El dato

Se dieron a conocer los últimos datos de inflación correspondientes al mes de setiembre por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE). A nivel general, el aumento de precios durante los últimos doce meses se aceleró por encima de las expectativas y se situó en 9,95%. Adicionalmente, si se observan las variaciones de precios de la canasta relevante para el 10% de menores ingresos, esta se encontró por encima del nivel general y también del incremento de precios observado para la canasta del 10% de mayores ingresos.1

Esto implica que el poder de compra se deterioró de forma más rápida para el 10% más pobre que para el 10% más rico y que para la población en general. El motor de este deterioro se encontró en el incremento del precio de los alimentos, que interanualmente ya alcanza el 14%.

Foto del artículo 'Gráfico de la semana | Inflación: ¿aumentaron más los precios relevantes para los hogares pobres?'

El contexto

¿Por qué diferenciar aumentos de precios distintos para los hogares más ricos y más pobres?

La evolución general de los precios de la economía, conocida como inflación cuando es creciente, se calcula por parte del INE para una casta de consumo promedio (recogida en el Índice de Precios al Consumo, IPC). Sin embargo, la composición de las canastas que consumen los hogares de menores ingresos es distinta a la que consumen los hogares de mayores ingresos. Por ejemplo, cuanto mayores son los ingresos de los hogares, en general estos destinan un porcentaje cada vez menor de sus ingresos a la alimentación.

Este fenómeno, conocido en economía como la ley de Engel, también se observa en Uruguay. Según la encuesta de gastos e ingresos del INE, los alimentos representan el 35% de los gastos del 10% más pobre (primer decil de ingresos) y apenas el 11% en el caso del 10% más rico (último decil de ingresos). El aumento de precios de los últimos años estuvo fuertemente influenciado por una aceleración del precio de los alimentos. Por tanto, resulta relevante observar esta diferenciación entre hogares. La evolución de precios calculada en el gráfico considera el peso relativo que tiene el componente alimentario y no alimentario en los diferentes niveles de ingresos (en este caso, el 10% más pobre y el 10% más rico).

¿Qué ha sucedido con los alimentos?

El crecimiento de los precios de los alimentos viene acelerándose desde hace más de un año, hasta alcanzar un nuevo máximo relativo interanual de 14%. Destacan algunos aumentos de algunos bienes muy importantes en la mesa de los hogares uruguayos. Entre los elementos de gran estacionalidad y volatilidad destacan las legumbres y hortalizas, que acumulan un aumento de 35% en relación a setiembre de 2021 (112% tomate, 185% cebolla, 108% zapallo y 83% boniato). Dentro de los alimentos más básicos de los hogares destaca el aumento interanual de 16% correspondiente a pan y cereales (por ejemplo, el precio de la harina aumentó 25%, los fideos 20% y, en promedio, el pan lo hizo en 15%) y también el incremento de 16% para la división que nuclea la leche, los quesos y los huevos.

¿Qué se espera de la inflación en el corto plazo?

Las expectativas del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), así como la de los analistas privados y de los empresarios se encuentran totalmente desancladas respecto al rango meta definido por el Banco Central del Uruguay, tanto para el cierre de este año como para el año próximo. Por ejemplo, según las expectativas del MEF plasmadas en la Rendición de Cuentas, la inflación al cierre de este año se ubicaría en el entorno de 8,5% y el año próximo en torno a 6,7%. Ambos valores se encuentran por fuera del techo del rango meta establecido por la autoridad monetaria, que justamente bajó de 7% a 6% el mes pasado. Algo similar sucede con los empresarios. Según la última encuesta de expectativas divulgada el viernes por el INE, la mediana de respuestas sitúa la inflación en 9% para este año y en 8,8% para los 12 meses móviles que culminan en agosto de 2023. Según esta perspectiva, la inflación no bajaría del 8% en un horizonte de 24 meses (8% es la previsión empresarial para el período setiembre 2023-agosto 2024).


  1. Ver discusión y metodología en la siguiente nota de Fernando Esponda, “La inflación de los pobres y de los ricos”