El año pasado el hockey uruguayo estuvo en el tapete cuando salieron a la luz casos de acoso y abuso sexual dentro de la disciplina. En primer lugar, una jugadora denunció ante la Federación Uruguaya de Hockey a un entrenador por varias situaciones de acoso y abuso cometido en un viaje de selección y durante el proceso para el viaje. La fiscalía actuó de oficio y hasta el momento no hubo resolución. La federación determinó que este varón fuera apartado de su cargo por 20 años.
A raíz de este suceso un grupo de jugadoras crearon el colectivo Espacio Seguro Hockey (ESH), para apoyar y difundir esta denuncia.
Como suele suceder, cuando una víctima denuncia impulsa a otras a que alcen la voz. El hockey no fue la excepción y luego de este hecho otra compañera realizó otra denuncia. La jugadora denunció formalmente a un técnico por haberla violado cuando tenía 15 años en el ámbito privado, en 2013. Esta vez la acusación se realizó ante la Justicia, aunque, previamente, se comunicó lo sucedido al club donde él trabajaba y a la federación. Desde entonces el caso permanece en investigación.
El técnico denunciado en este último caso, Sebastián Castillo, asumió esta semana como entrenador del equipo de reserva femenina de Northfield. Más claro: Northfield contrató como entrenador a un varón que fue acusado hace un año por violar a una jugadora (jugadora que, por cierto, está activa y podría llegar a disputar un partido contra Northfield).
Denuncia sin avances
A un año de hecha la denuncia no hay resoluciones, la causa se sigue investigando y por ende no hay fallo todavía.
“Hablamos mucho del tema, escapa de nuestras manos porque es la Justicia la que determina si es inocente o culpable, y hasta entonces puede seguir trabajando donde sea, y esa libertad se tomó este club para contratarlo”, manifestaron desde ESH.
“Las instituciones y la federación se contradicen al contratar entrenadores que tienen denuncias de abuso, de violación, de acoso, y una vez más es la víctima la que tuvo la fuerza y valentía de denunciar si juega o no juega para cruzarse o no con esta persona, con todo lo que eso remueve”, agregaron.
Desamparadas
El colectivo lanzó hoy un comunicado haciendo pública esta situación, en el que alegan que el tiempo ayuda a olvidar y el silencio vuelve a imponerse.
“Quienes no olvidan son las jugadoras; niñas, adolescentes, mujeres, que sufrieron estas situaciones y que cada comienzo de torneo se ve actualizado el dolor al ver que ciertas instituciones les siguen dando la espalda y las exponen a cruzarse en la cancha con su agresor todos los fines de semana”, sostienen.
Y se preguntan: ¿cuál es el mensaje que se está dando a las generaciones que siguen? Hoy denuncian públicamente una vez más y piden “una resolución ejemplarizante que transmita un mensaje claro para que situaciones como estas no vuelvan a pasar”.
Las denuncias hechas no están archivadas, pero las investigaciones ya llevan un año de demora; mientras, hay entrenadores denunciados por acoso, abuso y violación al mando de equipos que compiten en el torneo de la Federación.
“Entendemos que el sistema judicial tiene sus tiempos, pero mientras tanto siguen sufriendo quienes se animaron a dar un paso al frente con todo lo que eso les implica, sin tener una respuesta de la -justicia que las respalde”, expresan las jugadoras.
Además, cuestionan la recepción de las denuncias. “Hay que denunciar para que nos crean. Pero ¿denunciamos y qué pasa? ¿No sirvió animarse? ¿La Federación permite que entrenadores denunciados por situaciones de abuso habiten sus canchas? ¿Algunos clubes los vuelven a contratar?”, se preguntan.
“La espera en estos casos se hace insoportable. Nos angustia, nos duele y se nos hace difícil seguir adelante. Lamentablemente llevó a que varias jugadoras se alejaran del hockey por miedo y cansancio” exponen desde ESH.
Además, explican que no dispusieron de los espacios necesarios para sostener los talleres que se habían creado justamente para actuar a nivel de prevención del acoso y el abuso y para promover el buen trato por parte de clubes y la Federación.
Por su parte, la Federación, al ser consultada por Garra sobre esta situación, recomendó: “En lo referente al Club Northfield, que es una Institución del Derecho Privado, deberán dirigirse a ellos”. En lo referente al Protocolo de acoso que desarrollaron el año pasado, aclararon que “el mismo ya se aplica en toda su extensión y con un estricto contralor por parte de Nuestra FUH”.