A poco más de un mes de que se celebre un nuevo Día Internacional de la Mujer, la Intersocial Feminista envió una carta a todos los sindicatos y a autoridades del PIT-CNT para solicitar que este año se decrete un paro general de mujeres de 24 horas. En la misiva, a la que accedió la diaria, las activistas recuerdan que persiguen ese objetivo desde hace siete años pero “aún no lo han logrado”, y señalan que esta vez envían una nota en enero para que cada sindicato, “con tiempo”, “pueda resolver la medida e implementarla sin problemas”.
Insisten en que el pedido es que se decrete el paro general exclusivamente de mujeres, “porque de decretarse el paro general para todes”, como el que se definió el año pasado, “la medida definida por el feminismo desaparece”. “Si todos paran, no se visualiza la desigualdad de género que sufrimos las mujeres en todos los ámbitos de nuestras vidas, incluidas las diferencias salariales, la falta de paridad en cargos laborales, así como en el movimiento sindical”, puntualiza la Intersocial Feminista.
En ese sentido, la plataforma de colectivos y organizaciones recuerda que el Paro Internacional de Mujeres, que se convocó en 2017 por primera vez, “es un paro que abarca todas las actividades que las mujeres hacemos diariamente, las remuneradas y las no remuneradas”, con el objetivo de “visibilizar la cantidad de tareas que las mujeres cargamos en nuestros hombros y los lugares que ocupamos, tanto en lo que refiere a nuestros trabajos remunerados como en nuestras casas”.
La Intersocial Feminista todavía no existía como articulación en 2017, pero en aquel momento integrantes de los colectivos Cotidiano Mujer y Ovejas Negras le plantearon al entonces presidente del PIT-CNT la posibilidad de declarar el paro general de mujeres, “de forma de proteger a todas las mujeres que quisieran parar en sus trabajos remunerados y que no tuvieran riesgo de represalia por no estar amparadas sindicalmente”, asegura la carta. Sin embargo, ese año y los años posteriores, la central sindical definió un paro parcial “que habilitaba a las/os trabajadoras/es a ir a la marcha, hoy en día la mayor marcha de Uruguay”, señala el texto.
El año pasado, el PIT-CNT decretó un paro general el 8M para movilizarse también en contra de la ley de urgente consideración, una medida que en su momento fue descrita por la Intersocial Feminista como un “retroceso”, justamente por invisibilizar el reclamo de las mujeres. La decisión también había sido criticada por la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, que opinó que la esencia de la marcha del 8M “empieza a desdibujarse” cuando “la central de los trabajadores la utiliza para meter un debate de una ley de urgente consideración”. En la misma línea, la directora del Instituto Nacional de las Mujeres, Mónica Bottero, la calificó de “desacertada” porque, a su juicio, el 8M es un día “que debería quedar despejado para que las mujeres podamos expresar nuestras demandas, nuestras necesidades y nuestra situación”.
Por verse
Elbia Pereira, secretaria general del PIT-CNT y dirigente de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), confirmó a la diaria que la secretaría general de la central sindical recibió la carta y adelantó que el tema va a ser discutido en las instancias que habrá de acá a marzo. Así, dijo que “seguro va a estar en el orden del día” de la próxima reunión del Secretariado Ejecutivo, el 31 de enero, “porque es un tema que está en agenda, y nos vamos a posicionar como PIT-CNT en algo tan importante como esto”. A la vez, adelantó que posiblemente se tome una decisión en la Mesa Representativa del 9 de febrero.
La dirigente aseguró que el reclamo que sostiene la articulación feminista es “compartido” por la central y que es un camino que “tiene que seguir transitándose, para hacer visibles los efectos por siglos del patriarcado”, pero que hasta ahora no han podido sortear las barreras operativas. “Lo que tenemos que discutir son las medidas” para llevar adelante el paro, “pero no el fondo de la cuestión: ahí no tenemos ninguna duda”, explicó Pereira. “Esas fueron las discusiones y seguramente sigan estando; no basta con que la dirección del PIT-CNT diga de hacer un paro sólo de mujeres de 24 horas para que esto se cumpla. Las medidas se resuelven cuando se tienen condiciones para llevarlas a cabo”, puntualizó, y agregó que en esa línea “hay que ver cuáles son las mejores condiciones que tienen los sindicatos para llevar esto adelante”.
Como dirigente de la FUM, Pereira dijo que si bien la carta llegó “en un momento de receso”, como es enero, “es claro que en el primer secretariado, que va a ser seguramente los primeros días de febrero, tengamos esta discusión”. La representante acotó, además, que “se agrega un elemento que no es menor”, que “ha sido lo que estos años hizo que la FUM a nivel nacional y sus filiales resolvieran abstenerse en el paro general de 24 horas”, que es que “lo promueve la dirección y después las asociaciones de base resuelven en contrario, entonces la federación pierde la votación”.
“Hace por lo menos tres años que la conducción de la federación propone un paro de 24 horas y hasta ahora no se ha logrado”, reiteró Pereira, y opinó que no es “por el contenido ni por el fondo de lo que se reivindica”, sino “porque queda pegado al inicio del curso”. Puso como ejemplo lo que pasó el año pasado, que el inicio de clases tuvo lugar el 7 de marzo y “las compañeras de las bases argumentaron que era muy difícil llevar adelante un paro” al día siguiente.
La carta de la Intersocial Feminista recuerda que en estos años varios sindicatos han resuelto hacer el paro de mujeres de 24 horas y que “ha sido implementado sin problemas”, por lo que la aspiración este año es que la adhesión sea “de 100%”. En 2022, algunas de las organizaciones que decidieron adherir al paro de mujeres fueron el Sindicato del Taxi, que decidió que quienes pararan fueran sólo las mujeres afiliadas; los sindicatos de docentes de UTU y la Universidad de la República (Udelar), así como el de funcionarios de la Udelar; y la Federación Ancap, que resolvió que el paro fuera de las mujeres agremiadas. En el caso de las empresas públicas, el sindicato de UTE convocó a parar a las mujeres.