El Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) sostuvo en un informe que entregó al gobierno el 27 de abril, un día antes de la conferencia de prensa en la que se anunció el regreso a la presencialidad en la educación de forma escalonada, que el país se encuentra en un momento peor que cuando se suspendió la presencialidad y que el retorno deberá ser paulatino.
En el documento se indica que “las medidas que se adopten deben considerarse en un contexto general de la situación de la epidemia de covid-19 en el país”, y que desde un punto de vista epidemiológico, la situación actual es “peor que el momento en el que se detuvo la presencialidad en la educación”, el 23 de marzo. El grupo asesor destacó que ahora el nivel de contagios diarios está en 2.900, mientras que cuando se anunciaron las medidas era de 1.900, al mismo tiempo que el promedio de fallecidos a diario pasó de 20 a 60.
Añadieron que “la capacidad de respuesta del sistema de salud se encuentra limitada” y argumentaron que, por estos motivos, actualmente el país está en un “escenario de riesgo para avanzar a una presencialidad segura y sostenida”.
En este sentido, el GACH recomendó una vuelta a la presencialidad que se desarrolle de forma “paulatina, progresiva y monitorizada”, empezando por las escuelas rurales y priorizando la educación inicial, donde “la enseñanza virtual no puede suplir la presencialidad” y a su vez es el área que provoca “mayor impacto en la cadena de transmisión de la infección”, de edades menores a mayores.
Otra recomendación es la vacunación tanto del personal educativo contra la covid-19 como de los niños y adolescentes con vacunas antigripales.
Otras actividades
El GACH sostuvo en el documento que envió al Poder Ejecutivo que la pérdida de la presencialidad en la educación genera un “daño irreparable” y se debe “priorizar” la actividad presencial de la enseñanza, a la vez que hay “otras actividades” que podrían suspender su presencialidad.
En este sentido, el grupo asesor planteó que áreas como el comercio, la gastronomía y la recreación podrían ser “compensadas económicamente” y “consideradas a la hora del control de los contagios”, teniendo en cuenta que la presencialidad que debe priorizarse es justamente la enseñanza y en particular la actividad escolar.
Este aspecto va en línea con lo que el grupo de Modelos y Ciencia de Datos indicó en su informe, que es que un “afloje en las medidas de restricción corre riesgo de agravar aún más el nivel de situación”.