Este miércoles comenzó la vacunación contra la covid-19 con Pfizer-Biontech para los adolescentes de 12 a 17 años. Según indicaron desde el Ministerio de Salud Pública (MSP) a la diaria, hasta ayer había 157.314 personas anotadas y 69.195 ya tenían fecha y hora para las dos dosis agendadas.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hay casi 290.000 personas comprendidas dentro de ese rango de edad. La vacunación se realiza en los mismos centros donde se inoculan las personas mayores de edad; se comenzará con los jóvenes de 17 años y luego se empezará a bajar hasta llegar a los 12. Quienes deseen agendarse pueden hacerlo con su cédula de identidad y fecha de nacimiento en el sitio Uruguay se vacuna, a través de la app CoronavirusUy, contactándose por Whatsapp al 098 999 999 o llamando al 0800 1919.
A diferencia de lo que está sucediendo con la mayoría de las personas que fueron inoculadas con Pfizer-Biontech, en el caso de los adolescentes se adelantará la administración de la segunda dosis para 28 días luego de haberse dado la primera, con el objetivo de retomar la educación media presencial con los alumnos ya inmunizados.
Entre los adolescentes que serán vacunados hay 3.100 que residen en hogares del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) o con familias de acogida. En este caso, habrá día y hora para que los vacunadores vayan a cada centro, según indicó el presidente del organismo, Pablo Abdala, en declaraciones a Subrayado.
Argumentos para vacunar a adolescentes
La decisión de incorporar este grupo etario a la vacunación con Pfizer-Biontech se tomó luego de la recomendación de la Comisión Nacional Asesora de Vacunaciones. Entrevistada por la diaria el 11 de mayo, la pediatra Mónica Pujadas, que integra tanto la comisión de vacunaciones como el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), recordó que Estados Unidos ya había aprobado esa vacuna para los adolescentes y que los grupos de pediatría defendían esta postura.
Según Pujadas, la dinámica de transmisión de este grupo es “un poquito distinta de la de los niños más chicos (que contagian menos), porque en ellos el comportamiento de los contagios es igual al de los adultos jóvenes”. Además, avanzar en su vacunación sirve “para protegerlos a ellos mismos y poder avanzar hacia una presencialidad segura en la educación secundaria”.
“Por otro lado, como se pueden contagiar, abordar este grupo etario es una manera de disminuir la circulación en la comunidad, y vacunar a esa población adolescente va a contribuir a que lleguemos más rápido a alcanzar la inmunidad de rebaño; por otro lado, en general, son un grupo etario que responde muy bien a las vacunas, y se vio que son seguras y que son efectivas en esas edades”, destacó.
En una columna publicada en la web de la Sociedad Uruguaya de Pediatría el 4 de junio, Pujadas también explicó que “a medida que los grupos de mayor edad se van protegiendo por la vacunación, o se van enfermando de covid-19, disminuyen los susceptibles y la infección se va desplazando a edades menores”.
Asimismo, destacó que los estudios hechos tanto por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) estadounidense como por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) “han demostrado muy buen perfil de seguridad y alta eficacia de la vacuna en este grupo etario, incluso para reducir la transmisión”, al tiempo que los efectos adversos reportados son leves y reversibles, como dolor en el sitio de inyección, fatiga, fiebre o cefalea y “casos muy infrecuentes” de miocarditis en varones jóvenes con asociación temporal, que fueron “episodios leves y con remisión rápida, y en los que no se pudo establecer asociación causal”.
Esos estudios también estimaron que “es mucho más probable tener una situación adversa, incluyendo miocarditis, por covid que por vacunarse”, destacó Pujadas.
“Los adolescentes constituyen uno de los grupos en que la pandemia ha producido mayor impacto físico, mental y social. Protegerlos adecuadamente con vacunas contribuirá a la continuidad del proceso educativo, a realizar deportes de modo seguro y a retomar paulatinamente la actividad social”, concluyó la pediatra.