“A un año del accionar autoritario que produjo la separación del cargo del director del IAVA, la investigación a sus docentes, la intervención del liceo y la apropiación del salón gremial: el núcleo sindical del IAVA convoca a estar presentes para denunciar la situación actual del conflicto”, decía el comunicado emitido desde la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES) de Montevideo. Un año después del 12 de abril de 2023, los docentes sindicalizados del liceo IAVA convocaron a concentrarse a las 13.00 en la nueva puerta habilitada del centro educativo. Es que hasta el 2023, en lo que ahora es un pasillo y una escalera que auspicia de ingreso y salida al liceo, estaba el salón gremial, que funcionaba desde 2009.
Pasado el horario de la convocatoria, los docentes colgaron una pancarta que decía: “El IAVA no se toca”. Detrás, una pila de fotos del transcurso del año pasado, cargado de intervenciones y ocupaciones, tanto por el estudiantado como por los docentes. Luego, estudiantes del Gremio Estudiantil del IAVA (GEI) y docentes del núcleo sindical leyeron cartas de reivindicación, antes del cierre, que representó el simbolismo de la jornada: el gremio colocó en el actual pasillo, en el antiguo salón gremial, un cartel que simulaba al mismo tiempo una placa y una lápida: “Salón gremial 2009-2023”, decía.
A Leonardo Ruidíaz se le inició “un sumario por haber hecho lo que debe hacer cualquier docente, porque la dirección es un cargo pedagógico-docente, que es defender los derechos, defender el diálogo como herramienta de comunicación entre directores y estudiantes. Y por eso lo sacaron. Por eso se instaló un conflicto acá el año pasado”, manifestó una de las docentes del núcleo sindical, para dar pie a la instancia.
Y continuó: “Hoy no estamos celebrando nada, estamos haciendo memoria, porque creemos que hacer memoria es importantísimo para una democracia. Lo sacaron e instalaron una intervención. El liceo pasó a ser un liceo intervenido en democracia. Ya no precisaron de una dictadura para intervenir, sino que se sirvieron de los mecanismos de la democracia para hacer las cosas que hacen gobiernos autoritarios, administraciones autoritarias, que no apostaron nunca al diálogo, que lo hicieron sabiendo lo que estaban haciendo”.
A pesar de que, según la docente, las autoridades de la educación intentaron “destrozar” el sindicato y el gremio estudiantil, aseguró que “no lo pudieron hacer, porque nosotros resistimos”.
En cuanto al sumario establecido a Ruidíaz por parte de Secundaria, la docente señaló que aún “sigue su curso” y que “lo que se terminó fue que se cumplieron los seis meses de separación del cargo”. Por tanto, esbozó que Ruidíaz “sigue siendo una víctima de unas autoridades autoritarias”.
La actualidad
Lautaro Gutiérrez, vocero del Gremio Estudiantil del IAVA (GEI), recordó a la diaria que cuando les quitaron el salón gremial, “las autoridades mantenían que este salón era necesario para la construcción de una rampa”. Un año después, sin embargo, “no está la rampa y esto es algo que las autoridades ya sabían, porque desde marzo había un informe de un técnico prevencionista de ellos mismos en el que se expresaba que la rampa era inviable por un tema físico, por la pendiente que tiene la escalera”, explicó. “Esa rampa era una excusa de las autoridades”, enfatizó.
Por otro lado, si bien identificó que la separación del cargo de Ruidíaz significó “un punto de inflexión”, resaltó que luego también hubo “persecución gremial a los docentes” y “problemáticas que continúan”, como la “superpoblación” y la falta de “presupuesto”.
En la actualidad hay una nueva dirección, cuyas integrantes ya no son tampoco las que, desde el gremio y el núcleo sindical, eran llamadas como “interventoras”, por ser inspectoras designadas por Secundaria para suplir la dirección. “Para que haya un espacio liceal que no sea hostil, como lo era el año pasado, tiene que haber un buen diálogo entre todos los actores de la comunidad educativa. En ese sentido, tenemos esperanza. [La nueva dirección] lleva poco tiempo, pero por lo menos son personas abiertas al diálogo y con las que se puede conversar”, manifestó.
“Fue hace exactamente un año, el 12 de abril del año pasado, cuando nuestra comunidad sufrió un golpe injusto y doloroso: la separación de nuestro director. Su compromiso y su valiente defensa de los derechos estudiantiles nos llevan a recordar el aniversario de este injusto hecho y a honrar la lucha de toda la comunidad educativa”, esgrimió una de las estudiantes del gremio que leyó una proclama frente al público.
La estudiante expresó que “durante este conflicto peleamos codo a codo con nuestros docentes, que lucharon junto a nosotros solidariamente. Nuestros profesores han sido nuestros compañeros de lucha y nos han enseñado, fuera de las aulas, que las injusticias se resisten”, dijo, y agregó: “Pero el camino aún es largo y la lucha continúa”.
El comunicado leído por el núcleo sindical del IAVA es el mismo que publicaron tres semanas después de que inició el año lectivo, ya que, según señalaron a la diaria, la situación resulta incambiada.
“Rechazamos la imposición de la Transformación Educativa 2023 en los primeros años de Educación Secundaria y su extensión al primer año de bachillerato”, fue el primer punto esgrimido. Su posición se debe a que “durante todo el proceso se ha desconocido la opinión de los diferentes colectivos docentes, se redujeron horas de clase, se eliminaron grupos y se impone una única concepción de enseñanza a través del currículum por competencias”.
En segundo lugar, y en el marco de la “intervención” del centro educativo y el inicio del sumario al exdirector, el núcleo sindical denunció que “se continúa con acciones desde las autoridades que dan cuenta de ensañamiento y persecución, dilatando la resolución administrativa que pudiera cerrar este proceso”.
Asimismo, señalaron que este año el IAVA “tuvo una reducción del 43% de los grupos, cerrando el acceso a nuevos estudiantes al no abrir ningún grupo” de cuarto año. En la actualidad, aseguraron que funcionan “solamente 17 grupos en el turno matutino y diez en el vespertino, superando los 30 estudiantes en la gran mayoría de grupos”.
Otro de los puntos en cuestión durante el transcurso del conflicto y también desde hace años es la situación edilicia de la institución. De acuerdo a los docentes, estas problemáticas “no se atendieron”. También remitieron al “intento de las autoridades de sacar el Proyecto Bilingüe para Estudiantes Sordos del IAVA” y aseguraron que “los estudiantes que ya estaban haciendo uso de sus derechos permanecieron en la institución en aquellas orientaciones en las que les fue posible inscribirse”. En ese marco, reafirmaron “la importancia de que el proyecto permanezca en sus instituciones de referencia” y denunciaron “la situación de falta de profesores, reducción de tiempo de clase y aislamiento que viven los estudiantes sordos actualmente en el liceo 27”.
Para cerrar, desde el núcleo sindical del IAVA afirmaron que “el autoritarismo continúa y se ha convertido en una forma de gobernar la enseñanza a través de interpretaciones de circulares que atentan contra las libertades como ejemplo de libertad de expresión y sindical”.