En julio de 2022, un capitán de la Guardia Republicana fue imputado por el fiscal Ricardo Lackner, quien aseguró que el policía era responsable de trasladar al narcotraficante mexicano Gerardo González Valencia a Cárcel Central, donde estaba recluido Rocco Morabito.
Las visitas habían sido autorizadas por Gonzalo Larrosa, exdirector del Instituto Nacional de Rehabilitación, un año antes de que Morabito llegara a esta cárcel.
Sin embargo, el capitán fue imputado por reiterados delitos de abuso de funciones. Lackner pidió su prisión preventiva pero la Justicia dispuso la prisión domiciliaria con tobillera electrónica. En paralelo, desde el Ministerio del Interior se le retuvo el salario por varios meses.
Lackner, que estaba a cargo de la Fiscalía de Delitos Económicos y Complejos de 2º turno, lo señaló como el responsable de hacer los traslados sin orden judicial y de brindarle un teléfono.
La fiscal Silvia Porteiro asumió el caso luego de que Lackner pasara a la Unidad de Cibercrimen. Este jueves la fiscal definió que el capitán sea sobreseído y declaró definitiva su libertad y de oficio los gastos causados por el proceso penal.