Utec desarrolló laboratorios de realidad virtual y remotos para continuar con las clases

Los estudiantes de la Universidad Tecnológica (Utec) pueden recorrer los pasillos de los laboratorios equipados con la última tecnología, observar los instrumentos, saber cómo se llaman y para qué sirven, sin moverse de sus casas. El laboratorio de Microbiología, el de Termodinámica y el de Electrónica, junto a los otros diez laboratorios que tiene la Utec, están disponibles para docentes y estudiantes a pesar de estar cerrados desde el 16 de marzo. Esto es posible porque la Utec logró hacer representaciones de realidad virtual de todos los laboratorios y los puso a disposición de su comunidad.

Los laboratorios de realidad virtual estaban disponibles desde fines de 2019 y ahora se combinan con diez laboratorios remotos para las carreras Energías Renovables y Mecatrónica. Según explicó a la diaria Juan Marrero, responsable del área de Tecnologías Aplicadas al Aprendizaje, “los laboratorios remotos tienen el cometido de permitirles a los estudiantes poder realizar algunos tipos de prácticas desde sus casas. Lo que hicimos es una plataforma web que se comunica con las placas de arduino, cámara web e interfaz web, por lo que el estudiante puede desde su casa manejar los equipos del laboratorio y realizar algún tipo de práctica”.

Por ejemplo, los estudiantes de Física de la carrera en Mecatrónica pueden entrar al laboratorio remoto y hacer prácticas de refracción con aparatos que físicamente se encuentran en la sede del Instituto Tecnológico Regional (ITR) de Durazno. Para ver cómo cambia el ángulo por el que ingresa y sale la luz pueden mover el disco, cambiar la graduación y accionar el láser que les permite hacer las prácticas, observando todo gracias a una cámara web.

Marrero detalló que “este instrumento se utiliza para muchísimas prácticas de las carreras de ingeniería en Energías Renovables y Mecatrónica, sobre todo porque es un proyecto que se armó hace poco tiempo y se van involucrando distintos estudiantes de a poco. Para configurar el laboratorio remoto tenemos que ir presencialmente la primera vez, entonces por ahora es más difícil generar nuevas prácticas, pero los estudiantes de esas carreras lo están usando bastante”.

Lo que aún no está al alcance de la Utec es crear laboratorios remotos que manejen equipos más finos: “No podemos hacer pruebas con tubos de ensayos y líquidos”, ejemplificó el docente, pero aún resta mucho potencial por explorar en las prácticas que están habilitadas.

La dinámica de trabajo con los laboratorios de realidad virtual y los remotos se basa en la corriente de aulas invertidas, que propone “al estudiante como protagonista principal del aprendizaje, interactúa con los equipos, los va conociendo y cuando llega al laboratorio en la instancia presencial no tiene que invertir tiempo en conocer las herramientas y cómo utilizarlas, sino que directamente va a la práctica para adquirir las competencias y habilidades que están dentro de los cursos curriculares”, comentó Marrero.

“Por ejemplo, el docente de Física, en la carrera de Energías Renovables, les pide a los estudiantes que hagan el recorrido virtual en el laboratorio de realidad virtual y a su vez que realicen algunas prácticas en los laboratorios remotos, unificamos dos plataformas y hacemos que el estudiante pase por dos tipos de instancias distintas, y que sea una experiencia digital un poco más activa”, puntualizó el docente.

En la Utec también están trabajando con impresoras 3D que se pueden programar a distancia y avanzan en diálogo con Plan Ceibal en el uso de las placas Micro:bit, por lo que Marrero pronostica un incremento de la tecnología para generar nuevos laboratorios que involucren, por ejemplo, un brazo robótico que pueda levantar algo y llevarlo a otro lado con movimientos generales.

Otro de los recursos que han implementado son los videos, pequeños cortos audiovisuales enriquecidos que los docentes pueden usar así como están o modificar (respetando los derechos de autor), que llegan a todas las carreras y abarcan temas como los ciclos del carbono, la replicación del ADN o normas del laboratorio.

Desde el principio

La Utec se inauguró en 2013 con una línea estratégica que apuntaba a “incluir la tecnología en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Empezamos con una investigación muy detallada de cómo se utilizaba la tecnología en las universidades, creamos una estrategia quinquenal y empezamos a explorar distintas opciones. En base a eso hicimos un proyecto piloto de cursos MOOC [Cursos Online Masivos y Abiertos], vimos que funcionaba muy bien con los estudiantes y hoy en día tenemos más de 100 cursos en esa modalidad para los estudiantes de Utec y estamos empezando a abrirlos al mundo”, destacó Marrero.

De esta forma también incorporaron la realidad virtual. Se comenzó con proyectos pilotos puntuales y, una vez evaluados, cuando comprobaron que potenciaban la experiencia de los estudiantes y los docentes, los extendieron y profundizaron.

Más allá de los laboratorios, todos los docentes de la Utec tienen su espacio virtual. “Se viene haciendo un esfuerzo muy grande con los docentes para que puedan diseñar experiencias digitales de aprendizaje, para eso, en el área de tecnología aplicada al aprendizaje trabajamos en tres etapas”, afirmó el coordinador del área.

Por un lado ayudan a diseñar la experiencia digital de aprendizaje, es decir que “cada docente pueda definir cuáles son las soluciones tecnológicas que más se ajustan a su modelo pedagógico y a los objetivos de aprendizaje del curso”. Después desarrollan los medios digitales de aprendizaje, que pueden ir desde audiovisuales hasta dinamizar una presentación en power point. Además, configuran aulas virtuales para que el estudiante tenga como base de su experiencia de aprendizaje.

Durante esta etapa de emergencia sanitaria lo que se hizo desde la Utec fue incrementar la cantidad de talleres de formación docente, generando instancias específicas para la orientación. De hecho, Marrero comentó que en marzo encuestaron a los docentes, preguntando si se sentían preparados para el desafío, y sólo 30% dijo que sí; luego de tres semanas de capacitación y apoyo, ese porcentaje creció a 75%.

Para Marrero la respuesta de los docentes es muy buena: “Lo mejor de esta situación es el acercamiento de los docentes a las tecnologías. Las primeras dos semanas los docentes de la Utec se pusieron el equipo al hombro. Tenemos una heterogeneidad muy grande: docentes que son muy amigos de las tecnologías y otros que no las utilizan, por ejemplo docentes de la licenciatura en Ciencias y Tecnología de Lácteos, que son más bien de trabajo en el campo y que no están acostumbrados al uso de la tecnología, que en la primera semana ya empezaron a pasar su curso al formato digital, con todo el estrés que significó para ellos, pero ahora están trabajando muy bien”.