A mediados de julio, y tras más de cuatro años de movilizaciones socioambientales, sindicales, análisis académicos, técnicos y acciones jurídicas, el gobierno encabezado por Yamandú Orsi descartó el proyecto Neptuno-Arazatí, que promovieron las empresas Saceem, Berkes, Ciemsa y Fast –reunidas en el Consorcio Aguas de Montevideo–.
En el marco de una conferencia de prensa desarrollada por el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, el presidente de OSE, Pablo Ferreri, y el representante del consorcio, Alejandro Ruibal, se anunció que, tras tres meses de negociación, se “cambiarían algunos de los términos del contrato” firmado días antes de que el expresidente Luis Lacalle Pou terminara su mandato.
Es así que, según explicó, se utilizará ese mismo contrato para construir una planta potabilizadora en la cuenca del río Santa Lucía en la zona de Aguas Corrientes, que procesará hasta 200.000 metros cúbicos de agua, que se sumarían a los 670.000 que la actual planta produce. “Esta nueva potabilizadora va a permitir tener justamente cerca de 900.000 metros cúbicos de producción de agua potable que garantiza el abastecimiento”, detalló Sánchez.
Además de la construcción de esa planta, Sánchez anunció que el contrato va a implicar la construcción y reparación de cañerías sobre la “quinta línea de bombeo que ya existe”, lo que “garantiza”, “fortalece” y “robustece” el sistema de abastecimiento de agua potable para el área metropolitana”. El secretario de Presidencia también destacó que se va a construir una reserva de agua bruta en la zona de Solís Chico, sumada a una “pequeña potabilizadora”. De esa forma, continuó, se podrá “solucionar los problemas de acceso al agua potable de toda la Costa de Oro, desde Jaureguiberry hasta el arroyo Pando”.
Alternativa sabalera
En diálogo con la diaria, el diputado de Colonia por el Partido Nacional (PN), Mario Colman, expresó que, tras haber sido descartada la alternativa de instalar una toma de agua en Arazatí, “la mejor opción” para abastecer de agua a la zona metropolitana, incluyendo al departamento de San José, era extraer el agua desde el Río de la Plata, en la costa de Juan Lacaze, donde no era necesario construir un polder para hacer el almacenamiento de agua”, algo que “había sido manejado tanto por el consorcio empresarial como por OSE”.
El próximo lunes, el presidente de OSE, Pablo Ferrari, y el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, concurrirán a la comisión de Ambiente de la Cámara de Diputados para analizar la determinación de dar marcha atrás con el proyecto Neptuno, así como las opciones finalmente elegidas por el actual gobierno.
“Yo quiero preguntarles a Ferreri y a Ortuño por qué el gobierno nacional descartó la posibilidad de instalar la toma de agua en Juan Lacaze, ya que esa alternativa había sido manejada por las anteriores y por las actuales autoridades”, expresó Colman.
“En Juan Lacaze no existe el problema de la salinidad, es una fuente inagotable de agua, y no se está recargando a la cuenca del río Santa Lucía”, añadió.
Colman dijo que pretende “saber los motivos para esa negativa hacia la alternativa de Juan Lacaze” y descartó que el tendido de esa localidad coloniense hasta Montevideo represente un costo económico mayor que la alternativa impulsada por el actual gobierno, porque “no sabemos si con esta nueva opción vamos a obtener el agua necesaria para lograr el abastecimiento”.