Empieza el Intermedio, un torneo que ha sido víctima de bullying per se, pero también por la pobreza y por el desperdicio de su nombre, que podía ser plataforma de homenaje de tantos nombres e instituciones que han hecho grande a Uruguay. También por la pobreza de su premio, que nunca ha podido ser capitalizado por el club que lo ha ganado porque los triunfadores del torneo –que agrega partidos a la competición anual y que se ha jugado en siete ocasiones desde que la temporada se volvió a jugar en concordancia con el calendario gregoriano– han llegado a las copas Conmebol por otras vías.

Desde que existe, sólo ha tenido dos ganadores: Nacional, en cinco oportunidades, en todas las cuales jugó la Copa Libertadores, y Liverpool, que en una de las ocasiones jugó la Sudamericana –la de cuando ganó el Intermedio en 2019–, pero clasificó con luz en la quinta colocación de aquel Uruguayo.

Sin embargo, es un campeonato que aporta muy buenas cosas al desarrollo de la temporada y que permite, en sus siete partidos, cuando ya se produjo la metamorfosis de la tabla del Apertura a tabla anual, provocar intensos sacudones o casi imperceptibles cambios que, a la larga, terminan siendo determinantes en la primavera del Clausura. Salvo dos ocasiones en las que Peñarol inauguró la anual como campeón del Apertura y mantuvo el liderazgo tras el séptimo partido del Intermedio, este torneo siempre ha cambiado la general antes del comienzo del último torneo del año.

Puntos que pesan

Desde su primera edición, la de 2017, se pudo advertir que los 21 puntos en juego suelen resultar determinantes para la tabla anual y, por ende, para todo lo que depende de esta en la definición del Uruguayo, en las clasificaciones a los torneos internacionales y en el descenso.

Desde que se inauguró hasta ahora, siempre ha sido una suerte de torneo provisorio, y cuando se propuso que se juegue al inicio de la temporada, bajo el también pobre nombre de Inicial o Iniciación, esta idea no consiguió la aprobación de los clubes competidores.

Sólo este año hicieron un ajuste en la organización de las series, que beneficiaba al campeón al hacerlo jugar con mayor cantidad de clubes que no habían tenido un buen Apertura: al cambiarse el criterio de conformar los dos grupos según las posiciones pares e impares, se evitó que el segundo del Apertura se enfrentara con el peor del torneo.

Medio la diaria

Este miércoles de mañana, mientras daban los datos de la primera fecha de la octava edición del Torneo Intermedio, en el programa Minuto 1 de Carve Deportiva, conducido por Martín Charquero, renovaron la discusión sobre la utilidad del torneo con posiciones controvertidas como la de Óscar Belo, que dijo que empezaba el torneo más aburrido del fútbol uruguayo, y datos históricos de Juan Pablo Romero. A Charquero le pareció que era posible hacerlo parecido al Apertura argentino, con series, cuartos, semis y final, todo a un partido, pero no congeniaban en cuanto a la cantidad de partidos que se estiraba o retraía la temporada y cuántos puntos podía haber en disputa.

Así como anticipamos en cinco años el proyecto de la Copa Uruguay, aquí les presentamos el torneo que sustituirá al Intermedio, que tendrá otro nombre, pero mientras tanto y con el paso de los años será reconocido como el torneo la diaria. Tendrá un mínimo de siete partidos para los 16 participantes y un máximo de diez para los finalistas, por lo que sólo se agregan tres fechas y una semana de competición.

El campeonato tendrá cuatro series, cada una conformada por cuatro equipos, subdivididas de manera casi idéntica a las dos actuales. La serie A con 1, 5, 13 y 16; la B con 4, 8, 9 y 12; la C con 2, 7, 11 y 15; y la D 3, 6, 10 y 14. En las primeras tres fechas, cada club enfrentará a sus tres rivales de grupo, mientras que en las cuatro restantes jugarán con los de la serie contigua, pero siempre sumando para la tabla propia. Avanzarán el primero y el segundo de cada uno de cada grupo y luego se irán eliminando a partido único hasta el final. De esta manera, ocho clubes jugarán siete partidos, cuatro jugarán ocho, dos tendrán nueve encuentros y los finalistas llegarán a diez.

Se deberá tener en cuenta que los primeros de cada serie son locales al enfrentar a los segundos en cuartos de final, cada uno de los ganadores es semifinalista y jugará en idénticas circunstancias, y así hasta la final. Estos tres últimos partidos no llevarán tres puntos por victoria, pero sí una bonificación de un punto por pasar en cada fase de playoff y uno más para el campeón, de modo tal que quien alce la copa podrá sumar hasta tres puntos más que se sumen a los 21 que juegue en las series.

El ganador del torneo tendrá asegurado un piso de cupo en la Sudamericana, pero además disputará, a un partido, con el cuarto de la Anual el puesto de la fase 1 de la Libertadores y, naturalmente, participará del Súper 4 que, con el campeón del Apertura, del Clausura y de la Copa Uruguay, definirá al ganador de la Supercopa Uruguaya.