“Necesitamos escucharla, maestra, si no, no entendemos”. La frase, escrita un viernes en el foro de Crea, la plataforma de Plan Ceibal para la educación a distancia, la dejó pensando todo el fin de semana. Iban dos semanas desde que se había declarado la emergencia sanitaria y los alumnos de Marcia Hernández, los sextos años de la escuela 17 de Vergara, en Treinta y Tres, se conectaban para seguir las tareas, pero sentían que sin verla o escucharla no era suficiente. Pensando en poder hablarles directamente a sus alumnos fue que se le ocurrió montar una radio online. “Me pasé todo el sábado investigando; no es que tenga amplios conocimientos de tecnología, pero sí me gusta mucho, y di con la plataforma Zeno Media y empecé a probar”, contó la maestra a la diaria.

El domingo ya les avisó a todas las familias, les pasó la página web para conectarse y el lunes sus alumnos ya estuvieron todos escuchando. Desde las 9.00 hasta las 12.00 la maestra transmitía en la radio, y los niños escuchaban en sus casas y contestaban en el foro de Crea, o por el Whatsapp de sus padres los que no tenían equipos o tenían la ceibalita rota. Conciliando con el trabajo de su esposo, también docente, y las clases de su hija, Marcia lograba mantener ratos de silencio en el living de su casa para dedicarse a las radioclases.

Además de enseñar conceptos, explicar tareas o corregir trabajos, la programación de Radio Alegría, como le llamó al proyecto, incluía chistes, publicidades y audiocuentos leídos por los niños, y música. Otros contenidos fueron clases de otros profesores a los que contactaba la maestra o incluso un ciclo de acercamiento al liceo, con entrevistas a profesores de secundaria. La primera clase fue el 20 de marzo y la radio todavía continúa, ya que el régimen todavía es semipresencial; en Treinta y Tres, en particular, tuvieron que cortar el reintegro cuando en junio hubo un brote de covid-19 en el departamento.

Para Marcia, la radio permitió “vincular y potenciar el trabajo en la plataforma”. “Estamos regresando a la presencialidad y se ven los resultados, es muy satisfactorio ver cómo no hubo tiempo perdido, se aprovechó todo. Incluso comparo con otros años y no hay diferencia por no haber trabajado cosas”, señala la docente, que además destaca que en uno de los grupos hay niños tímidos, que a través de la radio “eran otros, se lograba una participación a través de la radio y la plataforma que no lograba con la oralidad en la clase”.

Para la docente el proyecto implicó aumentar el vínculo con las familias, que tuvieron una muy buena respuesta: “Siempre fueron muy respetuosos y muy participativos. Muchas veces los hacía participar”, por ejemplo, cuando hizo un festejo sorpresa por el Día de la Madre a través de la radio. Las radioclases se escucharon no sólo en las casas de sus alumnos, sino en casas de los niños de otros años de la escuela, que sintieron curiosidad y preguntaron por la página dónde escuchar la radio, e incluso enganchó a hijos de amigas de Marcia que también cursan sexto año en otras escuelas. Al punto de que un día llegó a tener 60 oyentes, si bien sus alumnos son en total 42. “Si tenía algo de timidez, la perdí”, cuenta.

La radio de la escuela

Por su iniciativa con Radio Alegría, la docente recibió el Premio Docente 2020, que entrega la Fundación ReachingU, una versión local del Global Teacher Prize, un reconocimiento internacional a docentes que entrega la Fundación Varkey. El premio consiste en 5.000 dólares que la maestra podrá invertir en consolidar y amplificar el proyecto. La ceremonia de entrega del premio fue el jueves 3, de manera virtual, y en ella el jurado explicó que valoró “la capacidad de Marcia de adaptarse al contexto, desarrollar actividades situadas y cuestionar qué era necesario hacer para impactar en los aprendizajes de los alumnos”.

Junto con la maestra, otros cuatro docentes fueron seleccionados como finalistas: Rodolfo Camejo, profesor de Ciencias Sociales del Liceo José Alonso y Trelles de Tala, Canelones; Sonia Fernández, profesora de Biología de la UTU del Cerro; Silbina Mieres, profesora de Literatura de los liceos 11 y 72 de Montevideo; y María Victoria Varela, maestra de la escuela 240 de Montevideo.

La docente quiere invertir el premio en instrumentos (una computadora, micrófonos y una interfaz de sonido) para crear una estación de radio de la escuela. Su intención es que la radio se convierta en un proyecto de la escuela, que participen todas las clases y que sea un punto de encuentro y vínculo más allá del centro educativo: “La comunidad siempre está muy presente en la escuela, y con esto del aislamiento es una necesidad tener un punto de vinculación”, agrega. Además, cree que el proyecto puede crecer para vincularse con otras escuelas, y ya está haciendo contactos para intercambiar con alumnos de la escuela de Lascano, Rocha.

Para Marcia la postulación al premio le permitió recordar su proceso como maestra y valorar las distintas iniciativas que ha promovido, además de recibir el respaldo de sus colegas de la escuela, que la impulsaron a presentarse. “Son épocas difíciles en la educación, y es importante reconocer la labor de los docentes, algo a lo que en Uruguay no estamos acostumbrados”, opinó.