Santiago González, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, recibió múltiples denuncias por distintos tipos de violencia de parte de varios actores del sistema penitenciario. Fue denunciado por jerarcas del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), entre ellos, Milena Más, exsubdirectora técnica del INR; Martín Correa, coordinador de personas migrantes en cárceles; y Omar Vera, exdirector de Punta de Rieles y de la cárcel de Florida. También fue denunciado por representantes de organizaciones sociales de la Asociación de Familiares de Víctimas del Delito (Asfavide), Nada Crece a la Sombra y Ombijam.
Si bien González niega haber sido denunciado, la diaria accedió a la documentación que confirma que fue denunciado penalmente en Fiscalía, en la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo y en la Comisión contra el Racismo, la Xenofobia y toda otra Forma de Discriminación del Ministerio de Educación y Cultura. A su vez, existen denuncias en el Ministerio del Interior (MI). El titular del MI, Luis Alberto Heber, recibió las denuncias y el director general de secretaría de esa cartera, Luis Calabria, reconoció en un documento al que accedió la diaria que las denuncias fueron derivadas a Asuntos Internos. Luego de que Beatriz Argimón, vicepresidenta de la República, afirmara que estas denuncias no existían, varios de los denunciantes publicaron la documentación.
A partir de esta situación, uno de los denunciantes fue recibido este martes en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento, que hizo extensiva la invitación a la Comisión de Seguimiento Carcelario. En ese marco, Graciela Barrera, expresidenta de Asfavide y actualmente senadora suplente del Frente Amplio, intervino para manifestar que ella fue una de las personas que “sufrió” violencia de parte de González, situación que denunció meses atrás en el programa En la mira, de VTV.
“Quiero contarles que en aquel momento todavía no había asumido como senadora suplente y solicité audiencia para ver cómo íbamos a seguir en todo lo que era la convivencia desde Asfavide. En ese momento yo era presidenta. Me dieron el día, la hora, etcétera, para ir al Ministerio del Interior y encontrarme con el señor Santiago González”, contó. “Sé que muchos ya saben de esto, pero lo vuelvo a repetir para que quede [en actas], porque como me ha nombrado quiero que conste que es así”, subrayó.
Barrera explicó que “en aquel momento nosotros teníamos ese trabajo que estábamos haciendo de tratar de restaurar los vínculos rotos entre la persona que comete el delito y aquellas personas que somos víctimas o familiares de víctimas. Ya lo conocíamos al señor Santiago González, porque el doctor [Jorge] Larrañaga nos había visitado e incluso nosotros festejamos los seis años aquí, en este Palacio [Legislativo]”, donde hicieron “un gran acto de convivencia y de tratar de unir a las personas”.
“Fue así que le pedimos que nos atendiera. Él era el director de Convivencia. Qué mejor que él, que sabía nuestra trayectoria, nuestras cosas, para hablar y poder seguir encaminando todo”, señaló.
Barrera concurrió a la reunión con un psicólogo y empresario que trabaja en el Polo Industrial del Comcar, en una de las empresas que brinda trabajo a personas privadas de libertad. “Al señor Santiago González no le dije que iba acompañada con esa persona, pero jamás creí que él se iba a enojar tanto por ese hecho”, lamentó. La expresidenta de Asfavide indicó que luego de “esperar una hora y media para que nos atendiera, cuando ya teníamos la hora dada”, ingresaron a la reunión.
“Cuando entramos, le digo: ‘Mirá, Santiago, vine con esta persona que me viene a acompañar, porque él hace donaciones a Asfavide y me parecía que correspondía’”, consignó Barrera. Esto generó una reacción violenta de González: “En ese momento él se puso muy mal. Se enojó, se enojó mucho. Golpeó muchas veces la mesa. Le prohibió a él terminantemente que hablara”, cuestión que, según Barrera, “puede ser corroborada” por esta persona.
Detalló la situación: “Se puso muy mal y cuando empecé a hablarle de las situaciones de las cárceles que queríamos trabajar, a decirle qué queríamos hacer, él me dijo que toda la culpa era de ‘mi Frente Amplio’. Y lo repetía. Yo le decía que yo no estaba ahí por ‘mi Frente Amplio’, sino por el trabajo que estaba haciendo”.
Según Barrera, “él no lo entendió bajo ningún aspecto; nos seguía golpeando la mesa, impedía que la otra persona hablara y gritaba”. “Se puso muy mal; tanto es así que yo pensé que se había desbordado, que tendría mucho trabajo, no sé. En un momento dado se levantó y nos fuimos, porque ahí nos dejó”, informó.
La expresidenta de Asfavide contó que salió llorando del Ministerio del Interior y que informó al senador del Partido Nacional Carlos Camy al respecto. “El señor Camy sabe lo que me pasó y esto que estoy contando acá se lo dije a él personalmente en su despacho”, enfatizó.
“Una vez que ya se sabía, que se conoció el tema –mis allegados se pusieron mal– y que se hizo público, cuando me preguntaron, obviamente que lo dije, porque es la verdad y después –digo la verdad– lo dejé porque pensé: él sabrá porque tendrá sus cosas”, afirmó. Y concluyó: “Lamento el trato, pero después me enteré de que no fue solamente en ese momento”, por eso, la actual senadora intervino y dio su testimonio porque “quería dejarlo bien en claro”.