Este domingo un primario asesinó a otro en la Unidad 15 Conventos, cárcel de Cerro Largo. José Nicolás Echerán Álvarez, de 18 años, privado de libertad por violencia privada, fue asesinado con un corte carcelario. La pelea quedó filmada en las cámaras del circuito cerrado de la cárcel y un funcionario fue testigo.
El homicida, Santiago Nicolás Piedra Cueva Silva, de 22 años, estaba preso por hurto y sería liberado el mes que viene. Ahora fue imputado por homicidio simple por la Fiscalía Departamental de Cerro Largo, a cargo de Adriana Umpierrez, que actuó en el caso. La fiscal explicó a la prensa que el presunto homicida justificó su acción diciendo que había recibido amenazas a su persona y su núcleo familiar.
Luis Mendoza, director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), visitó la cárcel tras los hechos. “Nosotros siempre ponemos la cara y por eso nuestra política de comando es venir y dar la cara a la prensa, que de este episodio sólo tenía un Twitter”, dijo la máxima jerarquía del sistema carcelario en Uruguay a Melo TV Cable.
“La preocupación de nuestra parte es la convivencia, que también pasa en la sociedad, la resolución de conflictos por medio de la violencia”, manifestó. Dijo que fue “expresamente a Melo”, de donde es oriundo, a analizar la situación. “Detrás de cada privado de libertad que pierde la vida hay una familia. Me pongo en el lugar de padre y de abuelo”, afirmó.
El director del INR planteó que los presos “se provocaron” y se dijeron “que se iban a lastimar a la familia, y de esto surgió el enfrentamiento. Como se dice vulgarmente: se retaron a duelo”. “Cuando se abrió el patio, ellos saltaron el muro, pasando hacia la parte exterior, y ahí con una punta afilada se batieron a duelo; eso está todo avalado por las filmaciones”, dijo Mendoza, y amplió: “Primero saltó uno el muro, después el otro, y afuera del muro de los patios se dio el enfrentamiento, y luego el que resultó herido volvió a saltar el muro hacia adentro, dejando manchas de sangre”.
El director del INR aseguró que su “preocupación, además de la cantidad de privados de libertad, que aumentó 2.000 más” desde que asumió la dirección, “es la convivencia que se da en el interior de las cárceles” y “la resolución de los conflictos” que, según Mendoza, “es un deber que debemos trabajar mucho”.
2021 tiene el récord histórico de muertes en cárceles
En lo que va de 2021 hubo 84 muertes en cárceles; 21 fueron homicidios –cuatro más que el año pasado–; 16 suicidios –uno menos que en 2020 y seis más que en 2019–; nueve muertes dudosas –ocho más que en 2020–; y cuatro se produjeron en un presunto accidente (un incendio en Comcar) –mientras que en 2020 una sola persona murió en un accidente–. Además, 34 personas tuvieron muertes “naturales”, es decir, por problemas de salud –22 casos más que en todo 2020–.
Hasta ahora el año con el récord histórico de muertes había sido 2020, con 48, mientras que en 2019 hubo 44. En lo que va de 2021 las muertes aumentaron 75% respecto de 2020 (cuando fueron 48) y 91% en comparación con 2019. La población privada de libertad aumentó 10% en el último año.
En los años anteriores, hubo 37 muertes en 2018 y 47 fue el registro de 2015, 2016 y 2017. El aumento de muertes en lo que va de 2021 respecto de 2018 es de 127% y, comparado con 2015, 2016 y 2017, es de 79%. Previamente, de 2006 a 2014, había 40 muertes en promedio por año, por lo que el aumento comparado de lo que va de 2021 con esos nueve años es de 110%. No hay registros anteriores de muertes en cárceles.
La tasa de homicidios en cárceles es más de 15 veces mayor que la tasa nacional de homicidios, mientras la tasa de suicidios es siete veces mayor que la de la población general.