Este miércoles se concretó el cambio en la integración de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), al pasar 90 días desde que se jubiló el ministro Luis Tosi a fines de octubre. Por antigüedad, quien asumió el cargo fue la exministra del Tribunal de Apelaciones Doris Morales. La magistrada, especializada en derecho laboral, se suma a Tabaré Sosa —presidente del máximo tribunal de justicia—, John Pérez, Elena Martínez Risso y Bernadette Minvielle para una nueva formación de la SCJ que, por primera vez en 114 años de historia, tendrá mayoría de mujeres.
La nominación de Morales se dio por uno de los dos mecanismos previstos en el artículo 236 de la Constitución: si no hay acuerdo político para designar al ministro por mayoría de dos tercios, tras 90 días de estar vacante el cargo, asume la ministra de mayor antigüedad del Tribunal de Apelaciones. Si bien ese requisito lo cumplía en primer lugar la ministra Ana Maggi, cumplió 70 años a principios de enero y pasó a retiro.
Según informó la SCJ, Morales ingresó al Poder Judicial en 1989 como jueza letrada en Paysandú, y luego ocupó los cargos de jueza letrada en Las Piedras (1994), jueza letrada de Familia en la capital (1995) y ministra del Tribunal de Apelaciones del Trabajo desde 2003 a la fecha. Además, la magistrada ejerce la docencia en el ámbito universitario.
Las otras dos ministras, Martínez Risso y Minvielle, asumieron respectivamente en febrero de 2018 e igual mes de 2020. A su vez, en febrero está previsto que el cargo de presidente del tribunal judicial pase a manos de John Pérez.
Las negociaciones políticas que naufragaron, lo que desembocó en la nominación de la nueva ministra de la SCJ, incluían también acuerdo por dos cargos para el Tribunal de lo Contencioso Administrativo y el fiscal de Corte. En un inicio el Frente Amplio promovía el nombre de Rossina Rossi, que se desempeñaba junto a Morales en el Tribunal de Apelaciones del Trabajo, y el Partido Nacional había aceptado dentro de la negociación, pero Cabildo Abierto trancó el acuerdo al no avalar los nombres de la fórmula. Al no ser posible un acuerdo, ninguna de las partes vio con malos ojos que las vacantes se llenaran por antigüedad y continuar negociando por la designación del fiscal de Corte.
En un artículo publicado en noviembre de 2021 en la diaria, distintas especialistas analizaron qué implica pensar una Justicia con perspectiva de género y feminista. “Últimamente se ha dicho que está habiendo una feminización en la Justicia, pero eso por sí mismo tampoco garantiza una reforma desde una perspectiva feminista. El tema es mucho más complejo y tiene que ver con un cambio de paradigma”, reflexionó la abogada Valeria España, magíster y doctoranda en Derechos Humanos.