Por tercer año consecutivo, Gurises MPP brindará clases de apoyo a adolescentes que tengan exámenes

“La solidaridad podrá con la codicia”. Esa frase del expresidente José Mujica fue la motivación para militantes del Movimiento de Participación Popular (MPP) -hoy Gurises MPP-, que son docentes recibidos o estudiantes avanzados del Instituto de Profesores Artigas (IPA) o universitarios, para iniciar el periplo de dar clases de apoyo a chiquilines que necesitan ayuda para los exámenes de febrero, julio y diciembre en educación media. Para que puedan tener estas clases de apoyo no hay requisito alguno para inscribirse, como tampoco importa la edad, el barrio o la ideología política que se tenga.

En diálogo con la diaria, Reinaldo de Lucca, integrante de Gurises, indicó que el año pasado ayudaron a más de 1.000 adolescentes en todo el año. “Si bien el grueso de ayuda se da en los períodos de exámenes -febrero, julio y diciembre-, en varios casos la ayuda fue continua durante todo el año lectivo”, dijo.

El núcleo central del pedido de ayuda está en las ciencias duras, pero también hay apoyo en las demás materias como Filosofía, Informática, Dibujo, Literatura, Derecho, entre otras. “Muchas veces nos ha llegado una necesidad que no abarcamos y hemos salido a buscar la forma de solucionarla. Por ejemplo, con Italiano o Educación Física. También damos apoyo a gurises que hacen la UTU”, destacó.

Consultado sobre las expectativas para este año, dijo que como todo proyecto que “enfatiza su bandera en la solidaridad” deberían “ser muchas”. “Fundamentalmente venimos, como todas y todos, muy golpeados por la pandemia”, indicó, por lo que “rápidamente” tuvieron que reinventarse, ya que es un proyecto que comenzó hace poco más de tres años.

Por ejemplo, antes de la pandemia tenían la idea de descentralizarse “al máximo”, en barrios de Montevideo, el interior y el “interior profundo”, y también “tender puentes” con otras organizaciones barriales que se encuentran llevando adelante proyectos similares a este.

Pero cuando tenían “todas las respuestas, la pandemia cambió las preguntas”. “Uno propone y la vida dispone, lo importante es saber accionar. Allí asumimos con convicción absoluta no detener el proceso, en el entendido de que ahora más que nunca, aquellos gurises y gurisas a quienes les cuesta transitar, por distintas situaciones, el paso por la educación media, nos iban a necesitar mucho más”, estableció De Lucca. Es por eso que decidieron reorganizarse con todos los voluntarios. Dar clases por la plataforma Zoom era una posibilidad, pero también sabían que “no todos tenían acceso a esta conexión”, por lo que también crearon contenido audiovisual propio, como clases grabadas, exámenes resueltos y ejercicios escaneados, videos de otras referencias y una biblioteca audiovisual.

Señaló que cuando la pandemia “parecía menguar”, en diciembre volvieron a la presencialidad. No obstante, la concurrencia fue “un poco más baja”, por lo tanto también tuvieron la modalidad mixta. “En algunos casos se continuó con sesiones de apoyo por Zoom, pero fue una alegría significativa poder volver a reencontrarnos para encarar esos exámenes con los gurises. Acá el que ayuda en el mismo hecho se está ayudando, está todo en la acción, la solidaridad nos ha enseñado eso; por eso nos pusimos tan contentos de poder retomar el proyecto de forma presencial”, valoró.

De Lucca adelantó que para febrero y los períodos siguientes se propusieron que las instancias sean presenciales, y que siguen buscando “descentralizarlas” en locales que sean más cercanos para los chiquilines. Sin embargo, la pandemia no da tregua: “Eso nos hace sobre la marcha cuestionar las clases presenciales o volver exclusivamente a las sesiones por Zoom”.

En relación a la cantidad de alumnos que pueden recibir, dijo que desde el principio se plantearon “encarar la cosa” en modalidad “olla popular”. “Allí al que llega se le da un plato. Acá tratamos de hacer lo mismo, gurí que se nos inscribe, gurí que tenemos que buscar la forma de apoyarlo. La experiencia y los pasos transitados nos han hecho entender que ninguno de estos gurises se inscriben si no lo necesitan realmente, por tanto, nuestro compromiso es con ellos, y tratamos de que ninguno se quede por fuera”, manifestó.

Si bien saben que “no son perfectos”, señaló que “acá no es como en la cotidiana, que pagás por un servicio y esperas un resultado tal cual pagaste; eso no quiere decir que seamos mejores ni peores que una academia privada, tenemos nuestras virtudes y nuestros defectos”. Eso sí, aseguró, “siempre” van a estar “comprometidos” con tratar de “dar lo mejor”. “Se puede ayudar, y mucho, en algo como esto, y repito que cuando uno ayuda también se ayuda a uno mismo”, concluyó.