En la última década el balneario Santa Ana, ubicado a la altura del kilómetro 155 de la ruta 1, triplicó su población estable, pasando de tener unos 300 habitantes a miles que actualmente residen de forma fija en ese lugar. La mayoría de quienes eligieron radicarse en esa zona dominada por bosques son jóvenes, muchos de ellos con hijos a cargo, lo cual incrementó la demanda de servicios de educación y de salud, entre otros.

En ese marco, desde hace al menos dos años un grupo de familias que habitan en Santa Ana e integrantes de la asociación civil Cuopyc (el exgremio papelero local), que gestiona el centro CAIF Olof Palme en la vecina Juan Lacaze, iniciaron gestiones con el Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU) con el objetivo de lograr la instalación de un centro educativo que atienda a niños que viven en ese balneario y zonas adyacentes y cuyas edades oscilan entre 0 y 3 años.

En diálogo con la diaria, Marcelo Olaverry, presidente del Cuopyc, comentó que, en paralelo al crecimiento demográfico que atraviesa Santa Ana, Juan Lacaze vive un proceso inverso, con una fuerte caída en la natalidad -cercana al 10% en el último año-, lo cual dificulta “el mantenimiento de la matrícula” de ese centro educativo. “Nuestro centro llegó a atender a más de 200 niños, y hoy ronda los 150, debido a la caída de la tasa de natalidad de Juan Lacaze”, comentó Olaverry, y explicó que “no se trata del problema de que los niños no tengan cobertura, porque entre las distintas instituciones que funcionan en la localidad se atiende al 80% de los niños de 0 a 3 años que viven en Juan Lacaze”. El descenso de la natalidad también atenta contra el equilibrio económico de los centros CAIF que funcionan en Juan Lacaze, cuyas estructuras de personal fueron diseñadas para atender a una cantidad mayor de niños que la actual.

“Debido a estas situaciones nosotros planteamos la necesidad de generar un cambio de modelo en la atención, proponiendo una extensión de la atención a Santa Ana, que cubrirá a 24 niños, y creando un turno de atención de ocho horas para otra veintena de niños que concurren a nuestro centro en Juan Lacaze, algo que es algo muy demandado por la población local”, detalló.

Tras un largo proceso de negociaciones, finalmente INAU aprobó el cambio de modelo requerido por la asociación civil sabalera, lo cual permitirá la apertura de esa sede en Santa Ana.

“Resulta muy importante para las familias de Santa Ana contar con este servicio que, esperamos, logre concretarse en unos 45 días”, dijo Olaverry. “Ya comenzamos a buscar un local adecuado para instalar el servicio, y posteriormente comenzarán las entrevistas a las familias interesadas”, adelantó.