Omar França, cura de la parroquia Santa Bernardita de Malvín, denunció la existencia de “brigadas antipasta” que agreden a personas en situación de calle que, suponen, tienen uso problemático de pasta base.

Tras presentar la denuncia policial en la Seccional 11ª, Andrés Capretti, asesor del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, concurrió al lugar a entrevistarse con el sacerdote. Capretti se comprometió a ir este viernes a la parroquia para obtener información sobre el caso, para lo que va a “entrevistarse directamente” con las víctimas para saber detalles de “cómo actúan” los agresores. También va a “investigar” los ingresos a hospitales y a recabar “datos” a través de trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) de la zona. Además, irá acompañado por un policía de la Seccional 11ª, donde el cura radicó la denuncia.

Este anuncio generó la reacción de los legisladores del Frente Amplio, que cursaron dos pedidos de informes. Uno, hecho por los senadores Charles Carrera y Sandra Lazo, y otro por la diputada Micaela Melgar. Los pedidos buscan saber los detalles de la investigación de Capretti sobre las víctimas, al tiempo que consultan al Ministerio del Interior si su intervención fue una orden y qué investidura lo respalda para tomar declaraciones e investigar ingresos a hospitales. Además, cuestionan si esto podría entorpecer la investigación que está ahora en la Fiscalía, a cargo de la fiscal de Flagrancia Graciela Peraza.

En una rueda de prensa, Heber habló de la investigación y aseguró que se está “en contacto con la gente que hizo la denuncia”. “Nos parece gravísimo si existe una banda de estas características”, comentó, y en este sentido aseguró que “toda la información que podamos tener es esencial para capturarlos en el caso de que existan”. “Todavía no tenemos en la investigación indicios de que haya una banda operando, pero puede existir, estamos en plena investigación”, insistió, e indicó que en la zona donde se plantearon las agresiones hay cámaras de videovigilancia que están siendo analizadas.

Consultado sobre si preocupan las situaciones de agresiones a personas en situación de calle que se dan en distintos puntos del país –como en Salto, donde una persona fue prendida fuego–,, Heber respondió que “por supuesto” que desde la cartera se está “alerta a que las personas indigentes no sean blancos de ataques”. “Nosotros estamos levantando a la gente que está en situación de calle, la estamos asistiendo”, y por eso se están “generando refugios”.

Heber calificó estos ataques de “una barbaridad en nuestra sociedad” y dijo que lo que se busca “es asistirles y rescatarlos”.

Respecto de los dichos de Capretti en Radio Sarandí asegurando que “no había ningún reporte o denuncia de personas heridas” asociadas a la denuncia del párroco, Heber fue cauteloso: “Dejemos terminar la investigación. Hasta ahora, no podemos ir narrando qué es lo que vamos haciendo en función de las averiguaciones, porque estamos lesionando la posibilidad de investigar realmente”.

Sobre si hay que condenar otras violencias, en particular la de calificarlos de “pichis”, Heber respondió: “Sí, claro. Son seres humanos que tienen distintos problemas: salud mental y adicción”. Por eso “el gobierno en la Rendición de Cuentas está poniendo el acento en estos dos temas”. Además, señaló que “esto tiene directamente relación con el trabajo que el Mides viene haciendo, y la situación de adicciones que nosotros tenemos, lamentablemente, en los centros carcelarios”.

Para el ministro, “tenemos que hacer un trabajo muy grande porque es parte de las causas del delito” y “hay narcotráfico porque hay adicciones”, entonces “al comprar droga hay una estructura que les facilita la posibilidad de obtenerla”, afirmó. Por lo tanto, “gran parte de nuestra lucha contra el narcotráfico es atacar las adicciones”.