Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Es incómodo escribir sobre temas locales mientras el ataque de Rusia en Ucrania recrudece y la situación mundial se agrava, pero faltan menos de cuatro semanas para que se realice el referéndum sobre 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC) y corresponde prestarle atención.
Los impulsores frenteamplistas de la campaña por el Sí planifican sus actividades para el último tramo y reafirman la apuesta central por un despliegue en el territorio, a fin de aumentar el conocimiento de los artículos impugnados y de los argumentos para dejarlos sin efecto.
Aunque expresan un “moderado optimismo”, consideran crucial revertir cuanto sea posible la desinformación que persiste en un porcentaje importante de la ciudadanía. Dentro de ese sector poco informado están gran parte de las personas que siguen indecisas y que pueden volcar el resultado hacia uno u otro lado.
En este sentido, tiene especial relevancia la posibilidad de debates que lleguen a un público masivo, y cabe señalar que, mientras desde el Frente Amplio (FA) se intenta promoverlos, en el oficialismo la estrategia del Partido Nacional (PN), socio mayor de la coalición de gobierno, parece apuntar en la dirección contraria.
En la edición de ayer registramos la preocupación del presidente del FA, Fernando Pereira, ante el rechazo oficialista a la participación en debates con representantes de organizaciones sociales o especialistas en los temas sobre los que la ciudadanía deberá pronunciarse, acompañado por la reticencia de dirigentes del PN a debatir con el propio Pereira.
El presidente del directorio nacionalista, Pablo Iturralde, admite que habló con su par frenteamplista sobre un debate entre ambos (muy pertinente porque son las máximas autoridades de los mayores partidos enfrentados en esta campaña), pero alegó que aún no tenía una decisión al respecto y dijo que volverán a conversar después de los feriados de Carnaval.
Mientras tanto, desde el PN se insiste en que Pereira debería debatir con el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, dirigente del Partido Independiente (PI), que se declaró dispuesto a afrontar esa tarea. Ayer, el presidente Luis Lacalle Pou dijo a periodistas que Mieres “representa a la coalición” y que un intercambio público de opiniones con el presidente del FA sería “una buena oportunidad”.
A su vez, el intendente nacionalista de Rocha y coordinador de la campaña por el No, Alejo Umpiérrez, había acordado debatir con Pereira el 18 de marzo, en el teatro 25 de Mayo de la capital rochense, pero ayer dijo que eso estaba “en modo de pausa”, porque le “parece que no es cortés”, por parte del presidente del FA “decir que debate con uno y no debate con otro”, y que aceptar esto sería “un desaire” a Mieres.
Quizá el PN piensa que, para captar indecisos, puede ser más útil la defensa del No por parte de un dirigente más “centrista”, pero es obvio que, como señaló Pereira, no hay indicios de que el PI haya tenido gran participación en la redacción de la LUC, y que su único diputado no votó algunos de los artículos impugnados. El partido de Lacalle Pou juega a las escondidas.
Hasta mañana.