La llegada de la Coalición Republicana al gobierno nacional trajo consigo novedades en educación. Como preámbulo de la transformación educativa que acaparó los debates y las discusiones en los últimos dos años y medio, se impulsaron varios cambios a través de la ley de urgente consideración (LUC). Uno de ellos fue la eliminación de los consejos de tres miembros –con un representante docente– en Primaria, Secundaria y UTU para, en su lugar, instalar direcciones generales compuestas de un director y un subdirector.

Cuando dicho cambio estuvo en discusión junto con los 135 artículos de la LUC que fueron sometidos a referéndum, desde el gobierno se argumentó que volver a los consejos pondría en riesgo la implementación de los cambios curriculares. En diálogo con la diaria, el expresidente del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) Robert Silva aseguró que el sistema educativo uruguayo tiene que tener “ejecutividad”.

“Podrá compartirse o no la transformación educativa, pero nadie niega que hicimos una enormidad de cosas que se venía diciendo que había que hacer”, agregó. Según el exjerarca, eso se logró con una combinación que implicó la creación de las direcciones generales y de algunas direcciones centrales en la órbita de Codicen.

Por su parte, la directora ejecutiva de Políticas Educativas y quien lideró el diseño de los cambios curriculares, Adriana Aristimuño, consideró que el cambio de gobernanza responde a un planteo que venía de la organización Eduy21, que ella integró. En particular, recordó que fue un planteo de Fernando Filgueira y Juan Pedro Mir, quienes renunciaron a sus cargos en el Ministerio de Educación y Cultura en el gobierno pasado por diferencias con las autoridades de ANEP.

Según dijo Aristimuño a la diaria, Filgueira y Mir “tenían una clara conciencia de que tomar decisiones con esa estructura hipercolegiada era muy complicado”, e hizo suya esa convicción. Al respecto, planteó que una medida positiva fue la incorporación formal de los directores de los subsistemas al Codicen, algo que fue en la misma línea de que integrantes de Primaria, Secundaria y UTU hayan trabajado conjuntamente en la elaboración de todos los documentos de la transformación curricular.

No obstante, el diagnóstico que realizan distintos colectivos docentes sobre el cambio de gobernanza es crítico, y, si bien todavía no está claro en qué formato, la llegada del Frente Amplio (FA) al gobierno indica que se volverá al formato colegiado para la gestión de los subsistemas.

De hecho, la vuelta de la participación docente a Primaria, Secundaria y UTU ha sido mencionada por los principales referentes en materia educativa del FA a lo largo de toda la campaña electoral e incluso por el presidente electo, Yamandú Orsi. “Hay que restaurar la participación de los docentes” en los subsistemas, dijo el ministro designado de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, hace unos días en Desayunos informales, y agregó que ello ayuda a obtener mejores resultados educativos. No obstante, aseguró que ello requiere una modificación legal y que, por tanto, para saber en qué formato será se volverán claves las alianzas que el FA pueda conseguir en el Parlamento, concretamente en la Cámara de Diputados, donde no contará con mayoría propia.

Actual consejero docente en Codicen asegura que el cambio dificulta que necesidades de los centros educativos lleguen a autoridades

Desde que se instaló la participación docente en los subsistemas, con la Ley General de Educación de 2008, los principales sindicatos del sector presentaron listas para la elección de los representantes docentes, aunque no siempre la lograron. Por ejemplo, en la elección que se realizó en 2015, la lista encabezada por Robert Silva obtuvo uno de los lugares en el Codicen y otro en el entonces Consejo de Educación Técnico-Profesional, más conocido como UTU.

En 2020, los sindicatos se opusieron al pasaje a direcciones generales y, de hecho, fueron impulsores del plebiscito contra los 135 artículos de la LUC. En la misma línea se han expresado la mayoría de las Asambleas Técnico Docentes (ATD). Hace pocos días, las mesas permanentes de las ATD de Primaria, Secundaria y Formación en Educación publicaron una declaración en la que, entre otros puntos, reclaman “restablecer” los consejos con participación de los trabajadores y eliminar las direcciones generales.

Consultado por la diaria, Julián Mazzoni, uno de los dos representantes de los docentes en el Codicen, donde sí se mantuvo la representación, fundamentó su rechazo al cambio de gobernanza que trajo la LUC. “Hacer depender de una sola persona el funcionamiento de sistemas que han tenido consejos genera una concentración de tareas y poder que no es buena para la educación”. En esa línea, consideró “particularmente negativa la eliminación de los representantes electos por los docentes”, ya que permiten llevar a las autoridades designadas por el sistema político “los problemas que se detectan en las aulas, donde se produce el proceso de enseñanza y aprendizaje”.

Por su parte, Mazzoni aseguró que la gestión en los subsistemas en los últimos años “se ha caracterizado por la falta de diálogo con los docentes”. Según dijo, ello hizo que los trabajadores –pero muchas veces también los estudiantes– tuvieran que canalizar sus reclamos a través de los consejeros electos por los docentes en el Codicen, algo que “dificulta los contactos con quienes resuelven cotidianamente” en Primaria, Secundaria y UTU. Si bien el principal argumento para pasar a direcciones generales fue que la nueva gobernanza agilizaría la gestión, Mazzoni asegura que el cambio “no facilitó el planteo ágil de los problemas cotidianos, lo que dificultó el funcionamiento”. “La simplificación de procesos que pretendió implementar la LUC no fue tal”, concluyó, y por eso considera que “deben volver los consejos desconcentrados” y que deben tener “más de tres miembros”.

Julián Mazzoni (archivo, diciembre de 2024).

Julián Mazzoni (archivo, diciembre de 2024).

Foto: Gianni Schiaffarino

La secretaria general de la FUM-TEP vincula el cambio con la “desconfianza” en los docentes que tiene el actual gobierno

Elbia Pereira, secretaria general del PIT-CNT y de la Federación Uruguaya de Magisterio - Trabajadores de la Educación Primaria (FUM-TEP), asocia la eliminación de los consejos con la “desconfianza” en los docentes que, a su entender, impartió el actual gobierno. En ese sentido, consideró que ese debe ser un rasgo de la política pública que el próximo gobierno debe revertir desde el día uno. Según fundamentó, “si se trabaja más distendido, en climas más amigables y con una valoración docente en su justa dimensión, obviamente va a repercutir en el desarrollo de los docentes en sus aulas” y, por tanto, en los aprendizajes de los estudiantes.

Pereira coincide con que el cambio de gobernanza no logró cumplir el objetivo de dotar de más agilidad a la gestión y lo atribuyó a que existió una “centralización” de las decisiones en los directores generales, lo que hizo que “los tiempos de respuesta inmediata nunca fueron posibles”. En el caso de Primaria, el sindicato logró establecer una reunión bipartita mensual con la dirección general en la que poder trasladar distintas “necesidades territoriales”. “No vamos a decir que todas fueron negativas, algunas cuestiones pudimos revertir, pero no sin dificultades”, planteó, y agregó que muchas veces sintieron “desconfianza a la hora de negociar de buena fe”.

Según indicó, las organizaciones sindicales han planteado a lo largo de todo el período de gobierno la necesidad de sentarse alrededor de una mesa a negociar determinadas cuestiones como parte de la participación necesaria en la educación, pero siempre se encontraron con una impronta de “no participación” de parte de las autoridades. Al respecto, Pereira sostuvo que la representación docente en los subsistemas es clave para que la participación logre una mejor incidencia en la toma de decisiones. Si bien sostuvo que existen otros mecanismos que son importantes como las ATD, estas tienen un rol meramente asesor.

Para Robert Silva es “un error garrafal” volver al sistema de consejos con participación docente

Por su parte, Silva consideró “un error garrafal” volver al sistema de consejos, porque, de esa manera, se retornaría al “estado de asamblea permanente”. “No porque esté en contra de las asambleas, soy batllista y las asambleas son la esencia del hacer político y de gobierno, pero llega un momento en que hay que tomar resoluciones”, argumentó, y planteó que el formato de direcciones generales permitió hacerlo.

El expresidente del Codicen indicó que el actual formato de gobernanza permitió una mejor coordinación a la interna de ANEP y también “potenció muchísimo los equipos profesionales, sobre todo los equipos técnico docentes”. Según recordó, en el formato anterior, los consejeros se repartían los temas que cada uno seguiría desde la gestión, algo que ahora recayó directamente en cargos técnicos. Silva valoró que en Primaria se aumentó la cantidad de inspectores, y en Secundaria y UTU también se crearon nuevos perfiles y se realizaron distintos concursos que permitieron efectivizar a muchos de esos profesionales de la educación, lo que es una novedad en el caso de la educación técnico profesional.

Según planteó, también se fortalecieron los equipos técnicos no docentes, para lo que fue clave una “mucho mayor articulación” con el Codicen, sobre todo a través de la creación de e dos áreas importantes a nivel central que fueron la ejecutiva de gestión educativa y la Dirección Ejecutiva de Gestión Institucional y la de Planeamiento Educativo.

Por su parte, rechazó que la participación docente se haya disminuido en el actual período y señaló que esta siguió estando con los representantes docentes en el Codicen, las ATD, en reuniones con sindicatos y también “a través de llamados públicos con la asignación de funciones de mentores para la implementación de la transformación curricular”.

Al ser consultado sobre la existencia de problemas para trasladar demandas de los centros educativos a las autoridades, el exjerarca reconoció algunas dificultades. “Hay que mejorar el vínculo con los centros educativos y sobre todo hay que mejorar la comunicación en general. Si me preguntás qué haría de otra manera, diría la comunicación de lo que se está haciendo, del proceso que se está llevando adelante, del relevamiento de necesidades y de la atención de las mismas en tiempo y forma”, sostuvo. Al respecto, Silva dijo que en muchos conflictos producidos en centros educativos los docentes y los estudiantes planteaban que no tenían respuestas a sus demandas, pero luego detectaban que los reclamos no habían sido realizados formalmente. “Creo que deberíamos haberlo hecho de otra manera y mejor de lo que se hizo”, reiteró.

En tanto, Aristimuño valoró especialmente el trabajo conjunto realizado por los subsistemas en el marco de la transformación curricular y, en caso de que se vuelva al formato de consejos, manifestó la necesidad de que eso no se pierda. “Los consejos eran muchas veces pequeñas unidades de poder que reclamaban una cierta independencia, que yo creo que perjudica el interés general. Y en la educación el interés general es muy importante”, dijo. La jerarca lo ilustró con que en estos años se pasó de “criterios de evaluación que no tenían nada que ver de primaria a secundaria”, algo que “los chiquilines sufrían”, hacia haber “creado reglamentos y programas todos juntos”. “Tomar decisiones todos juntos tiene mucho que ver con la mejora del sistema”, valoró.