En junio los promotores del megaproyecto urbanístico +Colonia anunciaron, en una entrevista con la diaria, que las obras de construcción de los edificios comenzarían en julio, algo que finalmente no se concretó.
Tras las sucesivas dilaciones al arranque de esas obras, el sindicato de la construcción observa con preocupación “la falta de comunicación por parte de la empresa”, que contrasta con “el impacto que ha generado la información desplegada en redes sociales acerca de fechas de inicio, que se fueron retrasando, así como de la dimensión de la obra”, manifestó Gustavo Robatti, referente de ese gremio en Colonia, a la diaria. “Son temas que preocupan porque despiertan el interés y la incertidumbre entre los obreros de la construcción”, añadió.
El referente sindical manifestó que “no existe interés alguno de +Colonia en promover una instancia pública con nosotros”, porque desde el inicio de ese proceso “se han cambiado varias veces las formas de ejecución del proyecto y no está nada claro”.
El Sunca actúa “de acuerdo a la organización que podamos lograr dentro de cada centro de trabajo cuando la obra está en marcha”, pero en el desarrollo del proyecto +Colonia “hay algo muy preocupante, que es la expectativa que existe” y sobre la cual “no podemos dar respuestas porque no las tenemos”, planteó Robatti.
A la hora de trazar un diagnóstico sobre el presente de ese sector, el dirigente del sindicato de la construcción dijo que en el departamento de Colonia convive “una inexistente obra pública, sin grandes emprendimientos, con una gran informalidad laboral y con los anuncios sistemáticos de esta empresa, que generan preocupación por el gran porte del proyecto”.
Hasta el momento, en el predio donde se ubicará +Colonia, a poca distancia de la costa del Río de la Plata, se puede ver la caminería interna que “se ha realizado con cuatro o cinco operarios y no mucho más”, comentó Robatti.
A fines de 2022, los desarrolladores de +Colonia anunciaron la construcción del primer distrito que conformaría ese proyecto, denominado Génesis, que tendría unos 400 apartamentos. “Supuestamente tendrían el 80% vendido”, dijo Robatti, y agregó que “nos manejamos en supuestos, porque acá no hay nada claro,; ni la fecha inicial de obra, ni cuantas personas trabajarán, cuántos trabajadores del exterior tendrá, qué mano calificada se precisará, si se necesitará capacitación, entre otras cuestiones”.
Los aspectos vinculados a la organización gremial dentro de esa obra “los vamos a arreglar con la empresa cuando la obra esté instalada y en funcionamiento”, aclaró Robatti y continuó: “Todo el resto es lo que, en definitiva, nos llega a nosotros como referentes sindicales, y no sólo viene desde los trabajadores que están desocupados aquí en Colonia, sino también de los que están haciendo alguna changa lejos de su casa y ven la magnitud de la obra que aparece por redes sociales y piensan en hacer las valijas y volver al departamento”.
Sobre las instancias abiertas al público que el empresario Eduardo Bastitta y su equipo han mantenido en Colonia, Robatti dijo que “no asistió” porque, si bien “nos preocupa el impacto que podrá tener esta obra en el medioambiente, a nosotros nos tiene atentos cómo será la dinámica de la obra porque ahí sí, como sindicato de la construcción, podemos colaborar, sobre todo en estos momentos en que hay una incertidumbre muy grande, con una informalidad bestial”.
Consultado acerca de la situación laboral en el departamento de Colonia y cómo podría incidir el arribo de mano de obra extranjera, Robatti respondió: “Aquí tenemos trabajo de inmigrantes y, si bien hubo situaciones en las que tuvimos que intermediar y disponer de nuestras herramientas para regularizar, otras veces se dan situaciones, a partir de reglamentaciones existentes, con determinados porcentajes de mano de obra local y de personal extranjero”.
“Lo que nos preocupa es el ciudadano de Artigas, Paysandú o Rivera que se entera de que en Colonia habrá una obra de dimensiones muy grandes y se viene arrimando, ya sea con un campamento o un alquiler de forma medio irregular”, comentó.
El Sunca “no le cierra la puerta a ningún trabajador, ni del país ni del exterior”, afirmó, pero si la constructora Criba, que será la encargada de la obra edilicia, “contará con mano de obra de otro país, no es un problema si se le paga lo que se paga en Uruguay”, advirtió.
“Si venís [a trabajar] porque acá no hay especialidad, es una cosa”, pero “si te traen porque en Argentina se te paga un salario y acá se te va a pagar otro, si el gremio se entera, podemos llegar a regularizar, porque en este país hay una negociación colectiva vigente”, subrayó Robatti.