André Gohr, del equipo Unifunvic de Brasil, ganó el prólogo de la Vuelta Ciclista del Uruguay y vestirá de amarillo en la primera etapa, que se correrá este viernes entre Colonia del Sacramento y la ciudad de Canelones.
De ida
Por la rambla hacia el casco histórico de Colonia pasó un ciclista por minuto, con exactitud casi cronometrada, durante dos horas y media. Fue luego de las 18.00 horas cuando el primero de ellos, Marcelo Píriz del Club Social y Deportivo Amanecer, bajó la rampa de largada de la prueba contrarreloj individual, que tuvo 7,6 kilómetros de recorrido. Cada uno de los largadores dejó atrás la Plaza de Toros con el impulso de la bajada rumbo a la costa.
Los deportistas hicieron su entrada en calor sobre dos ruedas del lado oeste de la Plaza de Toros, aprovechando la ancha calle que rodea el viejo escenario, ahora remodelado. Del lado este se instaló el arco de llegada, al que los ciclistas se aproximaron unos diez minutos después de largar.
Santiago Silva, del Armonía de Fray Bentos, durante el Prólogo de la Vuelta Ciclista del Uruguay. Foto: Alessandro Maradei
Una cadena de comisarios controló sin faltas la largada de la prueba. Con un megáfono en mano, el primero de ellos llamaba a los competidores que partirían minutos más tarde. Su compañera los recibía y se encargó durante todo el transcurso de la competencia, de preparar al siguiente en subir a la plataforma de largada. Por lo general tenía listos a dos, para que no hubiera descuidos.
Sobre la tarima, el comisario César Machado les anunció a los pedalistas la cuenta regresiva, del cinco al uno, antes de dar el top de largada. Uno por minuto, así se fueron.
Con la actitud del que acompaña, un señor cebó mate parado al costado de la largada y miró atentamente, desde abajo de su boina, cómo se repitió el proceso una y otra vez.
Con la actitud de la que acompaña, una señora le gritó a los ciclistas de su equipo, solo a ellos, cuando les tocó largar.
El público acompañó, no sólo en número, también en actitud. El ritual de los presentes, al tomarse un mate, comer una torta frita o soltar un grito de aliento, fue el de acompañar el desarrollo de la prueba. Algunos lo hicieron hasta el final, otros se fueron temprano, satisfechos de haber visto a unos cuantos rodar por las calles de su ciudad.
Niños ciclistas, presenciando el Prólogo de la Vuelta Ciclista del Uruguay en Colonia. Foto: Alessandro Maradei
De vuelta
Por la rambla rumbo al Real de San Carlos pasaron los ciclistas en intervalos variables, ya no de a uno por minuto. Es que salieron cada 60 segundos, pero luego de siete kilómetros de recorrido, sus diferencias se agrandaron o se achicaron según el rendimiento de cada uno.
Las reposeras se abrieron a lo largo de todo el paseo para sentarse a mirar ciclismo en la tarde-noche del jueves, que estuvo gris pero sin lluvias, y con temperatura agradable. Sobre dos ruedas los colonienses vieron a los deportistas alejarse y perderse de vista en la curvada avenida, pero volver a aparecer apenas un ratito después, en sentido contrario.
Las últimas cuadras para pedalear fueron en repecho, con olor a grasa hirviendo que salía de un carrito y a chorizo chorreante de un medio tanque. Un puñado de espectadores se mantuvo en ese extremo del recorrido para verlos marcar su tiempo.
Alguno llegó apurado, queriendo recortarle segundos al reloj, parándose sobre la bicicleta, quemando piernas en el corto esfuerzo del Prólogo. Otros llegaron luchando, con el mismo objetivo de recortar tiempo, pero con distinto talante, como si las fuerzas no hubiesen sobrado. No todos estuvieron dando su máximo. Algunos cruzaron la meta rodando con comodidad y sin esfuerzos excesivos, porque las piernas se cuidan para los próximos 10 días.
Agustín Alonso (Villa Teresa), André Gohr (Unifunvic) y Roderyck Asconeguy (Villa Teresa) en el podio del Prólogo. Foto: Alessandro Maradei
De a ratos, pasaron los que llegaban para ganar. Fueron los de andar más parejo, desarrollando alta velocidad pero sin gesto de esfuerzo o cansancio al pasar por la línea de meta; se saben favoritos. Solamente ganó uno, fue André Gohr de Brasil.
El ciclista de Unifunvic completó el recorrido en 9 minutos y 14 segundos. Dejó atrás a Agustín Alonso (9:18) y Roderyck Asconeguy (9:20), ambos del Villa Teresa. También del Villa Teresa fue el mejor Sub 23, Ivo Weickert (9:36), que terminó 15º en la etapa.
Este viernes, las mallas que se entregaron las vestirán ellos: Gohr, la amarilla de líder, Alonso, la blanca de mejor uruguayo, y Weickert, la naranja de líder de la clasificación Sub 23. La Vuelta Ciclista del Uruguay acaba de empezar.
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