Este miércoles 14 a las 17.30, familias cuyos niños concurren a la escuela pública se manifestarán en la plaza Varela en reclamo de “presencialidad plena”, es decir, que los niños puedan ir todos los días a las escuelas y no “en cuentagotas”. La convocatoria surgió de un grupo de padres de la escuela 83, preocupados por “no ver el desvelo de las autoridades en generar respuestas alternativas para aumentar la presencialidad”, explicó María Clara Leis a la diaria. La integrante del grupo convocante dijo que están contentos con algunas repercusiones que tuvo la movilización, como el regreso a la obligatoriedad de la educación a partir del martes 13, pero mencionó que con eso “no alcanza: obligatorio tiene que ser ir todos los días a clase”.

La marcha del miércoles también es convocada por el colectivo Familias Organizadas de la Escuela Pública, que reclama mayor presencialidad, y el sábado en su última asamblea se confirmó que también habrá manifestaciones espontáneas en Florida y Ciudad de la Costa.

Leis aseguró que ha habido iniciativas de las familias o de los docentes para generar respuestas y aumentar los días de clase. Por ejemplo, en algunas escuelas alquilaron carpas de eventos para generar más salones de clase, hay equipos de arquitectos “sacando medidas para ver de qué manera se pueden organizar los espacios”, y mencionó como ejemplo de la escuela 83 que, por la preocupación de la dirección, “se pidió mobiliario prestado, sillas, a las facultades de Ciencias Sociales y de Arquitectura, con lo que se optimiza el espacio y se pudo generar que los sextos años vayan todos los días desde octubre”. Pero Leis advirtió que estas son “soluciones muy artesanales, y no tienen una respuesta desde las autoridades”, o que implican en algunos casos “una sobrecuota de las familias para la comisión de fomento”.

Además dijo que ante algunas de las propuestas de familias o de comisiones de fomento “se nos han puesto trabas desde las autoridades. Parecería que no estamos en la misma sintonía respecto de la necesidad y urgencia que tenemos porque los chiquilines vuelvan a clase”.

Para la madre el mayor problema es la exigencia del metro y medio de distancia entre estudiantes que incluye el protocolo, y apuntó a lo contradictorio que es “que haya chiquilines que se bajan de un ómnibus lleno para ir a respetar distancias en el aula; no se entiende”.

Respuestas insuficientes

Ante el reclamo de las familias, el presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Robert Silva, señaló que se requiere presupuesto para contar con locales y con más docentes, lo que para Leis genera más preocupación. “Ahora se está votando el presupuesto y no hay una partida para pensar la emergencia; hay cierto desdoblamiento de la autoridad, porque él es el decisor pero por otra parte no parecería que es el que toma las decisiones”.

Por otra parte, en una entrevista con En perspectiva, uno de los integrantes del Codicen en representación del Poder Ejecutivo, Juan Gabito, dijo respecto de la posibilidad de pedir colaboración a otros organismos públicos en la búsqueda de más locales que no se puede decir que falte apoyo, “porque esa colaboración no se ha pedido; creo que falta un poco de imaginación”.

Natalia Cámara, una de las integrantes, consideró que en la respuesta a los planteos “no hay una voz única del lado de las autoridades de la educación”, y reafirmó, en tiempos de votación del presupuesto, que para garantizar la presencialidad plena “necesitamos mejorar los recursos para el organismo”.

Respondiendo al planteo de no incrementar recursos, los padres preguntan “qué pasó con los fondos asignados a comedores, que sabemos que el sistema de viandas fue más costoso, pero igual implicó mucho menos de lo planificado en el presupuesto; o qué pasó con lo destinado a campamentos educativos y con todo lo presupuestado para este año que no se ejecutó”. El colectivo tendrá un encuentro con el Codicen el jueves 15.

Ante la falta de docentes, algunas familias plantearon si los practicantes de magisterio no podían estar más tiempo en las escuelas, a lo que se les respondió que no; también se planteó la contratación de talleristas, pero, según se les informó, en la educación pública no se puede contratar a otros docentes que den contenidos que debería dar la maestra. “La respuesta de que no hay presupuesto es muy preocupante. Las autoridades tendrían que estar ensayando toda la creatividad posible para poder terminar en un escenario de máxima el 2020”, reafirmó Leis.

Los padres eligieron la plaza Varela por su valor simbólico, y esperan una gran concurrencia “para que se visualice cuántas familias estamos atravesadas por esta cuestión de la presencialidad en cuentagotas, porque en muchos entornos no vinculados a la escuela pública se cree que los niños volvieron todos los días, y no es así”, dijo Leis. La convocatoria es en particular a adultos, y las familias piden que se cumpla con el distanciamiento físico y con la asistencia con tapaboca.