Las elecciones de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) están fijadas para este jueves a las 18.00. Hasta la tarde del miércoles había dos candidatos: Pablo Ferrari –la oposición– e Ignacio Alonso –el oficialismo–, pero Ferrari se bajó porque entiende que la Conmebol no le permitió que su candidatura siguiera en curso por tener un vínculo laboral con la Secretaría Nacional del Deporte (SND).
La jornada electoral podría suspenderse porque los clubes de la oposición presentaron un recurso ante la Justicia civil y el Ministerio de Educación y Cultura por entender que hubo irregularidades en el proceso electoral. Por ese motivo la AUF fue citada a declarar ante la Justicia este jueves a las 12.00; luego de esa reunión se sabrá si las elecciones se harán o se suspenderán.
Por el momento, Alonso es el único candidato. Si la elección no es impugnada y continúa su curso, existe la chance de que la oposición busque un nuevo candidato.
El reparto
En los números, Alonso contaba con 52 votos de los 76 posibles, mientras que Ferrari tenía 24 a favor. Con esos números, teniendo Alonso más de dos tercios (51) de los votos posibles, el actual mandatario seguramente ganara en la primera vuelta.
Para que se entienda, los votos se reparten de esta manera: cada uno de los 16 clubes de Primera División tiene dos votos, es decir, representan un total de 32; los 14 clubes de Segunda División tienen un voto cada uno; el fútbol amateur tiene nueve votos de la Organización del Fútbol del Interior, seis de la Primera División Amateur, uno del fútbol femenino y uno del futsal; en los grupos de interés, los jugadores tienen 11 votos, mientras que entrenadores y jueces tienen uno cada uno, respectivamente.
A la votación podrán ingresar sólo quienes participarán en el Congreso y los encargados de fiscalizar la elección, es decir, los integrantes de la Comisión Electoral, que son Jorge Franzini, José de Souza y Alberto Giménez, y, en calidad de suplentes, Richard Milán, Walter Alfaro y Edgardo Guillamas Sturm.
El plan Alonso
A lo largo de este período, los argumentos que utilizó Ignacio Alonso en la campaña electoral tienen que ver con cosas que ocurrieron durante sus años de mandato. El presidente de la AUF manifiesta que en su gestión:
Se dio estabilidad a las competencias locales con una política activa de búsqueda de captación de inversiones que mejoró lo económico y permitió aumentar de forma considerable los ingresos de la AUF.
Se respetan a rajatabla las fechas de inicio y de fin de todos los campeonatos, con un aumento de la cantidad de partidos que se juegan gracias a la nueva competencia: la Copa Uruguay.
Se sostuvo a los clubes durante la pandemia, y se logró ser el país que más temprano pasó a jugar, junto a Ecuador y Paraguay, los campeonatos locales.
Se hizo una inversión histórica en el fútbol uruguayo.
Se mejoraron las competiciones amateur.
Se reestructuraron los procesos de selecciones nacionales, con una lógica nueva, dirigida por Jorge Giordano y Esteban Gesto.
Se incrementaron los ingresos de la historia del fútbol uruguayo, con una venta histórica de derechos de selección a los distribuidores y a los consumidores finales, que hizo que se multiplicaran por 12 los promedios de venta de los derechos de televisión de amistosos, la venta más importante en derechos de televisión en las Eliminatorias.
Se trabajó para mejorar la inserción internacional del fútbol uruguayo, retomando la candidatura del Mundial 2030 con protagonismo de la AUF y con la celebración de las tres finales únicas en 2021, que repercutió en la refacción del estadio Centenario.