Fiscalía se plantea que “no creen” que haya delitos de los jerarcas policiales ante la actuación asociada a los “favores”.
Para la fiscal Gabriela Fossati, “se ha podido conocer el manejo de Astesiano en otros pedidos hechos a autoridades públicas que, a juicio de esta fiscal, tienen todos los visos de ser ilícitos”. Hay mensajes que demuestran que Astesiano pidió policías para actividades de seguridad privada en su barrio. “Estamos hablando de una solicitud de recursos públicos hecha en forma directa y por una vía telefónica que tiene una apariencia claramente delictiva”, apuntó Fossati, que enfatizó en que una de las tantas actividades privadas que surgen asociadas a Astesiano era la de brindar seguridad privada.
A su vez, El Observador consignó que pidió que se le “perdone” una multa de 150.000 pesos de su empresa privada de seguridad por incumplimientos en la normativa y para eso solicitó a uno de los jerarcas policiales que le gestionara una reunión con el director general de Fiscalización de Empresas, de quien depende el control de las empresas privadas de seguridad.
Por otra parte, solicitó asignar un cupo para el ingreso a la Escuela de Policía sin cumplir los requisitos de ingreso. “Se hizo la gestión”, informó Fossati que respondió uno de los jerarcas policiales involucrados. “Si se comprueba que se hizo la gestión, claramente ha habido un tráfico de influencias a una persona que no correspondía”, afirmó la fiscal.
Por eso, se realizaron diligencias al Ministerio del Interior para conocer si las jerarquías policiales identificadas estaban habilitados para recibir y cumplir pedidos como los que les hizo Astesiano. La fiscal hizo tres pedidos al Ministerio del Interior: saber si a Astesiano le correspondía dirigirse a jerarcas policiales para solicitar móviles de apoyo para eventos privados; conocer si el exjefe de custodia presidencial figura como titular de alguna empresa de seguridad, aunque se sospecha que no figura él sino un testaferro, y contar con la información de cómo fue el ingreso de la mujer que entró a la Escuela de Policía a pedido de Astesiano.