La feria gastronómica Garage Gourmet toma la ex Cárcel de Miguelete

Estos primeros fríos llaman a abrigarse por dentro, y el equipo de Garage Gourmet cumple, organizando una vez más en el Espacio de Arte Contemporáneo su feria Ollas del Mundo, esta vez extendiendo sus dominios a un segundo patio de lo que fuera la cárcel de Miguelete.

La quinta edición del festival gastronómico, que desde 2017 explora la ciudad de acuerdo a lo que sugieren las estaciones (en primavera es el picnic en el Botánico), contará con más de 40 poderosas opciones pacientemente elaboradas: buseca criolla, locro argentino, boeuf bourguignon francés, sopa pho vietnamita, pollo tailandés, estofado de jabalí, frijoles de olla mexicanos, rogan josh (curry de cordero indio; ver esta misma página), cazuela y curry de garbanzos, cruzado de pollo y res venezolano, daube (estofado provenzal), guiso de porotos blancos, lentejas vegetarianas. No todos los platos serán guisados; acompañarán la oferta hamburguesas, carnes asadas, opciones veganas, postres, cervezas artesanales, vinos nacionales, kombucha y otros fermentados.

Como es costumbre, montarán un mercado donde abastecerse con aceites, quesos, frutos secos, productos orgánicos, licores, especias, y habrá intercambio de semillas, venta de plantas, plantines e implementos para el huerto.

Espíritu de hormiga

Uno de los momentos más esperados será cuando esta tarde a las 15.00: Mauricio Pizard, Joaquín y Javier Pastorino presentarán en sociedad el primer libro de esta plataforma de contenidos gastronómicos (también alimentan, valga la imagen, el portal www.garagegourmet.uy), dedicado a los fermentados, escabeches y vinagretas, encurtidos, salsas y concentrados, almíbares y mermeladas, pestos y terrinas, confituras y licores. Lo titularon Conservas (editorial Grijalbo / Penguin Random House) y, trabajando con los cocineros Pía Morosini, Gabriela Miconi, Inés Marracos, Laura Rosano, Irene Delponte, Mauricio Olivieri y Guillermo Sosa, lo llenaron con 75 recetas para sacarles provecho a los ingredientes de cada estación.

El otoño puede ser adecuado para un licor de cedrón, un zapallo en almíbar con cal, un paté de jabalí, unos hongos de eucalipto en escabeche, un labneh. Es a la vez un manual, que hace un recorrido histórico documentado en un bibliografía que pasa desde Michael Pollan hasta Lévi-Strauss y detalla exhaustivamente cómo deben escogerse los alimentos, los diferentes métodos de conservación, los procedimientos para esterilizar frascos y los sitios donde conviene almacenar.

Al deleite visual de esos vegetales, frutas, carnes y semillas esperando para ser consumidos se agrega la utilidad de un anexo, que abunda en tablas de vida útil, escalas de picor, medidas y equivalencias.

El libro ya va por su segunda edición y su mérito reside no sólo en recoger tradiciones familiares. Por ejemplo, contiene una receta de manteca de pistacho que hacen con aceite de coco, y fundamentan inclusiones de este tipo, rompiendo sus propios esquemas: “Los pistachos no se cosechan hasta el verano, pero todos los que hay en nuestro país son importados, por lo que esta receta puede realizarse en cualquier época del año. No es un producto local ni de estación, pero vale la pena incorporarlo a nuestra cocina por su delicado y dulce sabor que lo hace ideal para repostería y confitería –helado de pistacho–, pero también para aperitivos y picadas tras el tostado y salado”.

Ollas del Mundo, hoy de 11.00 a 21.00 y mañana de 11.00 a 18.00 en los patios de la ex cárcel de Miguelete, en el Espacio de Arte Contemporáneo - EAC (Arenal Grande 1930 y Miguelete). Entrada gratis.