El Poder Ejecutivo determinó el relevamiento de la cúpula de la Policía Nacional, este miércoles en conferencia de prensa, el ministro Luis Alberto Heber afirmó que el cambio es para “consolidar los éxitos” de la gestión porque “nuestro pueblo precisa más seguridad” y que “nada tiene que ver” el caso de Alejandro Astesiano, el exjefe de seguridad de Presidencia.
La caída de la cúpula policial implicó movimientos en los cargos jerárquicos. José Azambuya liberó la Jefatura de Policía de Florida para asumir la dirección de la Policía Nacional; Jhonny Diego dejó su cargo como Jefe de Policía de Colonia para estar al frente de la subdirección administrativa de la Policía; y Efraín Abreu dejó su cargo como director de la Dirección Nacional de la Educación Policial para asumir la subdirección ejecutiva de la Policía.
El nuevo director de la Dirección Nacional de Educación Policial es Roberto de los Santos. En un mensaje enviado por De Los Santos a sus compañeros de generación de la policía, informó sobre el cargo que asume: “Buenas noches. Comunico a mis compañeros de promoción, que hoy por la tarde el Ministro del Interior me designó para ocupar el cargo de Director General de la Educación Policial”.
Indicó que “la designación fue toda sorpresa, pero también constituye un gran honor y orgullo para mi familia y para mi personalmente. Intentaré mantener en alto y representar dignamente a mi querida Promoción XXVII”, y agregó: “Asumiré el 1º de Marzo. Quiero hacerles saber que desde ese cargo me reitero a las órdenes y a disposición de todos mis queridos camaradas, amigos y hermanos de la vida”.
Abreu había asumido al frente de la Dirección Nacional de Educación Policial suplantando a Washigton Curbelo, que fue cesado de ese cargo ni bien Heber asumió. Curbelo fue el perito que participó de la investigación del homicidio de la madre, Cecilia Fontana, y fue el responsable de que se truncara la investigación.
Ahora asume ese puesto otro perito relacionado con la investigación sobre la madre de Heber. De hecho, De los Santos fue el perito que contradijo a Curbelo en la investigación sobre el homicidio.
Fontana bebió un vino envenenado que llegó a su casa como “obsequio”. Tenía un mensaje escrito a mano que fue uno de los elementos clave de la investigación. La primera pericia caligráfica se hizo en 1978 y estuvo a cargo de Curbelo, en ese momento, no se encontraron indicios de relevancia, por lo que el expediente se archivó.
En 2006 se reabrió el caso y en 2010 se ordenó la detención de María Lemos, una policía, como presunta autora del texto que acompañaba el vino envenenado. Lemos integraba el equipo dirigido por Víctor Castiglioni, jefe de inteligencia policial durante la dictadura. La jueza ordenó el peritaje caligráfico de la carta, De los Santos fue el perito a cargo y su investigación concluyó que la mujer policía era la autora del texto. El perito trabajó durante un año para llegar a esta conclusión.
No obstante, a pedido de la defensa, la jueza autorizó una nueva pericia, que estuvo a cargo del mismo policía que había hecho la pericia inicial en 1978: Curbelo, quien determinó en 24 horas que la mujer policía no era la autora del texto y así truncó la investigación.
En su momento, Heber había criticado el trabajo del perito porque “frustró” la investigación del homicidio de su madre. Señaló no tener dudas sobre quién era la autora de la carta e indicó “un vínculo estrecho entre la acusada y los peritos que realizaron el segundo informe”. En enero de 2020 solicitó la reapertura de la causa.