El 22 de setiembre de 2020, en el barrio 19 de Junio de Artigas, la Policía respondió un llamado al 911 en el que se denunciaba el abigeato de tres ovejas en una estancia. Los efectivos concurrieron al lugar y entraron al predio en una camioneta. Se cruzaron con dos jóvenes que salían en moto, que iban en sentido opuesto y los pasaron para salir del lugar. Al verlos, comenzaron a dispararles. Uno de ellos recibió un balazo en la cabeza y murió unos días después.
El caso fue asumido por la Fiscalía de Artigas de 2º turno, con el fiscal Raúl Iglesias a cargo en ese momento. El fiscal afirmó que la versión más probable era que ellos ya habían pasado y les dispararon por detrás. A partir de la evidencia reunida, se podía concluir que les habían disparado por la espalda. La versión de los policías era que el joven había muerto porque “había despistado en la moto, cuando en realidad tenía una herida de bala en el cráneo”.
Los policías no permitieron que el otro joven, que sobrevivió al ataque, lo asistiera. Según declaró, intentó sacarle el casco y la campera al verlo herido, mientras los policías le gritaban: “Quédate quieto o te tiro”. El joven respondió: “No me importa que me tirés, mi amigo es mi hermano y yo lo voy a ayudar”. “Soy consciente de lo que hicimos [robar tres ovejas] y voy a pagar mi parte, pero quiero justicia por lo que le hicieron a mi amigo”, reclamó. El ministro del Interior de ese momento era Jorge Larrañaga, hoy fallecido; en ese entonces dijo a la prensa que la actuación de los policías fue “una acción defensiva”.
La Fiscalía cambió la carátula del caso por la de homicidio y se dispuso a investigar toda la cadena de mando, no sólo al policía que admitió haber efectuado los disparos.
Luego de que Iglesias fuera trasladado a una fiscalía especializada en Montevideo, el caso quedó en manos de la fiscal Sabrina Massafero por la Fiscalía de Artigas de 2º turno.
En la línea de investigar la cadena de mando, este miércoles se allanó la vivienda del policía Ruben Olivera en Montevideo y fue detenido. Olivera era el coordinador de la Jefatura de Policía de Artigas, es decir, el tercero en jerarquía de esa jefatura cuando ocurrió el crimen. Ocupó este cargo desde 2020 y fue relevado de su cargo en marzo de 2022, luego pasó a retiro. El excoordinador de la Jefatura de Policía de Artigas declaró ante la Fiscalía este jueves.
La audiencia comenzó en la tarde noche del jueves y se extendió más allá de la medianoche. Tanto el policía que mató al joven como Olivera fueron imputados. Uno por el homicidio y el otro por intentar ocultar información sobre el hecho.
Según informó la Fiscalía, el policía que mató al joven fue formalizado por homicidio y lesiones graves a título de dolo eventual. El dolo eventual refiere cuando una persona a priori no tiene intenciones de matar a alguien, pero con sus acciones lo hace y, pese a que siendo consciente del riesgo podía prever el resultado, no desiste en su conducta y mata.
El excoordinador de la Jefatura de Policía de Artigas fue imputado por reiterados delitos de abuso de funciones por intentar ocultar información sobre el homicidio para evitar que sea descubierto y también porque usó el sistema El Guardián, de interceptación telefónica, para beneficio propio.
Como medidas cautelares, ambos deben fijar domicilio y no pueden salir del país, por lo que se les retiene el pasaporte como medida de orden.
El sobreviviente declaró en una rueda de prensa que “estaba la Policía en una camioneta detrás de la chirca y el policía [estaba] preparado ya para tirarnos un tiro, que fue el tiro que le entró acá en la nuca y le salió en este ojo”, dijo señalándose el ojo derecho. “Fue el tiro que lo remató”, aseguró. “Fueron dos tiros. Eso lo quiero aclarar porque siempre hablaron de que fue uno. Fueron dos tiros: uno acá en la nuca y otro que dio en la pierna y en la rueda de adelante de la moto”, explicó. “La orden era disparar a matar, y a mí no me mataron porque llegaron los cazadores justito para salvarme la vida y porque me vieron tirado, si no el policía me iba a matar también”, aseguró.