La definición del presupuesto educativo fue uno de los principales temas del año en esa área. La promesa electoral del Frente Amplio (FA) de llegar a una inversión equivalente al 6% del producto interno bruto (PIB) para la educación al final del período generó importantes expectativas en buena parte de la población y, sobre todo, entre los docentes.

Si bien la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) elaboró su plan de política educativa bajo ese supuesto presupuestal, el mensaje que envió el Poder Ejecutivo al Parlamento estuvo muy lejos de lo solicitado. Según estimaciones del representante de los docentes en el Consejo Directivo Central de la ANEP Julián Mazzoni, con las reasignaciones que se acordaron en el Poder Legislativo el ente mantendrá su presupuesto en términos constantes.

Las autoridades de gobierno han marcado que no fue posible destinar más recursos para incrementar el presupuesto del Estado por la situación de las cuentas públicas que dejó el gobierno anterior, que fue peor de lo que se esperaba. En el caso particular de la ANEP, además, el presidente del organismo, Pablo Caggiani, ha planteado que las anteriores autoridades del ente “dejaron la caja toda rota”, principalmente por el déficit que quedó en el Consejo de Formación en Educación (CFE), que en 2024 llegó a 750 millones de pesos, cuyo abatimiento hizo que un fondo de inasistencias para cubrir gastos puntuales quedara con saldo negativo. De hecho, Caggiani atribuyó a dicho déficit el conflicto que se generó este año en el CFE por la formación de grupos para 2026.

En diálogo con la diaria, Virginia Cáceres, quien estuvo en la presidencia de la ANEP hasta semanas antes de que asumieran las autoridades designadas por el FA, dijo que el déficit que quedó en la ANEP se explica por la situación del CFE, en particular porque existió una “apuesta a la presencialidad”, y por el sistema de elección de horas que definieron las anteriores autoridades, que buscaba que los docentes del organismo pudieran consolidar su carga horaria en el CFE y que ya fue modificado por la actual administración. De todas formas, aseguró que “era un déficit absolutamente atendible” y negó que pudiera condicionar las acciones de política educativa de la actual administración.

Además de catalogar la definición de grupos para 2026 como un “recorte brutal”, Cáceres sostuvo que el problema de fondo es que el presupuesto del CFE “es muy menor” para un organismo que tiene a cargo la formación de la gran mayoría de los docentes del país. En ese sentido, planteó que eso también debe estar sobre la mesa cuando, a partir del año que viene, el Parlamento comience a discutir sobre la creación de una Universidad de la Educación (UNED).

Según la exjerarca, que actualmente se desempeña como prosecretaria de la Cámara de Diputados, “es momento de repensar lo pedagógico en relación con lo económico” y, en ese sentido, la discusión sobre la UNED puede ser una oportunidad. Al respecto, completó que, más allá de lo conceptual, “el tema económico va a estar puesto sobre la mesa” durante la discusión de la nueva universidad, ya que, en caso de que se apruebe, habrá recursos de la ANEP que saldrán del organismo para pasar a la UNED, que, según se proyecta, tomaría los recursos y los bienes del CFE. “Eso va a hacer que el presupuesto de la ANEP se tenga que reestructurar a la interna”, afirmó.

Más allá de que entendió que siempre es deseable invertir más recursos en la educación, Cáceres planteó que es momento de “empezar a ver de qué manera podemos no solamente optimizar los recursos que tenemos, sino también definir otras formas de medir el gasto”. En esa línea, habló de la necesidad de redefinir “hacia dónde estamos dirigiendo el dinero y si hay alguna forma de reestructurarlo mejor en la interna de la ANEP”, en sintonía con “cuestiones más pedagógicas y con la autonomía de los centros” educativos.

Respecto de cómo transcurrió la discusión presupuestal este año, la expresidenta de la ANEP dijo que le resultó “rara” la forma en que se discutieron los incrementos que tendrá el organismo. En particular, le llamó la atención la diferencia entre lo solicitado por el ente, que en función de eso se fijó metas “ambiciosas”, según valoró, y lo que el Poder Ejecutivo estuvo dispuesto a asignar. Según Cáceres, fue llamativo que no hubiera un ajuste a la baja del pedido en función de esa realidad, lo que hizo que el discurso de las autoridades de la ANEP fuera “medio fantasioso”.

Más allá de las expectativas presupuestales generadas por el FA durante la campaña electoral, la integrante del Partido Colorado consideró que el cumplimiento de las metas trazadas por el organismo será difícil con los recursos que le fueron asignados en el presupuesto quinquenal y que las autoridades esperan mejorar en las próximas rendiciones de cuentas.

De todas formas, sostuvo que muchas de las metas planteadas recogen acuerdos en el resto del sistema político, como el aumento de la cobertura de alimentación en la educación media, que en el gobierno anterior se llevó a cabo por medio de los Centros María Espínola, o la universalización de la educación a los tres años. Sobre este último punto, se preguntó “qué estamos esperando para hacerlo”, ya que existe un amplio consenso entre los partidos políticos.