Como todos los viernes, el ómnibus ploteado con el logo del programa Pelota al Medio llegó al complejo deportivo Azulgrana de Old Boys, ubicado en la zona de Punta de Rieles. En pequeños grupos, los adolescentes fueron bajando a las canchas donde habitualmente se hace la práctica de fútbol. Varios de ellos se detenían a saludar y preguntar por el motivo de la presencia extraña.

Al inicio de la práctica se forma una ronda y el entrenador repasa con los jóvenes distintas actividades que llevaron adelante durante la semana, entre ellas la concurrencia al estadio Centenario para ver a la selección uruguaya o la participación en un evento en el auditorio Adela Reta del Sodre por los 15 años del programa Pelota al Medio. Más allá de que el cuerpo técnico felicita a todos por la buena actitud, señala que hay detalles a ajustar a futuro en actividades similares, por ejemplo, la puntualidad.

Se trata de adolescentes de 20 barrios de la capital que son parte de Pelota al Medio Universitario, un equipo del programa que todos los fines de semana compite en distintas categorías de la Liga Universitaria. Según dijo a la diaria Mauro Sorrentino, director técnico del equipo y referente del programa, actualmente son 55 los adolescentes que forman parte de esta experiencia, que es “complementaria” de las actividades semanales en las que participan más de 4.500 niños y adolescentes de diferentes territorios.

Los adolescentes están muy entusiasmados: 19 de ellos viajarán este jueves a España para participar en la Mallorca International Football Cup, competencia organizada por la Academia Vicente del Bosque. Sorrentino señaló que el viaje es una de las tantas “oportunidades” que brinda el programa, que apunta a que los jóvenes puedan desarrollar un proyecto de vida en la línea de “los valores y buenos hábitos que se fomentan en ese marco”.

Un poco de historia de Pelota al Medio Universitario

El vínculo de Pelota al Medio con la Liga Universitaria se forjó en 2015, cuando desde el programa se organizaban torneos “por la convivencia y el juego limpio” entre estudiantes de instituciones de Secundaria y de UTU. En ese marco, Sorrentino le propuso a Agustín Iparaguirre, entonces y actualmente director del programa, la posibilidad de que algunos equipos de adolescentes pudieran competir en diferentes categorías de la liga.

Uno de los requisitos para participar es tener notas satisfactorias o superiores en el liceo o la UTU, por lo que comenzó a ser un importante incentivo al que muchos profesores apelaron. Según contó Sorrentino, el incentivo se piensa principalmente para adolescentes a quienes les gusta el fútbol, pero por distintos motivos tienen o pueden presentar a futuro dificultades para sostener su proceso educativo.

De hecho, Sorrentino mencionó que la participación en el equipo ayuda a los profesores a reforzar la necesidad de que los estudiantes tengan un buen comportamiento y asuman el rol de “promotores de convivencia”. Esto se materializa, por ejemplo, a la hora de decirles a los jóvenes que tienen que cumplir con reglas básicas como entrar a clase, no participar en peleas ni arengarlas. Según resumió, se trata de “ser buena gente” y contagiar con el ejemplo.

El rol de promotores de convivencia no se aprecia únicamente en el contexto educativo, sino también en el de la competencia en la Liga Universitaria. En ese sentido, el director técnico explicó que se tiene en cuenta también la visión que los directivos, árbitros y rivales tienen sobre los adolescentes que son parte del programa.

Si bien la demanda por participar en Pelota al Medio Universitario ha venido en aumento, ya que el boca a boca ha hecho que se conozca la propuesta, cuentan con un cupo limitado, tanto por la posibilidad de traslado como por la cantidad de jugadores que pueden anotar en la liga. Actualmente compiten en las categorías sub 16 y sub 18 y tienen el objetivo de sumar también una categoría sub 14, de forma que el programa pueda acompañar a los jóvenes durante todo su tránsito por la educación media.

Si bien cada fin de semana juegan unos 18 jugadores por categoría, cada plantel está compuesto por 35 adolescentes. Justamente, a la hora de definir quiénes tienen la oportunidad de jugar no se analiza principalmente el desempeño deportivo, sino el comportamiento y la adhesión con los principios del programa.

Además, en los casos en que detectan que el problema principal no es el compromiso o las ganas de estudiar del adolescente, el propio programa dialoga directamente con las autoridades educativas para ver qué plan puede adecuarse mejor a la realidad de cada estudiante. Por ejemplo, Sorrentino mencionó que hay algunos programas especiales de Secundaria, como el de Áreas Pedagógicas, con los que tienen un vínculo fluido, y muchas veces han gestionado la incorporación de alguno de los jóvenes que son parte del programa.

Al respecto, relató que desde Pelota al Medio tienen vínculo directo con autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), tanto de su Consejo Directivo Central como de los diferentes subsistemas. En este último caso, contó que están en diálogo con las inspecciones departamentales para, por ejemplo, lograr que los adolescentes que asisten al programa queden anotados para cursar de mañana y puedan participar en las actividades de Pelota al Medio en la tarde.

Sorrentino destacó que el fútbol sirve como motivación porque a todos los adolescentes que se postulan les gusta jugar a ese deporte. Además, la propia dinámica de competencia les permite acceder a su propia ropa deportiva y los hace vivir distintas situaciones que les muestran otros contextos. Por ejemplo, destacó que los martes entrenan en el campo deportivo del Ejército y los miércoles en el gimnasio del Centro de Entrenamiento de Deportes de Combate, en una coordinación interinstitucional por intermedio de la Secretaría Nacional del Deporte y el Ministerio del Interior, organismo del que depende formalmente el programa.

Según resumió el entrenador, se trata de “un ejercicio de ciudadanía”, porque se defienden los derechos de los adolescentes pero también se les muestran y se les hacen cumplir sus obligaciones, tanto individuales como colectivas. “El programa y el fútbol les da una oportunidad y después ellos cumplen”, planteó, y aseguró que el objetivo principal es que cuando cumplen los 18 años y egresan del programa se hayan convertido en bachilleres.

La incorporación de un psicólogo y el vínculo con las familias de los adolescentes

Sorrentino valoró que recientemente el equipo haya podido incorporar un psicólogo, rol profesional que considera clave para abordar algunas situaciones para las que ni el equipo de referentes ni las familias tienen las herramientas más adecuadas. Dijo que eso también es clave para trabajar de mejor forma con los adultos referentes de los adolescentes. Si bien planteó que en la mayoría de los casos cuentan con referentes familiares cercanos que acompañan el proceso, contó que también en algunos casos excepcionales ese vínculo está roto o dañado.

Al respecto, desarrolló que el abordaje con las familias se ha ido mejorando con el paso del tiempo y, por ejemplo, valoró que los días de partido “está lleno de familia y es divino de ver”. Agregó que también hacen “cierto trabajo de educación” con los adultos referentes de los adolescentes que asisten a ver los partidos, de forma que su comportamiento “vaya en la misma línea que el de los chiquilines”.

Sorrentino entiende que eso es posible porque las familias también perciben mejorías en el comportamiento y el rendimiento académico de los jóvenes. En concreto, mencionó que, además de la mejora en las notas en el liceo o la UTU, el programa también sirve para crear rutinas por fuera de las que pauta la institución educativa.

En esa línea se expresó Karina Sogliano, madre de uno de los adolescentes que participa en Pelota al Medio Universitario. Según dijo a la diaria mientras acompañaba a su hijo Leonel en la práctica, desde hace un año él es parte del programa y lo disfruta mucho. Más allá de la posibilidad de seguir jugando al fútbol, Sogliano valoró especialmente que, más allá de la competencia, en el programa se apuesta principalmente a que los adolescentes puedan divertirse. También destacó el factor humano y que se les inculque siempre la necesidad de respetarse mutuamente. “Él está re contento, nosotros también”, resumió, y agregó que también funciona como una motivación para seguir adelante con los estudios.

La voz de los adolescentes de Pelota al Medio y el “premio” del viaje a España

Santiago Rodríguez es estudiante del liceo 10 de Malvín y es uno de los 19 que viajarán a España. Eso lo tiene algo ansioso y más nervioso de lo habitual porque será su primer viaje en avión: hace días que empezó a armar la valija. Contó que valora la experiencia como “un premio” por seguir adelante con el estudio y también con cumplir con los valores y las normas de conducta que se impulsan desde el programa. En ese plano, dijo que en el grupo siempre trabajan la necesidad de “tirar todos siempre para el mismo lado” y “hablarse bien adentro de la cancha y afuera también”.

De manera similar se expresó Joel de los Santos, quien contó que la posibilidad del viaje fue “inesperada”, ya que si bien la posibilidad estaba desde hace tiempo, en un momento daba la sensación de que no sería posible concretarlo por motivos económicos. Por lo tanto, vivió con gran alegría la noticia de que en las últimas semanas fue posible resolver la situación y garantizar el viaje. “Me enteré por un mensaje de mi entrenador que decía ‘vas a poder viajar’; esa mañana, cuando me desperté y vi ese mensaje, fue increíble”, recordó.

Desde el punto de vista deportivo, De los Santos destacó la posibilidad de ver cómo juegan equipos europeos y medir fuerzas, pero sobre todo van con una mentalidad de disfrutar la competencia y seguir mejorando como equipo. Concurre al liceo Ceni y llegó este año al programa, por sugerencia de un amigo. Contó que la participación en el equipo significa un esfuerzo para él, ya que concurre a una propuesta de tiempo completo y debe compatibilizarla con los entrenamientos. De todas formas, afirmó estar muy contento y con ganas de que el viaje llegue lo antes posible.

Fabricio da Costa también estudia en el liceo 10. Es otro de los jugadores que van a viajar a España y confesó que lo está esperando con mucha ansiedad. Si fuera por él, hubiera empezado a armar la valija hace días, pero prefirió esperar para no hacerlo con tanta anticipación. Sobre Pelota al Medio, valoró que “es un programa que ayuda mucho en lo personal y en lo grupal”. “Conocés a gente de otros barrios que no conocías y hacés amigos nuevos”, destacó. En su caso, contó que no tenía grandes problemas de comportamiento pero, de todas formas, aprovecha las instancias que brinda el programa para seguir aprendiendo y mejorando como persona. En ese sentido, siempre que se puede se brindan talleres de distintas áreas temáticas que complementan lo que se aprende en el centro educativo y en las instancias deportivas.

Da Costa está cursando 5º Humanístico, pero recuerda su vínculo con Pelota al Medio desde su etapa escolar, a través del proyecto Moña, que funcionó entre 2017 y 2019 y que recientemente fue relanzado por las nuevas autoridades de la ANEP. De esa instancia recordó que hacían actividades como rugby, fútbol y también concurrieron a colonias de verano. Del programa en la actualidad rescató que los referentes siempre están pendientes de las notas que obtiene en el liceo y les piden que mejoren las notas y que no tengan asignaturas bajas.

Precisamente, desde Pelota al Medio se aspira a que quienes egresaron vuelvan a estar en contacto, incluso a veces laboralmente, ya que al transmitir su experiencia se genera otra cercanía con los adolescentes. En ese sentido, Sorrentino señaló que exusuarios del programa “son ejemplo de que también se puede venir de alguna situación familiar complicada y un contexto de adversidades que a veces, con 13, 15 o 18 años, es difícil encarar y tomar buenas decisiones. Pero si estás bien rodeado y tenés foco en ciertas metas que te podés ir poniendo, vas cumpliendo objetivos a corto plazo y después se presentan posibilidades y oportunidades que brinda Pelota al Medio, señaló.