Varias organizaciones convocan a la tercera marcha por la vida y la convivencia bajo la consigna: “Las niñas, niños y adolescentes valen. Las mujeres valen. Las y los jóvenes valen. Las personas mayores valen. Todos los barrios valen. ¡Porque la vida vale!”.

La marcha está citada para el lunes 5 de agosto a las 18.00 en la plaza Cagancha. La convocatoria está a cargo del colectivo La Vida Vale, Familias Presentes, La Pitanga, Colectivo de Mujeres Malvín Norte y Centro Cultural Malvín Norte.

La fecha no es aleatoria: “este 5 de agosto se cumplen dos años de la muerte de dos jóvenes inocentes de nuestros barrios, quienes iban a un almacén y a trabajar y fueron asesinados en medio de una balacera”. “Desde ese día hasta hoy todo ha empeorado”, aseguran, y describen: “Numerosas balaceras, en las que niñas, niños y adolescentes mueren, o se tiran al piso y se resguardan en algunos lugares de sus casas para no ser asesinados”.

Explican que hay “permanentes situaciones de violencia letal en las cercanías de las instituciones socioeducativas”. Además, afirman que hay “servicios básicos que ya no llegan a nuestros barrios y proyectos sociales y vecinales que se debilitan, porque trabajadoras y trabajadores prefieren no hacerlo por razones de seguridad”. “Es evidente la falta de circulación por nuestras calles a partir de ciertas horas, la resignación de actividades, del disfrute y del espacio público para minimizar riesgos”, lamentaron.

Plantearon que “somos parte de una sociedad notoriamente fragmentada y en decadencia, consecuencia de la inexistencia de una política de Estado y del consecuente desamparo de varias generaciones”. “La evidencia demuestra la permanente vulneración de derechos de los sectores más frágiles, el aumento de la pobreza infantil, el aumento de la violencia basada en género y generaciones, la falta de oportunidades laborales para los jóvenes y mucho más para los jóvenes pobres”, indicaron.

Enumeraron una serie de causas: “La fragilización de las trayectorias educativas, la inoperancia del sistema carcelario para rehabilitar a las personas, brindándoles herramientas y oportunidades reales y sostenibles de inserción social. La falta de abordajes potentes y duraderos, en relación con el consumo problemático de sustancias, la salud mental y la situación de calle”.

“Por momentos la desazón nos agobia”, advirtieron, y argumentaron que es porque “muchos políticos y especialmente los responsables de tomar decisiones no nos escuchan, no escuchan la realidad que llega desde los barrios”. “Parecemos tan sólo un ‘ruido ambiente’”, reflexionaron. “Ese ruido ambiente es la vida de las personas, es propuesta y trabajo comprometido de ciudadanos y ciudadanas uruguayas que aspiramos a una vida digna, a una convivencia sana”, remarcaron.

Según manifestaron, “conocemos las distintas caras de la convivencia, conocemos convivir con el desprecio, con la violencia, con las mentiras y el retaceo de nuestros derechos”. A su vez, expresaron que “buscamos otra convivencia, basada en un compromiso exento de cinismo, una convivencia que cuente con el compromiso de quienes supuestamente deberían tener la potestad de tomar decisiones éticas y concretas”. “Un convivir que sea un buen vivir, un derecho al buen vivir de todos y todas”, subrayaron.

“Es difícil para nosotros y nosotras aceptar pasivamente el lugar de adorno en que se coloca a las comunidades, a los barrios y a su gente. Tenemos reflexiones, vivencias y también propuestas. No aceptamos la negación del/la otro/a, no aceptamos que se invisibilicen las ausencias y el abandono del Estado. No aceptamos que no haya futuro para miles de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, ni nos resignamos a que las personas mayores no puedan tener derecho a ser parte de este país ni de su bienestar”, plantearon desde los colectivos.

“Durante dos años intentamos llegar al presidente de Uruguay y fracasamos con total éxito”, criticaron, y enfatizaron que “ahora ya sabemos que no tuvo ganas ni tiempo de recibirnos”. “Ahora ya sabemos que el presidente y su gobierno no se hicieron cargo ni se hacen cargo”, sentenciaron.

“Pero estamos hoy aquí nuevamente, caminando y gritando juntos y juntas. En esta oportunidad, para exigirles a quienes van a gobernar los próximos cinco años, que se nos respete, que se nos escuche, porque todos los barrios valen, ¡porque la vida de todos y todas nosotras vale!”, concluyeron.