La propuesta presupuestal de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) solicita un aumento presupuestal de 3,7% sobre la línea de base hacia el final del período y presenta un Plan de Desarrollo Educativo (2020-2024). La propuesta plantea seis lineamientos estratégicos, con los objetivos de lograr “la mejora en los aprendizajes de todos los estudiantes y la reducción de la inequidad que existe en el sistema educativo”. Para eso se delinean políticas universales, como la transformación curricular en todos los niveles educativos, y otras focalizadas, que apuntarán a los sectores con “mayor vulnerabilidad educativa”, identificados como los centros educativos de los quintiles 1 y 2.

Metas educativas

La ANEP se fijó decenas de metas para lograr en el quinquenio, algo que ya había hecho la administración anterior también en el presupuesto. Entre otras, se propone aumentar la cobertura en educación inicial de tres y cuatro años, elevando a 85% la cantidad de niños de tres años escolarizados (actualmente es 75,8%) y mantener durante todo el quinquenio la actual cobertura en las edades de entre seis y 11 años, que está ubicada en 99,3%. Además, se buscará aumentar la asistencia suficiente en primaria del actual 88,7% a 95%. También se propone llegar a 40% de niños de escuelas de los quintiles 1 y 2 en alguna propuesta de extensión del tiempo pedagógico (hoy llega a 22% de los estudiantes).

En primaria también se plantea incorporar procesos de acompañamiento a partir de los resultados del Inventario de Desarrollo Infantil (Indi) y mejorar el egreso oportuno (sin rezago) de 74,7% en 2019 a 78% en 2024.

En educación media una de las metas apunta a aumentar la cobertura en las edades de 15 a 17 años y mejorar la asistencia suficiente a 96% en 2024 en secundaria (hoy 85,8% de los estudiantes tienen menos de 50 faltas) y a 95% en UTU (actualmente son 86,3%).

En relación a la educación media superior, la ANEP se propone aumentar el egreso oportuno entre los jóvenes de 21 a 23 años del 43,3% actual a 75% en 2024, la misma meta que se había fijado el gobierno anterior partiendo de 39,5% en 2015. Para 2024 la ANEP también se propone mejorar el egreso oportuno de los estudiantes de 19 años del 38,1% actual a 50%.

En cuanto a la formación en educación, la meta es aumentar la asistencia y la permanencia de los estudiantes.

Metas de aprendizaje

El presupuesto de la ANEP innova e incorpora metas de aprendizaje, medidas a partir de los resultados de los estudiantes en las pruebas de Aristas, que hace el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed), y en las pruebas Pisa. Por ejemplo, para los estudiantes de tercer año de primaria se propone disminuir la cantidad de niños que se ubican en los niveles 1 y 2 de lectura, medidos por Aristas, de 47,6% en 2017 a 43% en 2024, y en matemática, de 50,9% en 2017 a 46% en 2024. Para los alumnos de sexto de escuela, plantea disminuir el porcentaje de estudiantes en niveles 1 y 2 en lectura del 20,2% que dio en 2017 a 18% en 2024 y en matemática, del 34,1% de 2017 a 31% en 2024.

Para los estudiantes de tercero de educación media básica se propone bajar de 22,5% de estudiantes en los niveles 1 y 2 en la prueba de lectura de Aristas en 2018 a 21% en 2023, y de 63,1% a 63% en 2023 en matemática. También se propone disminuir el porcentaje de estudiantes de 15 años que no alcancen el umbral de competencias definido por Pisa (nivel 2) en la prueba de lectura de 41,9% en 2018 a 39% en 2023, y de 50,7% en 2018 a 47% en 2023 en matemática.

Otros hitos que se establecen como metas son la aprobación de nuevos planes de formación en educación y el “reconocimiento de su carácter universitario por el MEC [Ministerio de Educación y Cultura]”, en 2022, y establecer la figura del ombudsman “para la defensa de los derechos y acompañamiento de los docentes”.

Obras

En el presupuesto la ANEP detalla también la cantidad de obras que hará en el período, partiendo de la base de que actualmente hay 137 en ejecución y cuatro por ejecutar. Al final del período la ANEP se propone ejecutar 120 obras más, 30 de ellas asociadas a nuevas políticas educativas. El detalle de las obras no hace referencia a la PPP4, que implicaba la construcción de 65 centros de educación media (liceos y escuelas técnicas de UTU), el único llamado a licitación abierto en el período pasado que no se terminó de adjudicar.

Transformación curricular

Una de las apuestas más ambiciosas para el período es la transformación curricular en todos los niveles educativos, “con fuerte acento en la generación de aprendizajes pertinentes y de calidad”, señala el documento presentado al Parlamento.

El plan remarca que el “concepto tradicional de currículo como listado de contenidos a enseñar ha dado paso a una visión sistémica y procesual”, y menciona que la transformación se hará en diálogo con “docentes, estudiantes, grupos involucrados y especialistas”. Se tomará el Marco Curricular de Referencia Nacional, los perfiles que lo integran “y las incipientes progresiones que lo acompañan”, y se aspira a diseñar planes y programas para todos los niveles y áreas. Entre las prioridades aparece el desarrollo de “alfabetizaciones fundamentales (lengua, matemáticas, lenguas extranjeras, finanzas, bienestar)”, el desarrollo de ciudadanía y “la apropiación de habilidades en ciencia y tecnología, incluyendo la ciudadanía digital”.

En cuanto a los planes de estudio, el documento plantea que para primaria tendrá “énfasis en jerarquización de contenidos, integración de los mismos, secuenciación en desarrollo de habilidades y trabajo en proyectos”; para la educación media básica, “propuestas integradoras, con jerarquización de contenidos, balance dinámico entre lo académico y lo técnico”; mientras que para la educación media superior propone un “bachillerato general con opcionalidad para el estudiante (a partir de propuesta CES [Consejo de Educación Secundaria])” y el “fortalecimiento del bachillerato tecnológico actual y expansión del modelo dual”.

Inequidades y centros de jornada completa

En relación a la reducción de inequidades, la propuesta apunta a aplicar políticas focalizadas en los centros de “vulnerabilidad educativa”, tanto por los resultados educativos (evaluados en los índices de repetición) como por el contexto socioeconómico de los centros educativos, en particular los de los quintiles 1 y 2, que tienen mayor vulnerabilidad. Se estima que, con el presupuesto pedido, la propuesta llegaría a 180 escuelas (aproximadamente la mitad de las escuelas de los quintiles 1 y 2), 66 liceos y 98 escuelas técnicas de UTU del mismo rango socioeconómico.

El documento plantea una focalización en determinadas “áreas del saber”: lengua, matemática, habilidades socioemocionales, tanto para primaria como para educación media, y se propone focalizar en el pensamiento científico en los estudiantes más chicos y en la ciudadanía digital en el ciclo básico de educación media.

Por otra parte, se propone la generación de centros de educación media con extensión del tiempo pedagógico, que partirán de la experiencia de los liceos de tiempo completo, tiempo extendido y de los Centros Educativos Asociados, “además de propuestas educativas específicas en estos niveles educativos que han demostrado generar muy buenos resultados al momento de considerar los logros de las poblaciones vulnerables que atienden”.

Estos centros, propuesta que tuvo su origen en la campaña electoral de Ernesto Talvi, tendrían su gestión “organizada en función de proyectos de centro”, con “claros liderazgos de los equipos directivos”, con “utilización de información sobre aprendizajes” y la creación de un monitor de centro educativo con información en tiempo real.

A su vez, se plantean “procesos formativos de alta personalización que requieren figuras de seguimiento y acompañamiento”, la utilización del aprendizaje basado en proyectos y el trabajo interdisciplinar, servicio de alimentación, “fuerte presencia de la tecnología”, espacios de coordinación entre docentes, la creación de “cargos de coordinadores de áreas de aprendizaje”, la vinculación con la comunidad y el fortalecimiento de los espacios de participación.

El documento aclara que la mayoría de estos criterios “serán puestos en marcha en todos los centros educativos del país” por medio del lineamiento estratégico 4, que apuesta al fortalecimiento de la gestión de los centros educativos mediante la formación de los equipos directivos. Estos centros, además, se plantean con directores y docentes estables por períodos de tres años, “piso mínimo para la generación de comunidades integradas que construyen proyectos comunes y para lograr procesos de verdadera personalización de la formación”.