La vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, participó de manera virtual en el Foro Generación Igualdad, un encuentro coordinado por ONU Mujeres y organizado conjuntamente por los gobiernos de México y Francia, para pensar acciones globales contra las desigualdades de género.

Argimón partió de la base de dejar sentado que desde la histórica IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, también conocida como Conferencia de Beijing, en 1995, “hay algo que está claro” y es que “todas somos conscientes de que se han verificado estudios por demás suficientes de lo que significa la discriminación en todos los ámbitos”.

“Ha habido avances, pero se ha demorado mucho en obtener esa equidad de género que hace tiempo que señalamos”. Aclaró que “no es un tema de lucha entre hombres y mujeres, como muchos quieren poner en el escenario”, sino que se trata “de un tema de derechos y de calidad de las democracias”. “Si la mitad, o la mirada de la mitad de la población mundial está fuera de donde se decide el futuro de nuestros países, esto pasa a ser un tema de calidad de la democracia”, explicó.

Aseguró también que el escenario futuro es complejo porque “hay claras señales de discriminación en nuestras sociedades que se van a agudizar en el escenario de la pospandemia”.

Pasó tiempo suficiente

“Cuando hablamos de los obstáculos que tenemos, y de ese cambio cultural por el que estamos transitando, no debemos perder de vista que han pasado ya muchos años en que hemos ido denunciando esta realidad”, expresó la vicepresidenta. Y agregó que “en el mundo globalizado, donde todo es más rápido, las que ya tenemos años transitando en esto tenemos que dejar claro que tenemos que llevar adelante acciones concretas más rápido”.

A pesar de ser un país de avanzada, aún estamos lejos. “Provengo de un sistema político muy sólido. En Uruguay, las mujeres tuvimos desde el punto de vista normativo muy tempranamente nuestros derechos. Sin embargo, tenemos los mismos obstáculos que señalamos hace muchos años”.

Explicó que “ha habido avances, pero el siglo XXI debió habernos encontrado con una sociedad mucho más equitativa”. También este siglo debió “encontrarnos a las mujeres trasladando nuestra mirada y proporcionando acciones concretas con esa equidad que hace tiempo venimos pidiendo”.

“Las que venimos batallando por la equidad de género en los lugares de decisión hace tiempo tenemos que dejar bien claro nuestro compromiso”, dijo. Y enfatizó que “hay que hacer visible que ya ha pasado mucho tiempo y que se precisa de la toma de decisiones inmediata”. “La toma de decisión desde un punto de vista paritario no debe demorarse”, sugirió. “Ya no hay que hablar de diagnóstico sino de acciones que nos encuentren juntas”.

Para la vicepresidenta, algo a tener en cuenta para tomar acciones urgentes es que “las nuevas generaciones están cada vez llamadas más tempranamente a asumir responsabilidades políticas y sociales en términos de conducción”. Lo marcó como una diferencia respecto de su experiencia generacional.

El escenario pospandémico

Argimón propuso “situarnos en el escenario de la pospandemia”. Explicó que hay cosas que la pandemia dejó claras: una es que “en el mundo, siguen siendo las mujeres quienes tienen a su cargo los cuidados”; la otra es que “la pobreza tiene cara de mujer y de niños”.

“Hay diagnósticos se repiten y no hay más tiempo”. Por eso, es necesario “una sociedad que nos encuentre trabajando codo a codo, apostando al PBI [producto interno bruto] de nuestros países”.

Volvió a poner sobre la mesa una cuestión que posiciona siempre que habla de estos temas: la penalización de la maternidad. Señaló que “la sociedad y el sistema hacen que la maternidad pueda ser vista como un obstáculo para muchas mujeres jóvenes que quieren seguir avanzando en su trayectoria laboral, profesional o política”. “Las sociedades llegan a condicionar el avance de las mujeres que están comprometidas”, resaltó.

Para terminar, dijo que “las mujeres ya no tenemos más nada que probar”. “Tenemos que avanzar decididamente hacia los lugares que nos corresponden”. En ese sentido, “el escenario pospandemia nos está convocando a que cuestionemos la carga honoraria que tenemos en el quehacer cotidiano asociado a los cuidados y la necesidad de independencia económica que debemos transitar como forma de lograr la equidad”. Esta acción “la tenemos que tomar fundamentalmente las mujeres que llegamos a los lugares de decisión”.

Propuso “una alianza estratégica”, en la que “de una vez por todas se pase a una acción decidida”. “El escenario pospandemia nos va a encontrar con el aumento de la pobreza, y todas sabemos qué significa ese escenario: las mujeres son las más castigadas. Y con las mujeres, la realidad de nuestras niñas y niños”. Por lo tanto, dijo que “esta alianza estratégica tiene que empezar hoy”. El escenario equitativo no admite demoras.

Concluyó señalando que “deben seguir llegando mujeres a la política”. “Pero no las que llegan por llegar, sino las que tenemos incorporada la mirada de género y la equidad en la construcción de las políticas de nuestro país”.