Fogo nos racistas”, “Somos o sonho dos nossos ancestrais”, “Basta de sembrar miedo y odio”, “Por una educación libre de discriminación”, fueron alguno de los carteles que se vieron el pasado jueves frente al Polo Educativo Tecnológico de Rivera, luego de que un grupo de estudiantes denunciara que “en más de una ocasión”, dos docentes del bachillerato agriario manifestaron “comentarios racistas, clasistas, machistas y xenofóbicos” en las clases.

La denuncia fue en mayo pero el conflicto continúa, mientras la investigación que está llevando adelante la división de Jurídica de UTU sigue en proceso. Precisamente, el jueves, estudiantes, docentes y organizaciones antirracistas se movilizaron en la puerta del instituto, con la consigna “Por una educación sin racismo en las aulas”.

En diálogo con la diaria, una de las estudiantes de UTU Rivera manifestó que la concentración fue pacífica. Hubo tambores, una fogata y declaraciones por micrófono del colectivo afro, que relató las leyes que amparan a las adolescentes ante hechos racistas. El foco, según la estudiante, estuvo en “apoyar a los gurises” y “luchar por una educación en la que se sientan libres”, ya que “en pleno siglo XXI tienen miedo”.

Sobre ese último punto, especificó que “por miedo” y “por amenazas” el grupo de estudiantes que efectuaron la denuncia se redujo, y sólo tres decidieron continuar con el proceso de investigación. De hecho, remarcó que los estudiantes, inclusive ella, tienen “miedo a lo que puede pasar” y por eso prefirió que no se dé a conocer su nombre.

En ese marco, contó que recientemente los estudiantes y docentes involucrados tuvieron una nueva instancia declarativa, en la que los docentes ingresaron con los abogados pero, según afirman los estudiantes, a ellos no se les permitió lo mismo. “Se sintieron desamparados y con clara desventaja”, aseguró.

Asimismo, resaltó que las declaraciones tuvieron lugar en la misma sala y con todos los presentes, lo que generó un malestar en el estudiantado. Por otro lado, subrayó que la directora del Polo se ha mostrado “omisa a la situación”. De similar forma se había pronunciado ante la diaria Alán Fontané, presidente de la Asociación de Estudiantes de la UTU, que ante la falta de amparo de los estudiantes se acercó al caso. En ese momento, también había asegurado que los denunciantes continuaban teniendo las clases con los dos docentes denunciados.

Sin embargo, la estudiante aseguró que actualmente uno de los docentes pidió licencia médica, y que aún así, los estudiantes que están en el proceso de investigación están tomando esas clases con otros docentes.

Al pie de la legalidad

Según manifestaron distintas fuentes a la diaria, la última instancia declarativa fue como un “careo”. Al respecto, el director general de la UTU, Juan Pereyra, aseguró a la diaria que se aplicó la Ordenanza 10 de la Administración Nacional de Educación Pública, lo que a nivel público es el decreto 500. “En base a eso se aplicó ese protocolo en forma estricta”, sentenció.

Explicó el jerarca que el protocolo establece, aplicado a este caso, que los estudiantes declaren como testigos con la presencia del sumariado y su abogado. A su vez, subrayó que los estudiantes que declararon son mayores de edad y que una de las preguntas que la instructora les hace es “si están de acuerdo con declarar en esas condiciones”, a lo que pueden negarse.

Por otro lado, resaltó que la investigación continúa en proceso y que “va a llevar un tiempo”. Narró que la abogada sumariante ya tomó las declaraciones, luego los docentes tienen diez días para “presentar descargos” y, por último, se termina de elaborar un informe que llega a Pereyra. “El que resuelve soy yo, a su vez, yo no entro porque quiero que sea algo técnico, sin mezclas ni influencias”, afirmó.

Asimismo, esbozó que “el problema que se ha dado es que han intervenido varias organizaciones que han complicado un poco el tema, con las declaraciones y acciones que han tomado”.

Continúa el proceso

Eduardo Guadalupe, diputado por el Partido Nacional, es el padre de uno de los docentes denunciados. En el programa televisivo de Rivera, Juntos en la mañana, afirmó que la situación se trata de “una persecución” hacia él”. “Y si me quieren perseguir a mi que vengan por mí, pero no vayan indirectamente”, manifestó.

Al respecto de la posible “persecución”, Pereyra señaló que si bien no estaba al tanto de las declaraciones, no cree que sea así. “Sería algo bastante bajo, me sorprende”, esgrimió. En una línea similar, agregó que “no es contra el diputado sino temas internos dentro del centro educativo”. Aún así, admitió que la situación “ha trascendido, hay organizaciones que están tomando esto como una bandera y se han metido actores que no tendrían que estar”.

Por otro lado, Guadalupe esgrimió que su interés es “que se sepa la verdad, pero que se divulgue cuando se sepa la verdad, no mancillar el honor de ciudadanos, honestos, trabajadores, demostrados por sus calificaciones en el Polo Educativo”. A su vez, aseguró que visualizó “el apoyo de docentes y alumnos en favor del trabajo del docente acusado”. Por último, dijo que “lo indignante es la injusticia” y que su accionar se rige por “la verdad, con el debido proceso, con las garantías que nos da el Estado para protegernos y acusar”.

En diálogo con la diaria, Eduardo Núñez, integrante de la Asociación de Funcionarios de UTU (Afutu) de Rivera, dijo que aún no se sabe cuándo se expedirá Jurídica y que lo que corresponde al sindicato “es velar por el cumplimiento de que estos hechos no ocurran ni en docentes ni en estudiantes”.

En ese sentido, dijo que no tienen “por qué tomar acciones” y que esperarán “lo que dictamine la justicia de UTU”. Aún así, resaltó que “queremos que no existan situaciones de racismo, xenofobia, ni maltratar a nadie”; “que las autoridades investiguen lo que sucede, pero tampoco podemos decir que es culpable, si uno no tiene pruebas. Tenemos que cuidar a los estudiantes, pero, ¿cómo? Ahí UTU tendría que tomar sus medidas”, finalizó.