Calles cerradas. Balizas señalizadoras dispersas por toda la ciudad. Máquinas y camiones que van y vienen. Ruido, polvadera, pozos. Desde hace dos años los habitantes de Juan Lacaze padecen los dolores de cabeza que ha generado la obra de tendido de la red de saneamiento, ejecutada por la empresa Abengoa Teyma, que ganó la licitación realizada por OSE en 2019, y varias empresas subcontratadas.

Tras la clausura de actividades de las industrias fundacionales de la ciudad (la textil y la papelera), hubo quienes se animaron a apostar al turismo como nuevo eje de desarrollo, teniendo en cuenta la belleza de sus costas y la puesta en valor de la historia local, entre otras cosas, a través de la exhibición de sus edificios más emblemáticos. Sin embargo, el desmadre provocado por esa obra en Juan Lacaze atenta contra las intenciones de llegar a la costa de la ciudad sin inconvenientes o en dar visibilidad al patrimonio industrial, por ejemplo.

Las obras de saneamiento que comenzaron a finales de 2022 en el barrio Charrúa se fueron extendiendo hacia otros barrios, como Libertad Este, Tres Focos y Centro e Isla Mala, y hasta el momento se ha completado la mitad de un tendido que abarca 27 kilómetros.

Sobre fines del año pasado, el deterioro de las calles era tan lamentable que se definió detener el tendido de caños y comenzar la repavimentación de las calles intervenidas.

Recorrer las calles de la antigua comarca sabalera genera diferentes sensaciones. A la hora de hablar con los lacazinos, se advierte los enojos, tristeza y desesperanza con relación al estado en el que se encuentra la ciudad.

En plena campaña electoral, dirigentes políticos se han encontrado con una ciudad abandonda y empobrecida.

Calles sin soluciones

“Esta calle se ha intervenido como tres veces”, dice un vecino del barrio Libertad Este. Para realizar las tareas de repavimentación de las calles, Abengoa Teyma contrató a una empresa que a su vez subcontrató a otra. Las sucesivas intervenciones realizadas en ese barrio han sido de mala calidad, por lo cual la Intendencia de Colonia -dueña de las calles, por así decirlo- definirá si acepta o no la obra finalizada. Pareciera que la comuna no está dispuesta a aceptar esos trabajos.

“Yo estuve un mes con el local cerrado sin venir a trabajar”, cuenta un comerciante que vende bicicletas y equipamiento para actividades deportivas. La calle José Salvo, en pleno centro de la ciudad, estuvo varias semanas cortada por la obra y posterior repavimentación, “y a mi local no venía nadie”. “Fueron semanas complicadas porque, además, cuando abrías el comercio, se te llenaba de tierra y era todo muy feo lo que estaba pasando”.

A pocos metros de allí, Solange, propietaria de la verdulería El Chaparral, asegura que “es tremendo lo que está pasando”. “Venimos trabajando entre la mugre, la verdad que es triste y lamentable a la vez”, agrega. “Hay una falta de logística muy grande, porque han ido trabajando como a la marchanta”, tanto en el “tendido de caños como la repavimentación”. Solange dijo que “hoy salís y están repavimentando acá, y mañana empiezan en un lugar y pasado en otro barrio, y así van, sin ideas”.

Para Solange, lo mejor hubiese sido que vayan haciendo las obras por barrio, “porque hoy vemos una ciudad que desde 2022 está hecha un desatre, abandonada y económicamente muy mal”.

Un barrio abandonado

Abenga Teyma comenzó a trabajar en el barrio Charrúa sobre fines de 2022. La calle Tabaré, a la altura de Tacuabé, a tres cuadras de la playa Sur, fue intervenida a comienzos de 2023, y en marzo de ese año “los trabajadores levantaron sus cosas y se fueron”, recuerda Freddy, un vecino de ese lugar.

“Acá rompieron la calle, colocaron los caños, taparon todo, dejaron unos caños que sobresalían como un metro para arriba, se fueron y no volvieron más”, cuenta, y agrega que un día “salí de mi casa con el auto y me choqué con ese caño. Les pedí por favor que los vengan a sacar”.

Freddy dice que “está todo mal, dado que vivimos entre la mugre, y lamentablemente no reaccionamos”. “Hoy nuestra calidad de vida es muy mala”, agrega, y continúa: “convivimos constantemente con tierra adentro y afuera de nuestras casas, con pocas ganas de salir de nuestros hogares”.

“El barrio y la ciudad se han empobrecido”, afirma. “Viajo dos veces por semana a Nueva Helvecia y da gusto ir, todo está muy prolijo, lindo, y cuando volvés para Juan Lacaze te tira para abajo”. “Vamos en espiral hacia abajo, no hemos tocado fondo aún”, reflexiona. “La gente se acostumbra a lo malo y lamenablemente pareciera que no le importa nada a nadie”, lamenta.

Foto del artículo 'Saneamiento en Juan Lacaze: crónica de una obra que destrozó la ciudad'

Foto: Ignacio Dotti

Solicitud “urgente” a Lacalle Pou

El Centro Comercial e Industrial de Juan Lacaze ha mantenido, a lo largo de los últimos meses, distintas reuniones con actores políticos y autoridades de organismos públicos, con el fin de encontrar soluciones a los inconvenientes detallados.

En esa línea, “ante esta situación crítica”, ese gremio de comerciantes resolvió enviarle una carta al presidente de la República, Luis Lacalle Pou, para solicitar una reunión de “carácter urgente” ante la “profunda preocupación” por el desarrollo de las obras de saneamiento en Juan Lacaze.

La misiva expresa que “nos encontramos frente a una serie de problemas que están afectando gravemente la calidad de vida de nuestros ciudadanos y el desarrollo económico local”. A consecuencia de las obras ejecutadas desde noviembre de 2022 y que hasta la fecha “no se ha finalizado ninguna de las zonas afectadas”, el gremio expresa que “han surgido graves problemas”, como “pérdidas significativas a comerciantes y empleados, con mercadería arruinada por la tierra y el movimiento de maquinaria, y roturas de vehículos de reparto por el estado de las calles”.

Además, los comerciantes lacazinos advirtieron que la presencia de pozos, la arena acumulada y la falta de señalización en las calles “han aumentado el riesgo de accidentes de tránsito, convirtiendo la circulación vehicular y de los peatones en un caos constante”.

La obra de saneamiento ha generado “un impacto negativo en el desarrollo turístico y en los eventos deportivos y culturales, comprometiendo el desarrollo económico de la ciudad”.

Con respecto a los efectos que esa obra trajo aparejada en centros de salud de la localidad, la carta explica que “se han visto gravemente afectados” los accesos a ambulancias, taxis, usuarios y personal. Asimismo, la tierra y el polvo acumulado en el ambiente “han causado grandes problemas respiratorios a cierta parte de la sociedad sabalera”.

Por último, el Centro Comercial “entiende la importancia de estas obras para el desarrollo de la ciudad, pero es crucial que se lleven a cabo de manera eficiente y sin perjudicar a nuestros ciudadanos y su calidad de vida”.

“Una opción es recurrir a la Justicia”

El alcalde de Juan Lacaze, Arturo Bentancor (Frente Amplio), manifestó estar “absolutamente indignado y muy enojado” por la situación que “nos toca vivir en Juan Lacaze”. En diálogo con la diaria, dijo que “ya no hay palabras para la indiferencia que manejan las autoridades de OSE”, y agregó que “no hay absolutamente nada de control de calidad con respecto a la obra que se está llevando adelante”.

El alcalde frenteamplista señaló que “las últimas expectativas positivas” las mantuvo con el llamado al Parlamento al presidente de OSE, Raúl Montero, por parte del diputado Nicolás Viera. Sin embargo, el jerarca de OSE no concurrió a la cita ya que culminó “la legislatura de este período”.

“Desde un primer momento se dijo que los trabajadores del municipio no pueden intervenir en los lugares donde debe hacerse responsable Teyma de la solución a los arreglos de las calles”, explicó Bentancor, pero “desde hace unos meses venimos realizando tareas de bacheo con nuestro personal para poder brindar una pequeña solución ante tantos inconvenientes y malestar de los ciudadanos”, continuó.

“Hemos realizado infinidad de gestiones y seguimos de la misma manera. No hay respuesta ni soluciones por parte de nadie”, cuestionó el alcalde, y añadió que “una opción que manejamos es la de recurrir a la Justicia, porque el estado de Juan Lacaze sigue siendo calamitoso”.