El escenario estaba pronto, los pronósticos favorecían de forma unánime a un solo equipo, solo faltaba ratificarlo en la cancha. Un Peñarol que fue de menos a más en el campeonato, encontrando su mejor versión en el Play Off, llegó a la cita final ante su clásico rival, que presentó diversas bajas y un rendimiento lejano a lo que exigen estas instancias. La historia no tuvo sorpresas entonces. El conjunto carbonero, que había ganado la primera final por 5-1 el domingo, volvió a imponerse en el 10 de Julio de Florida y se coronó nuevamente campeón uruguayo.

El resultado de 1-0 fue exiguo ante la diferencia, pero suficiente para que las dirigidas por Andrés Pelu Izquierdo pudieran festejar en la noche del martes. Un encuentro controlado por las aurinegras, sobre todo en la primera parte donde exigieron buenas intervenciones de la joven Martina Alonso en el arco tricolor. Recién a los 16 minutos llegó el primer y único grito de la noche, cuando apareció Mariana Crócano y conquistó el tanto de la victoria. La capitana otra vez fue decisiva, no solo por el gol, sino que por su entendimiento del juego, voz de mando y calidad técnica, que la hacen destacarse naturalmente como lo viene haciendo hace más de diez años.

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De la parte complementaria poco para rescatar. Las campeonas no lograron generar profundidad ni ocasiones de peligro claras. Menos aún el equipo tricolor, que terminó perdiéndose en un juego vertical impreciso y previsible. Así y todo, para las ausencias que tuvo el conjunto de Jorge Seré, vendió cara su derrota en el partido revancha. Sobre el cierre, el encuentro volvió a ganar cierta emotividad, de la mano además del aliento que la parcialidad mirasol que llegó hasta Florida. Pero Nacional debía anotar dos goles para forzar un alargue, ganarlo, y de esa manera llevar la serie a un juego extra porque Peñarol se había adjudicado la Anual. Un camino que parecía prácticamente imposible de recorrer.

Experiencia y juventud

Una de las claves del éxito aurinegro desde su regreso al fútbol sala femenino en 2018, es la combinación de jugadoras de mucha trayectoria, que ya arrastraban un recorrido importante en la disciplina, con la inserción gradual de las jóvenes que se han ido ganando su lugar. Ese equilibrio, esa gama de características que ofrece el plantel, le permite trabajar con confianza y mentalidad ganadora a un grupo que, al igual que en el masculino, cuenta con un fuerte respaldo institucional.

En el grupo de las experientes se encuentran Lola Viera, Florencia Vicente, Mariana Crócano, Daiana Gutiérrez, Carolina Dos Santos, Denisse Duffau, Caicobe Lujambio (que aunque lesionada siempre estuvo cerca del equipo) y Sofía Olivera. Chofy, la arquera de la selección uruguaya de fútbol, que estuvo jugando profesionalmente en Rosario Central hasta hace poco, llegó a fin de temporada y se sumó nuevamente a filas del carbonero. En la tanda de las más chicas aparecen Belén Yuvet, Inés Lupano, Camila Delgado, la venezolana Génesis Carrasco y Shamila González. Esta última llegó en la temporada 2021, tomando la difícil decisión de cruzar la vereda, ya que venía desde Nacional. Shamila tuvo un muy buen año y se confirmó como una de las grandes promesas de la disciplina. En la franja “del medio” quedan jugadoras como Stefany Suárez y Stefanie Salazar. Fefa y Fanú, quienes con 27 años hicieron un campeonato satisfactorio, aportando mucho para el colectivo.

Record women

Cuatro temporadas, cuatro títulos. La zaga la inició Gonzalo Fresia como DT en 2018, continuando Izquierdo con su trienio a nivel personal en su debut como entrenador de mayores en AUF. El tetracampeonato en la categoría femenina es inédito, superando a Malvín, Bella Vista y Río Negro City, que habían alcanzado las tres estrellas en forma consecutiva. En cuanto a cosecha personal, son varias las que marchan con varios títulos en sus espaldas. Viera con 8 campeonatos y Vicente con 7 son de las máximas ganadoras, pero en este rubro se despega sobremanera Mariana Crócano. Doce son las veces que la histórica jugadora dio la vuelta olímpica, la mayoría de ellas además levantando la copa como capitana.

Peñarol irá en 2022 por el quinquenio. Por todo lo mencionado anteriormente, parte como favorito claro para seguir de racha, en un medio de pocos equipos y sin rivales de gran fuste a la vista. Además, tendrá el carbonero la posibilidad de disputar la Copa Libertadores, cancelada en su última edición, y que se jugará en Bolivia a mediados del año próximo.