No es la primera vez: ya en 2022, docentes del Cerp del Sur iniciaron un paro activo por problemas con el transporte que brinda el Consejo de Formación en Educación (CFE) para el estudiantado becado. En otras ocasiones, también han sido los estudiantes quienes se manifestaron por la misma razón, sea el exacto mismo problema o no.
Este lunes una nueva problemática vinculada al transporte del Cerp del Sur llegó a la órbita de la Comisión de Educación y Cultura del Senado: “Nos dirigimos a ustedes en calidad de estudiante del Cerp de Atlántida para plantear una preocupación urgente que afecta significativamente a nuestra comunidad estudiantil desde el pasado 10 de abril”, dice el primer punto de la plataforma reivindicativa que entregó a la Comisión Mathías Alemán, integrante del gremio estudiantil, en representación de los estudiantes del centro educativo.
Aseguran que desde ese día el CFE “ha retirado un servicio de transporte que resultaba indispensable para muchos de nosotros, estudiantes de esta institución”, una decisión que, manifestaron, “ha tenido un impacto negativo en la asistencia a clases, y lamentablemente ha resultado en casos de deserción estudiantil”.
En diálogo con la diaria, Alemán explicó que el servicio de transporte al que se refieren es el “micro amarillo”, un ómnibus que hace el recorrido al que le llaman “Santoral”: pasa por La Montañesa, Empalme Olmos, Barros Blancos, Pando, San Jacinto y Santa Rosa, para llegar a la sede del Cerp en Atlántida. Además, recoge a los estudiantes que tienen cubierta la residencia por la beca otorgada por el CFE, que se encuentra aproximadamente a un kilómetro del Cerp del Sur.
De acuerdo con Alemán, desde el 10 de abril, el CFE decidió que el “micro amarillo” sólo haga el recorrido de la residencia al Cerp y a los demás estudiantes que viajan desde el Santoral les habilitaron boletos para viajar en la empresa Zeballos. Si bien el estudiante aseguró que agregaron una nueva frecuencia para que, en teoría, los horarios del transporte cuadren con los de las clases, no sucede.
En la mañana, “tienen que viajar dos horas antes o llegar tarde a clase”, y en la noche el último ómnibus sale 19.45, según dijo. Sin embargo, planteó que, a excepción del miércoles, las clases del turno vespertino terminan a las 20.00, por lo que “los estudiantes se tienen que ir antes de clase, porque si pierden ese ómnibus, no tienen cómo irse a la casa, ya que es la última línea del día”.
En proceso a lo “ideal”
Alemán aseguró que la cantidad de estudiantes que utilizan la beca de transporte son alrededor de 40 en la mañana y el mismo número en la tarde. Los que sólo lo necesitan hasta la residencia son aproximadamente la mitad. “Habiendo un déficit de profesores como hay hoy, cortarle las alas a gente que no llegue, a profesores, me parece demasiado”, apuntó.
Uno de los planteos que le hicieron a la comisión del Senado es la necesidad de que el CFE explique las razones de las medidas. Alemán agregó que, anteriormente, el CFE les había asegurado que pondría una nueva flota de “micros amarillos”, porque “se rompían con facilidad por ser una flota vieja”. De hecho, este ha sido uno de los motivos por los que en diversas ocasiones el servicio se ha visto interrumpido.
“Lo ideal sería una nueva flota de ómnibus amarillos, o que se arreglen correctamente los que andan funcionado desde la residencia al centro de estudio”, manifestó Alemán. Según el estudiante, otro de los puntos de disconformidad es que cada semana los estudiantes tienen que cambiar los boletos. “Capaz que si fuera todos los meses, sería un poquito más viable”, pero es “engorroso”, lamentó.
Asimismo, explicó que si el estudiante falta por alguna razón, sea por “enfermedad” o no, tiene que devolver el boleto. “Pero si se olvidan de devolverlo, una funcionaria del CFE nos dijo que iban a perder la calidad de estudiantes, cuando no es así: en el contrato de becas dice que si se hace un mal uso, se pierde la calidad de becado, no de estudiante”.
En la plataforma entregada a la Comisión, los estudiantes denunciaron que luego de los cambios introducidos por el CFE, tal afirmación fue en el marco de una “charla sobre el uso de vouchers para los becados”. En ese contexto, resaltaron que “si bien algunos estudiantes hoy becados están devolviendo vouchers de boletos”, a otros se les dificulta hacerlo “por el tedioso trabajo de ir cada semana a hacer el trámite”. En función de lo que consideraron una “amenaza” de la funcionaria del CFE, plantearon que “muchos estudiantes se sintieron intimidados”.
Alemán narró que en la instancia los estudiantes manifestaron la disconformidad con la medida tomada y, si bien luego de eso no tuvieron una conversación directa con el CFE, aseguró que están al tanto de su rechazo a los cambios en el transporte y que, mientras tanto, desde el gremio están “esperando”. De resultar incambiada la situación, el integrante del gremio dijo que evaluarán si toman alguna medida.
En conclusión, los estudiantes solicitaron a la Comisión “abordar estas preocupaciones de manera urgente y efectiva”, ya que consideran “fundamental garantizar el acceso equitativo a la educación para todos los estudiantes, y la falta de transporte adecuado está obstaculizando este derecho fundamental”.