El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) continúa adelante con el mecanismo de reconocimiento de títulos de educadores Docente Acreditado. Además de haber anunciado la convocatoria a la siguiente prueba para docentes para el 26 y 27 de enero, el próximo lunes la cartera organiza una conferencia de prensa en la que presentará la convocatoria de la beca Docente Acreditado, destinada para estudiantes avanzados de formación docente.
Al igual que ocurrió con algunos referentes de educación del Frente Amplio (FA) y con un colectivo de docentes jubilados, la situación generó el rechazo del Movimiento Nacional a Favor de la Formación Pública y Universitaria de Docentes y educadores, llamado Miguel Soler Roca. Según expresaron en una declaración pública, este escenario les produce a los actores que forman parte del colectivo una “profunda indignación y rechazo”, ya que entienden que se trata de un “intento de consolidar un mecanismo que ha recibido la oposición de todos los organismos técnicos de docentes y de las agremiaciones docentes y estudiantiles”.
Si bien el colectivo reclama que la formación de educadores tenga rango universitario, se opone al mecanismo aprobado por el actual gobierno, que consiste en el reconocimiento de los títulos a través de, por un lado, la solicitud de instituciones terciarias que brindan esa formación, y luego a través de la realización de una prueba a quienes deseen recibir el título de Licenciado en Pedagogía.
El movimiento considera que la realización de una prueba de múltiple opción cuyo contenido “no tiene la más mínima relación” con la pedagogía representa “una afrenta a la historia de la formación de los docentes en Uruguay”. Además, se refirieron al anuncio que realizó el MEC semanas atrás sobre la pérdida de algunas respuestas de varias pruebas realizadas este año, cuyo respectivo módulo fue dado como aprobado. Al respecto, el colectivo entiende que es una muestra de la “falta de seriedad y rigor del mecanismo”.
Por todo ello, indican que es llamativo que el organismo mantenga la convocatoria a una nueva prueba a dos días del cambio de gobierno, cuando el FA plantea en sus bases programáticas otra forma de dotar de carácter universitario a la formación docente. Justamente, apuntan a la creación de una universidad de educación, política con la que el movimiento también está de acuerdo. “Resulta claro que es un intento de crear una situación conflictiva para la administración entrante que debería continuar con un proceso que claramente no está en consonancia” con la creación de una nueva institución universitaria, manifiestan en concreto.
En el entendido de que la transición entre el actual gobierno y el electo “se ha presentado como un proceso colaborativo”, el movimiento entiende que “las futuras autoridades deberían tener el espacio para proponer que se detenga este llamado y pensar las formas de acreditación que se instrumenten en la futura universidad”.