“Con alegría”. Así recibieron desde Familias Organizadas por la Escuela Pública (FOEP) la noticia de que se eliminarán las cuarentenas en las aulas luego de la semana de Turismo. Esta mañana, en una reunión entre las autoridades educativas y el Ministerio de Salud Pública, se definió flexibilizar el protocolo, luego de que el presidente Luis Lacalle Pou confirmara este lunes que se levantará la emergencia sanitaria, que rige desde el 13 de marzo de 2020. Desde que comenzaron las clases, en marzo, el protocolo vigente indica que si se detectan dos o más casos de coronavirus en un salón, todos los estudiantes de educación inicial, primaria o media deben aislarse.

En diálogo con la diaria, la integrante de FOEP Mariana Romanelli señaló que la alegría que tienen es “profunda”, porque de esta manera los estudiantes podrán “volver a la normalidad y gozar de su escuela plena, con todo lo que eso significa”. Según completó, “hay un montón de situaciones que suceden dentro de las escuelas que forman parte de la realidad cotidiana de los niños y niñas”, pero con algunas medidas sanitarias “estaban suspendidas”.

A modo de ejemplo, enumeró las ventas de merienda casera, las salidas didácticas, las idas a campamentos o la participación de las familias para que pudieran entrar a los centros educativos a realizar actividades recreativas con los niños. “Más allá de las cuarentenas, que era lo más grave, porque significaba seguir alejando a los gurises de la escuela, a seguirlos privando de su educación, también les devuelve espacio de cotidianidad, de disfrute, espacios de infancia que durante estos dos años y pico se los tuvimos sumamente restringidos”, valoró.

Para Romanelli, ahora viene otra etapa, dado que estos dos años de protocolos en las escuelas significaron que se perdieron “muchos días” de clase: “No hay números, Primaria no ha dado los números de ausentismo, pero fueron muchos días de clase, y de acuerdo a los quintiles [de ingresos] son distintas también las realidades en cuanto a la presencialidad que se tuvo”.

La integrante de FOEP sostuvo que lo que se viene ahora es “saber el plan que sigue”, por ejemplo, para atender los rezagos educativos, y qué va a pasar con todas las partidas de dinero que no se otorgaron durante la pandemia, dijo, y lo ejemplificó con lo ahorrado en actividades recreativas, transporte para campamentos, salidas didácticas, entre otras actividades que estuvieron suspendidas durante meses.

“Eso tenía presupuesto asignado, ese dinero no se otorgó, así que queremos saber qué va a pasar con esa plata, porque lo ideal sería que vuelva a las escuelas, así más gurises tienen más posibilidades de acceder a esas cosas”, expresó. Además, afirmó que las consecuencias de esta disrupción educativa trajo consecuencias “grandes” que hay que “diagnosticar, clarificar” y, en función de eso, “actuar”.

Los castigados

Durante la pandemia los niños y niñas fueron “tremendamente castigados”, cuando toda la “evidencia científica” daba cuenta “consensuadamente” de que eran quienes menos se enfermaban y contagiaban, consideró Romanelli. Señaló que hasta después de Turismo se considerará un brote si dos niños contraen covid-19 en una clase y, por lo tanto, se mandará a todo el grupo a hacer cuarentena, mientras que no pasa lo mismo con los adultos. “¿En qué trabajo se aplica esta medida con los adultos? En ninguno. Los protocolos siempre han sido más exigentes con la infancia que con los adultos”, cuestionó.

La integrante de FOEP dijo que las familias del colectivo han visto lo mismo “que han dado cuenta muchos estudios” en relación a los efectos que el encierro ha tenido en los niños y niñas, “no solamente en la afectación de sus aprendizajes sino también en su desarrollo emocional, cognitivo, en su socialización”.

Por otra parte, apuntó contra el gobierno por el “recorte” del Programa de Maestros Comunitarios y de los acompañantes terapéuticos de los estudiantes que tienen síndrome de Asperger o trastorno del espectro autista. “Las familias no pueden pagarlos y eso implica que no accedan a una educación inclusiva como tienen derecho, son dos cosas que tienen que ver con una política que se implementó, pero que quedaron licuadas dentro de la pandemia”, concluyó.