Tras casi tres años prófugo de la Justicia, el coronel retirado Eduardo Ferro se contactó con Interpol Uruguay para negociar su entrega, lo que permitió que fuera localizado y detenido en España. Según supo la diaria, el miércoles el abogado Carlos Bustamante hizo llegar el número de teléfono de Ferro a la dirección de Interpol para que lo contactaran.
Ferro habló con el subcomisario a cargo, Walter Ostochi, a quien le consultó sobre cuál era la mejor manera de concretar la entrega, dado que entendía que era lo mejor para la causa, según informaron a la diaria fuentes de esa dirección policial.
A partir de esa conversación se logró determinar con relativa precisión su ubicación. La información fue trasladada a la sede de Interpol España, en Madrid, y Ferro fue detenido unas dos horas después en el municipio de Peñíscola, a unos 150 kilómetros de Valencia.
Ferro permanecerá en arresto administrativo mientras se avanza con las coordinaciones para concretar la extradición. Ahora Interpol espera que la Justicia española y la uruguaya confirmen la extradición, para que Interpol Uruguay viaje a España a buscar al militar requerido por crímenes de lesa humanidad.
Antes de regresar a Uruguay, Ferro podría tener que responder ante la Justicia española por su fuga, ya que violó la medida cautelar de arresto domiciliario que se le impuso cuando se le concedió la libertad condicional, mientras esperaba que se concretara su extradición.
Sobre este punto, el abogado valenciano Carlos Colomer dijo a la diaria que las violaciones de las medidas cautelares -ya sea retiro de pasaporte, vigilancia a domicilio, orden de no ausentarse de un lugar determinado o de presentarse periódicamente ante una autoridad- están previstas en el artículo 468.1 del Código Penal Español y se penan con una sanción económica si la persona no está privada de libertad.
“Si se le acusa de quebrantamiento de medida cautelar puede retrasarse la entrega hasta que haya juicio. Pero es un proceso sencillo, que podría durar pocos meses y que sólo llevaría pena de multa, por lo que al terminar se podría hacer la entrega”, señaló el abogado.
Colomer agregó que otra posibilidad es que haya un acuerdo entre el Poder Ejecutivo y la Justicia española para proceder a la entrega inmediata de Ferro a Uruguay y dejar en suspenso el proceso por quebrantamiento de la medida cautelar, especialmente considerando que se trata de una persona requerida por crímenes de lesa humanidad.
La fuga de Ferro
La fuga de Ferro se conoció en marzo de 2017, cuando el militar no se presentó ante la jueza penal de 10º turno, Dolores Sánchez, en la causa que investiga la desaparición del militante comunista Oscar Tassino, ocurrida en julio de 1977, por lo que se emitió una orden de captura internacional.
En setiembre de ese año Ferro fue detenido en España, pero una inédita decisión de la Justicia concedió un pedido de la fiscalía para que cesara la prisión administrativa y Ferro esperara el proceso de su extradición en libertad condicional.
Luego de varios recursos que demoraron el proceso, España confirmó en 2018 la concesión de la extradición, pero cuando quiso hacerla efectiva no pudo encontrar a Ferro, hasta la noche del 27 de enero de 2021.
El militar está siendo investigado, además de por la desaparición de Tassino, por el asesinato de Fernando Miranda, cuyos restos fueron hallados en noviembre de 2005 en el Batallón 13; la desaparición de María Claudia García, trasladada desde Buenos Aires en octubre 1976; y por el secuestro de Lilián Celiberti, Universindo Rodríguez y sus dos hijos, ocurrido en Porto Alegre en noviembre de 1978. Ferro fue señalado como uno de los torturadores del centro clandestino La Tablada y el publicista Claudio Invernizzi lo identificó como uno de los torturadores del batallón de Laguna del Sauce, Maldonado.
Los audios de Ferro
la diaria accedió a un audio que habría sido grabado por Ferro luego de la conversación con Interpol, en que explica que la situación de estar prófugo lo lleva a estar “jugando a la ruleta rusa con su salud”, además de expresar que ya “no tiene más nada que hacer”, desde el punto de vista legal, para intentar eludir la extradición.
“Me he movido como loco y no hubo caso, aparte la abogada está entregada y no me da pelota y me calienta estar llamando por teléfono y que no lo atiendan a uno, no tengo nada que esperar acá, simplemente estar vegetando”, comentó.
Además, la diaria accedió a un audio anterior en que el militar critica al gobierno de Luis Lacalle Pou, considerando que no está respaldando a los militares como debería, y pide “ver si se puede llegar al más alto nivel”. Ferro dijo que “el desprestigio más grande que hay hacia las Fuerzas Armadas es el actual gobierno”.
“Ser perseguido por la izquierda para mí es una condecoración, pero cuando los que se supone que no son de izquierda no hacen nada, ese es el desprestigio más grande hacia todos nosotros”, comentó.