El coronel retirado Eduardo Ferro, que se encontraba prófugo de la Justicia, fue detenido el miércoles en el municipio de Peñíscola en Valencia, según informó el diario El País.

Sobre Ferro pesaba una orden de captura internacional, luego de no comparecer ante la Justicia uruguaya en la causa que investiga la desaparición del militante comunista Óscar Tassino, ocurrida en julio de 1977.

La fuga de Ferro se conoció en marzo de 2017 y en setiembre de ese año fue detenido en España. Sin embargo, fue excarcelado durante el proceso de aprobación de la extradición. En junio de 2018 Interpol España debió pedir una prórroga para concretar la extradición a Uruguay porque no podía ubicarlo.

En octubre del año pasado, el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, pidió un informe a Interpol para conocer qué medidas se habían tomado para ubicar a Ferro.

En diálogo con la diaria, el abogado denunciante en la causa Tassino, Martín Fernández, dijo que ahora las autoridades judiciales uruguayas y españolas deberán coordinar cómo sigue el proceso, dado que Ferro podría tener que responder ante la Justicia española por la fuga y eventualmente cumplir condena en ese país. En cuanto al proceso de extradición a Uruguay, Fernández destacó que todos los recursos presentados por Ferro fueron rechazados, por lo que lo único que está pendiente es la entrega.

Fernández calificó de “una situación inédita en la historia de la cooperación penal internacional” la libertad condicional que se le concedió a Ferro durante el proceso de extradición, lo que le permitió fugarse de la Justicia española. “Que un fiscal solicite la libertad condicional de una persona que el Estado tiene que entregar a otro país es una situación grave. Esperamos que la Justicia española actúe con la celeridad que se requiere”, comentó.

Lilián Celiberti, quien fuera secuestrada por Ferro en Porto Alegre, dijo a la diaria que la detención permitirá el avance de su causa y la de Tassino. “Él no declaró por años, y cuando le apretó la situación se fue del país. Espero que esta vez se presente ante la Justicia y sea juzgado, que tenga las garantías, pero que no eluda a la Justicia”, expresó.

Celiberti fue secuestrada en noviembre de 1978 junto a su esposo Universindo Rodríguez y sus dos hijos, y luego fueron trasladados a Montevideo. Los niños, de ocho y tres años, fueron entregados a sus abuelos maternos, mientras que Celiberti y Rodríguez permanecieron en prisión hasta el fin de la dictadura.

A principios de octubre de 2020, estando prófugo en España, Ferro se contactó con el periodista Alfonso Lessa para solicitarle una entrevista en la radio Monte Carlo. En esa oportunidad negó las acusaciones en su contra pero admitió su participación en el secuestro de Celiberti y Rodríguez, aunque prefirió no definirlo como tal.

Además de la desaparición de Tassino y del secuestro de Celiberti y Rodríguez, el militar es investigado por la desaparición de María Claudia García y por el asesinato de Fernando Miranda, y fue señalado como uno de los torturadores por las víctimas del centro clandestino La Tablada. También es considerado una pieza clave en el funcionamiento del Plan Cóndor y recientemente el publicista Claudio Invernizzi lo identificó como uno de los torturadores del batallón de Laguna del Sauce, Maldonado.